Regalo de papá

Por Miguel VillegasPensar que una patada te puede hacer el hombre más feliz del mundo.Lo sabe Raúl Ruidíaz, claro. Lo sabe hace seis, siete meses, cuando el doctor le dijo que iba a ser papá y que una o dos pataditas de su hijo en la panza de mamá significan que está vivo, cada vez más vivo. Hay quienes se preguntan por el nivel del delantero de la ?U?, y es posible que aquí esté la respuesta: uno ya no es el mismo cuando le dicen que será papá. Cuesta creerlo, pensarlo, imaginarlo. Pero cuando se despierta, aparece un hombre mejorado capaz de superar cualquier problema. Comerse el mundo solito. O lo que es lo mismo, patear con frialdad un penal que marca el final de 18 partidos en el año sin ganar. En el fútbol se trata de una patada para ganar y ser feliz. En la nueva vida de Raúl Ruidíaz, también. Una patadita y será suficiente para reír.Ganó la ?U?. Una frase afirmativa, no la eterna pregunta de estos 126 días. Ganó con lo justo, un penal dudoso a Rainer según los reporteros de Arequipa que sí lo vieron ?la señal de cable que iba a transmitir tuvo una deficiencia y canceló? y, sobre todo, gracias a la impecable actuación de José Carvallo en el arco de la ?U?. A los 84?, tapó un penal a Hohberg de Melgar, tras una inteligente jugada de ?Cachete? Zúñiga. Lo que sus jugadores no pueden hacer con los pies, Carvallo lo cumple con la mano. Es rápido, atento, plástico y mantiene el nivel de Universitario campeón. Digo bien, desde que estaba en Melgar, en el 2012. Quizá por ser uno de los más grandes del plantel (28 años), ni la...

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