Las visiones del artesano

Por czar gutiérrezes un niño que junta las palmas de sus manos, las apoya contra la nariz y aspira un poco de aire. Luego sus diez dedos se desploman sobre el teclado. Las cuerdas de acero con macillos forrados de fieltro sienten la presión, largas falanges vibrantes de sensibilidad. Entonces el arpa cromática empieza a sonar. Luis Loz recuerda: ?Mi relación temprana con el piano ocurre gracias a mi madre, la escuchaba tocar música clásica y cuando ella terminaba, me subía e intentaba imitarla. Con el tiempo fui sacando mis propias melodías. Nunca tuve formación académica, cogí el piano de manera natural?.Algunos hablan de sinestesia, acto nutricio que captura las diferentes sensaciones de un mismo evento perceptible. La sensibilidad, ese caldo esencial. Tal vez por eso el pianista de ayer y debutante discográfico de hoy no pone los dedos sobre el piano como dicta la academia. Todo en perfecta (a)simetría con el desorden que gobernó sus años de formación, esa remezcla de los clásicos que escuchaba en vivo junto al chirrido de los caset. De Roberto Carlos a Frank Sinatra, de Nino Bravo a José José. Tanguistas y criollos a la par. El programa "Disco Club", donde ?el rock es cultura?. Billy Joel, The Cars, Lennon, Bowie y Queen. Cuando pudo comprarse un caset por primera vez, escogió a los Beatles. Cuando llegaron los CD, a Led Zeppelin y AC/DC.Y así, full pulsión primaria, llegarían sus primeras mezclas jugando con dos caseteras. Grababa el piano en una de ellas y, al darle play, acompañaba el tema con la guitarra para que todo se grabara en la segunda casetera. Así anduvo mucho tiempo, hasta que vio brillar una PC Pentium en la Av. Wilson. Entonces se abrió un nuevo universo en el que aterrizaron los amigos de siempre para sumarse a la diversión. Desprovisto de una banda oficial, cuando quería tocar en vivo solo tenía que solicitar la amable compañía de los patas. Luego, también como jugando, una noche apareció en lo alto abriendo el concierto de Christina Rosenvinge.?Segundo debut?Loz está en Madrid. Un asunto de extrema emergencia lo ha hecho volar: acaba de nacer su primer hijo, negro y redondo y estriado por 11 surcos. ?Se llama ?Mi muerte social? y es lo más parecido a la felicidad?, dice. ?Las 11 canciones abarcan épocas distintas de mis composiciones. En cuanto a la música, inicialmente compuse todos los temas y escribí de manera...

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