Trayectoria de un pensamiento.
Autor | Sánchez León, Abelardo |
Cargo | Entrevista |
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¿Cómo ves, a la distancia, tu experiencia en Deseo, no solo como director sino como investigador?
Deseo fue una etapa fundamental en mi vida personal. Yo empecé allí en cuarto de Derecho. Me marcó como un abogado que tuvo un interés y un cierto sesgo no estudiado sino absorbido hacia las ciencias sociales y la praxis. Lo que tenía el Deseo en el que yo estuve metido desde el año 70 hasta el 93, era una discusión teórica predominantemente de las ciencias sociales y una acción en la realidad que pretendía cambiar las cosas. Yo entré a Deseo en el año 1970. Tenía veintidós años y me formé como una persona del Derecho un poco heterodoxa hacia la ciencia política, cuando en aquella época eso era realmente raro. Hoy día ya no.
¿Yeso relativizó tu visión de abogado? Pero tú no has ejercido como abogado.
Sí. Yo he hecho en alguna etapa de mi vida informes jurídicos, pero siempre con un sesgo de carácter social porque ese es mi lado en la profesión y me buscan para esas cosas. No me buscan para un informe tipo estudios de abogados. Y esa es una cosa que ahora se ve más en el Derecho porque las ciencias sociales se han entremezclado todas. Pero cuando yo estudiaba, el Derecho era el Derecho Romano que había pasado por la Revolución francesa y que había llegado a través de las influencias europeas en el Perú, como en toda América Latina. Nosotros estudiábamos el Derecho en las fuentes realmente antiguas, con latinismos y todas esas cosas. Se entendía que había un cuerpo de conocimiento cerrado, que no era permeable a los avatares de la vida, que era prístino y tenía respuesta para todo. Hay una teoría en el Derecho que dice que el Derecho siempre tiene una respuesta para todo. Eso se llama la plenitud hermenéutica del orden jurídico. En cambio, las ciencias sociales rompen con toda plenitud hermenéutica porque introducen una variable de resolución de conflictos que toma en cuenta la realidad.
Yo llegué a Deseo el 9 de marzo de 1970 a las cuatro de la tarde. Estuve dos años prácticamente solo. Era un abogado de Deseo, ahí me fogueé. Recuerdo que mi primera gran ignorancia en el Derecho la arreglé en Deseo. Porque yo había estudiado, por ejemplo, el contrato de compra venta y el contrato de hipoteca. Y me dijeron: "Oye, vamos a comprar esta casa y es una compra venta con hipoteca. Hazte un borrador de contrato". Yo era el abogado y no sabía cómo se hacía un contrato de compra venta con hipoteca. Yo sabía los dos separados. Entonces, ¿qué le pongo? Llamé a mi profesor y le dije que tenía ese dilema. Y me dijo: "Marcialito, pon por el presente contrato nomás". Tenía, pues, esas dudas.
Y después, en el 72, hubo un área de abogados que trabajaba tanto en comunidad laboral como en propiedad social. Estaba conformada por Lucho Pásara, Jorge Santisteban, Diego García Sayán, Alberto Bustamante, Guido Lombardi y yo. Guido es abogado.
Aunque no parezca.
No parece, pero es. Éramos seis abogados. Era un área grande.
Los Wisconsin Boys.
Lucho Pásara fue mi profesor en primero de Derecho, en 1967. Llevé un curso de Introducción al Derecho con él y nos hicimos amigos. Lucho es un personaje muy particular, pero por alguna razón me tenía consideración. Él me llevó a Deseo como su asistente.
Él ya estaba allí entonces.
Sí, pero tenía cierto problema en las tardes y me llevó para que estuviera en ese horario y fuera su asistente. Después, el año 72, cuando egresé y me gradué, él me dejó el curso de Introducción a la Ciencia Jurídica en Derecho. A Lucho Pásara le debo, en parte, mi estancia en Deseo y mi calidad de profesor en la Católica. Eso siempre se lo he reconocido.
¿Y hubo una revolución en la manera de enseñar y de trabajar el Derecho?
En la Católica de aquel entonces había una reforma en la Facultad de Derecho. El Derecho se ha enseñado como te lo he dicho. En realidad, durante siglos se ha enseñado con la Instituía de Justiniano, hasta el siglo XIX y el XX en varios sitios. Era una enseñanza que pretendía un sistema cerrado de pensamiento. La reforma que se hizo en la Católica con Wisconsin trajo el sistema de casos, que es el sistema anglosajón de estudio. Eso obliga a un pensamiento mucho más variado, no puramente deductivo como es el pensamiento clásico jurídico occidental. Esto fue muy discutido en Derecho, porque los profesores mayores decían que en buen castellano eso era imperialismo. Como seis personas en Deseo éramos o alumnos o profesores de la Católica, entonces hablábamos mucho del tema de la reforma de enseñanza en la Universidad. Alumnos de Lucho Pásara, J orge Santisteban y míos vana Deseo porque piensan como nosotros y, en ciertos casos, se vuelven profesores, como Diego García Sayán y Alberto Bustamante. Guido Lombardi entra después a Ciencias de la Comunicación. Pero pensábamos en los dos sitios al mismo tiempo. Eso tiñó también nuestra enseñanza de una coloratura social en el Derecho. Lucho Pásara lideraba un poco ese grupo. Lo hace hasta 1976 más o menos, en que creo que decide retirarse de la Católica y toma otro rumbo.
¿De qué manera Deseo era de izquierda? ¿Qué los hacía ser de izquierda? ¿De qué manera dividía el velasquismo a favor y en contra? ¿Y cómo planteaba el velasquismo, que era una dictadura, el tema de la legalidad, por ejemplo, o el de la democracia?
Creo que hay que pensar por cómo era el Perú en 1968, que más o menos era el mismo de 1975. Era un país donde decir "cholo de mierda" era un insulto cotidiano. Y todo el mundo lo decía. Era un país donde había segregación social. El Perú, por lo menos en mi visión, era para entre el quince y veinte por ciento de los peruanos; el otro ochenta eran los que tenían que ser arrimados. Y no tenían educación secundaria, con las justas tenían ... Era un país realmente segregador. En ese contexto, Deseo nace como una emanación del Concilio Vaticano II. Porque lo forma un grupo de cristianos, de católicos, para hacer labor social desde las ciencias sociales, en la idea de que los laicos tienen una tarea que hacer para continuar con Dios Padre la creación del mundo y perfeccionarla. Hay una creación y el ser humano puede trabajar sobre ella para hacerla más perfecta o mejor. Hay una acción humana que mejora las cosas. Así nace Deseo. Entonces, Deseo estaba, desde su origen, a contracorriente de esa sociedad elitista, aristocrática y segregacionista porque se ubica del lado de los pobres. Y, entonces, Velasco hace un gobierno de declaración socializante. No creo que sea un socialista. Acaba siendo una especie de modernización del capitalismo desde el Estado. Creo que no era lo que él quería hacer, pero era lo que le salió.
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La tercera vía, no te olvides.
Era la época de la tercera vía. Deseo tiene una posición inicial de apoyo al velasquismo. Incluso, los dos máximos jefes de Deseo se van a trabajar al Sinamos. Queda un segundo grupo con una conciencia un poco más crítica frente al gobierno de Velasco. Esto, a la larga, lleva a una división en Deseo entre, en esa época se decía, los bolcheviques y los mencheviques, los de la línea correcta y los que están dispuestos a negociar con el poder. Esta es una cuestión que se ahonda y que se expresa, incluso, a través de la difusión que la gente de Deseo hacía en los periódicos de la época. Desde el 72 hasta el 76 hay una extensa participación de miembros de Deseo en los diarios y hay una discrepancia abierta. Todo esto lo maneja Henry Pease, que fue el director de Deseo desde el año 73 hasta el año 82, creo. La mano de hierro de Henry que todos conocemos permite que las cosas circulen más allá de las discrepancias por un camino cierto. Todo esto se termina cuando acaba el gobierno de Velasco.
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¿El de Velasco o Morales Bermúdez?
Con...
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