Redefiniendo el concepto de racionalidad a partir de la percepción del riesgo: Derecho y economía conductual aplicada al terremoto de Pisco

AutorMario Drago Alfaro y Carlos Rojas Klauer
CargoAbogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú/Abogado por la Pontificia Universidad Católica del Perú
Páginas381-415
REDEF I NI EN DO EL CONC EPTO DE RACIONA LIDAD A
PARTIR DE LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO: «
Derecho y economía conductual
aplicada al terremoto de Pisco"
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AUTORES
NACIONALES
Ma r io F . D ra g o A l f a r o
Ab oga do po r la Pon tifici a U nive rsid ad Cató lica del Perú.
Ca r l o s R o j a s K la u e r
Ab oga do po r la Pon tific ia Univ ersid ad Cató lica del Perú.
SUMARIO:
I. Introducción.
II. Racionalida d clásica: un concepto inconcluso.
III. Complement ando la teoría clásica: la racio nalidad ac otada como respuesta al
problema de predictibilida d.
IV. La percepción del riesgo de desastre s y su influencia en la elaboración de
regulacio nes eficientes.
1. Regulación del riesgo de desastres.
2. Percepción del riesgo y eficiencia social.
V. El caso de Pisco Playa.
1. Los problemas hallados y la au sencia de una solución desde la Teoría de
la Decisión Racion al.
2. ¿Qué podría explicar nuestros resultados?
VI. Reflexiones finales; ¿cómo debió enfocar el Estado su política pública?
El pres ente a rtíc ulo fu e el abor ado en vi rtud de la inf orm ació n o bten ida en el trab ajo d e cam po realiz ado p or los
auto res en la ciu dad de Pisco l uego del Terre moto de 2007, y q ue sirvió de base para la el abora ción de la tesis
con jun ta pa ra la ob ten ción del títu lo d e abo gado s en 2011 p or la Pontif icia Unive rsidad Católic a del Pe.
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Derecho y economía conductual aplicada al terremoto de Pisco 381
AD VO CA TU S 126 Re vista e dit ad a po r alu mn os de la F acu ltad d e De rech o de la Un ive rsi da d de Lim a
I. INTRODUCCIÓN
Alre dedor del m und o y a lo la rgo de la historia ,
las comu nidade s de p ersonas se han asentado
en espacios geogr áfico s q ue les permit an, en
may or o men or m edida, satisfacer sus necesi
dades básicas y desar rollars e tanto económ ica
com o s ocialmente. No o bstante, existen algu
nas implica ncias a mbient ales que son dejad as
de lado p or los miem bros de la poblaci ón al
mo ment o de estab lecerse, lo q ue consec uente
men te genera que no se calcule cor rect amente
el impa cto que la naturale za puede ten er so
bre ese de terminad o g rupo hu mano. Aunque
esta situa ción se presenta con regula ridad, las
persona s no se detie nen a me ditar seriamen te
o no inte rnaliz an co rre ctam ente' los riesg os
que i mplica el sit uarse en zonas vulnerables
a p otenciales fenóm enos de la naturaleza, los
cuales pued en torn arse desastrosos. Dad o este
prob lema, c abe p reguntarn os hasta qué punto
el Estado pued e y debe m itiga r los impac tos
de un f enóm eno natural sobre el ser humano
y, por ta nto, cuál es el lím ite de su inte rvenc ión
en zonas do nde o curren desastres.
Ve mos q ue el h om b re co lab ora c on la
pro duc ció n de los desastres al asen tarse en
lugares propensos a terr emoto s, in undacion es,
ciclones, violen cia social, etcétera. El problem a
es que si el h omb re es un ser rac ional, en
co nco rda nci a con la Teoría de la Utilida d
Esperada ¿porquéc olaboraría con la pro ducc ión
de los d esastres ? Desde la p ersp ectiv a del
Análisis Econ ómico del Derecho (en adelante,
AED), el ser hum ano, como ente racional (en el
sen tido clásico del térm ino), comp ensaría los
bene ficios que le genere u na activ idad como la
de viv ir en un luga r dete rminad o, frente al costo
de un po tencia l (o real) desastre relaciona do a
ésta. En la ma yoa de casos (a menos que no
exista p osibi lid ad mej or), el homb re debería
trat ar de alejarse d el desas tre (o por lo menos
int entar m itiga r sus efectos) si éste afecta en
dem asía su bie nesta r. Pero lejo s de ello, el
comp ortam iento de l ser human o no se cond ice
nec esariam ente con la teoría r aciona l de la
decis ión, lo q ue se ve re flejado en frecuen tes
desviacione s de la nor ma.
Frente a dicha situaci ón, el "Derecho y Economía
Co nduct ual"c om prende que las decisiones del
hom bre no r espo nden nec esariamente au n cri
ter io de optimiz ación de su bienestar, y que por
tan to una v isión del ser h umano com o un ser
pur am ente racional corre el ries go de generar
predicc iones erróneas sobre el comporta mient o
y, por tanto, una aplica ción del Derecho inefic az
en la práctica .
Cons ideram os q ue una correcta de finició n de
la rac iona lida d es es peci alme nte rele vante
respec to a situaciones de rie sgo de desastres, en
las que los ind ividuos suel en tene r percepciones
erradas de la mag nitud e impact o de los eventos
sobre ellos mismos y su com unidad.
Habida cuenta de la necesidad de reemplaza r
la visi ón emerg encista de la regula ción de de
sastres po r la ges tión y preve nció n del riesgo,2
es, partic ularm ente, relev ante que las personas
amena zadas por un potenc ial de sastre teng an
un c onoc imien to tran spare nte3 de las pr obab i
lidades y ma gnitud del mismo, ya que cua lquier
acción preven tiva re querirá n ecesariam ente de
la pa rticipa ción de la pob lación.
1. Los ind ividuos tiene n lim itacione s cogn itivas que afe ctan su capacidad de pe rcepción y de proces amiento de
inform ación, d ebido ta nto a factore s exógenos co mo endóge nos.
2. Existe un consenso respecto a la necesaria transició n desde una po stura emerg encista a una prev entiva.Tal co mo
afirma T wigg: "[l]os antigu os mo delos para el ma nejo de los desastres, basados en defensa c ivil o estructuras y
actitu des de respuesta a emergencias, están siendo reemplazados por un e nfoque más sistemático que consiste
en ide ntificar, evaluar y r educir tod o tipo de riesgo asociado con amenazas y actividad es humanas".TWIGG, John.
Elección de tecnologías apropiadas para reducir desastres. En: Gestión de Riesgo y Ad aptación al Cambio Climático,
Tecnología y Sociedad Revista Latinoam ericana. Lima, 2006, n.° 7, p. 37.
3. T eniendo en cuenta que la pe rcepción del individ uo re specto a de terminad a in formación pue de estar sesgada
como consecuencia de factore s exógenos y endóge nos, la trans parencia implicará la elimi nación (en la medi da
de lo posib le) de dichos fa ctores para que el ind ividuo pueda apreciar esta info rmación de con m ayor nitid ez.
Mario F. Drago Alfaro / Carlos Rojas Klauer
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Así, c óm o percib an los in divid uos un riesgo,
influir á dir ectam ente en qu é ta n vulner ables
pueden ser fr ente a una amenaza. Una mejor
perc epció n, po r el contrario , redu ndará en una
me jor prepara ción y, por tanto , en un m enor
imp acto negativ o del desastre. Es en ese sentido
que nuestra inv estigac ión se enfoca en ve rificar
si el Derech o y Economí a Con ductua l es una
herra mienta útil para el estu dio de la perce pción
de l rie sgo y el im pa cto qu e los ses gos y
heurísticas p ueden ten er en la efic iencia social.
En estric to, buscam os v erifica r si la inclusió n
de as pec tos c on duc tua les a lo s m od elo s
económ icos del co mpo rta mien to huma no les
brin da capacid ad p redict iva al Derecho y a las
polít icas púb licas, es pecialmente en lo relativo
a la perce pción de riesgos en situac iones de
desastres. Para ello, realizam os un tr abajo de
inv est iga ción en la localid ad de Pisco Playa* 4,
en Pe, afecta da po r el ter rem oto de l 15 de
ago sto de 2007.
El prese nte traba jo se divi de en seis partes. Lue
go de la presente int roducc ión, la par te II define
qu é ente nde mos p or decis iones rac ionale s
desde el p unto de vista del AED y los problemas
que la propia d efinic ión p resenta. La secció n III
analiza la util ida d del co ncep to de rac iona lidad
acota da. La par te IV de scribe y analiza cómo
la perce pción del riesgo de desa stres infl uye
en la e labor ació n de regula ciones e ficientes.
La V secc ión apl ica el De recho y Ec onomía
Con ductua l al caso de Pisco Playa, a través de
la interp retació n de los resulta dos obtenid os
en nue stro trab ajo de campo. Fin almente , la
VI pa rte con cluye y otorg a alg unas re flexiones
sobre el tem a disc utido.
II. RACIONALIDAD CLÁSICA: UN CONCEPTO
INCONCLUSO
Uno de los postu lados f und ament ales del AED,
es qu e el ser huma no respon de a incentivos .5
En esa medida, el Derecho se c onvierte en un
in st ru men to par a los de ciso res de po lític as
públ icas, quien es utiliz arán al ord en amie nto
legal com o herramienta para reg ular d iversos
aspec tos de la v ida. Así, f omen tarán al gunas
co nduc tas m ient ras qu e im po nd rán costos
de transacc ión a otras, a fin de desa rrollar las
prime ras y evitar las segundas. De esta forma,
las normas no sólo buscarán la eficienc ia social,
sino que ello conte mplará , además, un efecto
red istrib utivo (en c onco rdancia con los post u
lados de la Escuela de New Ha ven),6 do nde los
bienes p erman ecerán en las manos de quien les
asigne mayor valor.
Pero, not em os que tod o lo ante rior tien e un
tra sfo ndo especial que mucho s pasan p or a lto.
Y es qu e el AED es, en esencia, una teoría del
co mporta mien to hu mano.
Haciendo un mil, podríamos dec ir que la transparenc ia es la colocac ión de anteojos a una persona con prob lemas
de vista. Dicha persona pued e ver la realidad, pe ro los anteojos le permit en verla de manera más clara.
4. El sector de Pisco Playa está confor mado por la zona adyace nte a la costa de la ciudad de Pisco. La zona de
Pisco Playa posee un ter reno inestable (zona de licuefac ción), s iendo cons iderada por el Ins tituto Nacional de
Defensa Civil como un lugar con "MUY ALTO RIESGO" para vivir (ver: mapa de pe ligros publica do por Defensa
Civil y apr obado por la M unicipalid ad Provi ncial de Pisco me diante Ord enanza Mu nicipal 0042008 MPP). No
obstant e, y a pesar que el te rremo to de 2007 dem ostró qu e las construccione s allí edificadas no pueden soportar
eventos naturales de dich a mag nitud, el lu gar conti núa siend o pobla do hab itado p or cientos de familias.
5. En el presente trabajo, entende mos "inc entivo" como c ualquie r acción o hec ho que genera una rea cción en el
com porta miento hum ano y que implic a que la pers ona tenga que to mar una decisión. Una forma ilustrativa de
ente nder los e fectos de un inc entivo en el com porta mien to es aquélla plantead a por Levitt y Dub ner:" [... ] una
bala, una palanca, una llave: con frec uencia se trata de un o bjeto minús culo co n un pod er sor prendent e para
cambi ar una situación [...]. Un incenti vo es sencillamente, un medio de e xhortar a alguie n a hacer más algo buen o,
y menos algo malo. Pero, la mayor parte de los incentivos no surgen de forma natural. Algui en u n economista ,
un po lítico o un padre tiene que inventarlos". LEVITT D., Steven y Stephen J. DUBNER. Freakonomics. Barcelona:
Ediciones B., 2006, pág. 30.
6. Para algunas referencias, ver: PINZÓN, Mario. Aproximaciones al Análisis Económico del Derecho: Bogotá: Universidad
Externado de Colombia, 2010, pág. 53.
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