Se quieren bajar la descentralización.

CargoPODER Y SOCIEDAD

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

I

En abril del año 2000, en una entrevista concedida a Augusto Álvarez Rodrich en la revista Debate, Pablo Macera anunciaba que "la violencia social puede ser mucho mayor de lo que algunos creen precisamente porque ya no existe violencia política". Después de catorce años resulta válido preguntar si existe un vínculo entre los senderistas y los sicarios o entre los cuadros, los militares y las pandillas urbanas. ¿Cómo podríamos definir, además, la violencia social? ¿Cómo la diferenciamos de la violencia política? ¿Cómo la articulamos con aquella delincuencia de cuello blanco, la que practican los funcionarios públicos, los integrantes de los partidos políticos, del Congreso y de otras instancias gubernamentales?

Las cárceles se han dividido por clases sociales: Lurigancho, Sarita Colonia y Castro Castro son el destino del pueblo en el más amplio sentido del término; Piedras Gordas está señalada para la delincuencia sofisticada, subversiva y vinculada con el narcotráfico; y San Jorge es para los delincuentes de cuello blanco, aquellos que comenten delitos económicos, y es entendida como la sucursal del Club Nacional. Las tres están sobrepobladas. Pero ¿sería posible establecer lazos entre estos tipos de prisiones?

La mayoría de las regiones donde ha explotado la violencia tiene un denominador común: hay dinero, hay relaciones entre los diversos actores, hay nexos entre el gobierno regional y local y, sobre todo, hay funcionarios que hacen negocio con los empresarios. Esto sucede en las regiones daparato formal de la economía y del Estado. El botón de muestra es la minería informal, que no podría actuar sin el aval del Estado o prescindiendo del mercado interno y externo.

II

En los últimos meses, los medios de comunicación han explotado al máximo las manifestaciones de violencia en el entorno de los gobiernos regionales. Es como si anticiparan que las elecciones de octubre de este año significarán mucho para las inversiones que se proyectan. La relación entre las grandes empresas y los gobiernos regionales resultan fundamentales. ¿Hasta qué punto el caso Conga, en Cajamarca, durante la gestión de Gregorio Santos, es un ejemplo a tomar en consideración, un referente, un aviso, una alarma para las futuras inversiones? ¿La desaceleración de nuestra economía se ve agravada con esta clase de gobiernos regionales? ¿El propio proceso de descentralización estaría cuestionado al funcionar políticamente con intereses contrarios a...

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