Ontología de la Justicia o la Clemencia del Príncipe

AutorVictor Samuel Rivera
Páginas218-228
PATIO
DE
LETRAS
ONTOLOGÍA
DE
LA
JUSTICIA
O
LA
CLEMENCIA
DEL
PRÍNCIPE
VíCTOR
SAMUEL
RIVERA
Licenciado
en
Filosofía
por
la
Pontificia
Universidad
Católica
del
Perú
SUMARIO:
1.
La
clemencia
del
Príncipe
2.
La
elevación
de
la
Custodia
3.
El
Príncipe
de
hinojos
1.
La
clemencia
del
Príncipe
Es
conocida
la
historia
de
aquel
homicida
campesino,
que
era
ve-
cino
de
Descartes
en
Holanda.
Un
buen
día
de
1646
ese
hombre
ha-
bía
encontrado
a
su
padrastro
mientras
éste
golpeaba
salvajemente
a
su
cuñado,
consecuencia
de
lo
cual
lo
mató.
Al
parecer
lo
mató
con
no
menos
salvajismo
que
la
furia
habitual
del
padrastro,
ya
que
el
crimen
fue
realizado
como
consecuencia
de
un
horrible
acceso
de
ira.
Sin
embargo,
quedaba
fuera
de
duda
que
el
asesino
fuera
un
buen
hom-
bre.
Tan
es
así
que,
convencido
de
que
era
innecesario
siquiera
hacer
uso
de
la
celda
local,
un
guardia
resolvió
liberar
por
su
cuenta
al
homi-
cida.
Esta
acción
le
valió
al
policía
ser
sometido
a
disciplina,
según
cuenta
el
propio
Descartes,
quien
no
dudaba
de
que
aquél
había
obra-
do
con
justicia
1
Como
sea,
para
sorpresa
del
homicida,
el
pueblo,
la
policía
y,
según
toda
evidencia,
también
del
propio
filósofo,
aunque
en
primera
instancia
el
reo
fuera
declarado
absuelto
y
otros
tribunales
de
mayor
jerarquía
habían
sido
de
igual
parecer,
una
Corte
Superior
re-
solvió
no
librar
al
pobre
vecino
de
una
condena
proporcional
al
delito.
Al
parecer,
el
pobre
campesino
debía
confrontar
la
pena
de
muerte.
Renato
Descartes,
a
instancias
de
la
familia
de
su
vecino
-seguramen-
te
conocedora
de
sus
contactos
sociales-
movió
entonces
cielo
y
tierra
para
intentar
conmutar
la
pena,
de
lo
cual
tenemos
aún
constancia
a
través
de
la
Carta
a
Constantin
Huygens
de
noviembre
de
1646,
así
como
por
otros
documentos
y
referencias
2.
De
la
apelación
de
Descartes
nos
queda
el
texto
relativamente
extenso
de
la
carta
citada,
así
como
las
muestras
de
interés
de
su
autor
por
el
desenlace
de
la
diligencia
y
la
suerte
de
la
familia
del
mo-
desto
campesino,
cuyos
bienes
con
seguridad
habían
sido
confisca-
dos3.
Al
parecer,
el
juicio
del
campesino
carecía
de
todo
error
procesal
1
Cfr.
Carta
a
Huygens
(padre)
del27
de
diciembre
de
1647,
AT
V
pp.
655-656.
Cito
de
acuerdo
con
la
edición
canónica
de
las
obras
de
Descartes
según
Char-
les
ADAM
y
Paul
TANNERY
(AT)
en
su
reedición
de
1996,
de
acuerdo
al
tomo,
página
y
línea,
cuando
es
necesario.
2
Un
relato
bastante
completo
del
episodio
(el
más
completo
que
conozco)
se
halla
en
la
maliciosa
biografía
de
Richard
Watson,
uno
de
cuyos
propósitos
es
acomodar
a
Descartes
como
un
ilustrado
individualista.
Creo
que
la
empresa
de
Watson
sólo
es
válida
trastocando
gravemente
el
sentido
filosófico
de
los
tex-
tos.
WATSON,
Richard.
Descartes,
el
filósofo
de
la
luz.
Buenos
Aires:
Vergara,
Grupo
Zeta,
2003
(2002),
pp.
220
y
ss.
Cfr.
también
RODIS
LEWIS,
Geneviéve.
Descartes.
Barcelona:
Península,
1996
(1995),
pp.
234
y
ss.
3
Watson
cita
una
presunta
Carta
a
Huygens
de
enero
de
1646,
fecha
que
sin
duda
es
una
conjetura,
pues
el
texto
que
acompaña
pertenece
una
carta
a
y
era
jurídicamente
intachable.
No
había
duda
de
que
las
razones
le-
gales
de
su
condena
eran
correctas:
el
dictamen
de
la
instancia
supe-
rior
que
la
había
resuelto
tenía
un
propósito
correctivo
respecto
de
la
liberalidad
del
policía,
quien
había
soltado
primero
al
campesino
y
de
la
aparente
benignidad
con
que
los
tribunales
inferiores
parecían
haberlo
exculpado.
Descartes,
sin
embargo,
no
estaba
de
acuerdo.
Como
hijo
de
una
familia
de
magistrados
y,
tal
vez,
también
como
abogado
graduado
y
bachiller
en
Derecho
que
era
por
la
Universidad
de
Poitiers,
después
de
todo,
algo
sabría
Descartes
de
administrar
justicia
y
no
habría
que
sorprenderse
de
su
alegato
4
Lo
curioso
es
que
este
alegato
contra
la
decisión
judicial
contiene
una
argumenta-
ción
bastante
extraña
para
un
racionalista.
En
realidad,
tanto
por
los
recursos
de
que
se
vale
como
por
las
instancias
de
verdad
a
las
que
recurre,
su
argumentación
es
aristotélica;
se
trata
de
apelar
a
la
cle-
mencia
y
alcanzar
el
perdón
del
reo.
¿Se
recurrirá
acaso
a
una
acla-
ración
de
la
ley?
¿Se
intentará
corregir
su
aplicación?
Pues
no.
Pero
tampoco
se
buscará
la
impunidad.
«Me
alegro
-dice
Descartes-
de
vivir
en
un
país
donde
se
castigan
con
rigor
los
crímenes,
ya
que
la
impunidad
hace
que
los
delincuentes
se
tomen
muchas
libertades»
5
En
realidad
se
trata
de
apelar
a
la
clemencia
bajo
el
supuesto
de
que
la
condena
no
es
incorrecta,
sino
al
contrario,
de
que
corresponde
con
la
aplicación
legítima
de
la
ley
bajo
el
presupuesto
de
que
el
orden
de
lo
legal
no
es
condición
suficiente
para
la
aplicación
de
la
justicia.
Para
ello
Descartes
seguirá
un
procedimiento
oratorio,
uno
de
cuyos
referentes
claros
es
el
llamado
a
la
piedad
de
acuerdo
con
los
parámetros
de
la
Retórica
de
Aristóteles
6.
La
estrategia
retórica
hace
recurso
a
lo
que
bien
podemos
llamar
una
hermenéutica
de
la
contingencia
moral.
Para
esto
se
basa
en
detalles
narrativos
del
caso
Huygens
que
Ada
m y
Tannery
fijan
(por
comprensible
ignorancia
de
datos
en
la
edición
original)
en
el
inviable
año
de
1648.
Prefiero
la
posición
de
Rodis
Lewis,
que
la
fecha
en
noviembre
de
1646.
Cfr.
AT
V
pp.
262
y
ss.
La
biografía
de
Watson
incluye
una
traducción
completa
de
la
carta;
aunque
procedente
del
inglés,
ha
terminado
siendo
la
única
traducción
disponible
en
español
que
exis-
te
hasta
donde
yo
sé.
Cfr.
también
Carta
a
J.
Van
Forest
deiS
de
enero
de
1647,
AT
X
pp.
613-614,
Carta
a
Huygens
del27
de
diciembre
de
1647.
4
Sobre
los
estudios
de
Derecho
de
Descartes
cfr.
GILSON,
Etienne.
Descartes,
Díscours
de
la
Méthode,
texte
et
commentaíre.
París:
Vrin,
1939
pp.
106-
108,
119.
5
«Je
suis
bien
aise
d'etre
en
un
pays
ou
les
crimes
soient
chatis
avec
rigueur,
pour
ce
que/'
impunité
des
méchant
leur
donne
trap
de
/icence".
AT
V
p.
263
l.
1-4.
La
transliteración
del
francés
antiguo
es
de
mi
responsabilidad
en
todos
los
casos,
así
como
las
traducciones,
salvo
que
se
indique
lo
contrario.
6
Cfr.
en
general
Rethoríca.
11
2.
Foro Jurídico

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR