El nuevo mestizaje

Por gonzalo Portocarrero. SociólogoEdgardo Rivera Martínez está por cumplir 80 años y la Casa de la Literatura le ha rendido un merecido homenaje. En los diarios también se ha tributado el reconocimiento que se debe al gran autor jaujino. La gratitud que le guardamos tiene fundados motivos, pues obedece a que Edgardo Rivera ha explorado una nueva manera de entender el mestizaje, una manera que anuncia un futuro posible, y mejor, para el Perú. Edgardo Rivera nos dice que podemos construir una sociedad más democrática, integrada y reconciliada, un país que logre superar los fantasmas coloniales que asedian a nuestro presente y que se originan en menospreciar lo propio y sobrevalorar lo ajeno, es decir, en la persistencia de actitudes de imposición y sometimiento.La sociedad peruana, una vez conquistada la independencia, pretendió defenderse del desgarro colonial con la teoría del mestizaje. ?Quien no tiene de inga tiene de mandinga? era la frase que rechazaba, pero también ocultaba, la realidad cotidiana del racismo y la discriminación. En realidad, la teoría criolla del mestizaje no hace justicia al componente indígena del Perú. Lo celebra como logro histórico, el imperio de los incas y sus monumentos, o, en todo caso, lo presenta como residuo exótico y curioso, pero no lo reconoce como realidad apreciable y bullente. Los límites de la propuesta criolla se han hecho visibles en la nueva Lima, la del ?desborde popular?, donde se producen y se multiplican los encuentros culturales.Entonces, el mestizaje es un proceso muy dinámico de encuentros y fusiones. Y la premisa práctica que permite la multiplicación de estos encuentros es admitir el valor, hasta hace poco negado, de las tradiciones indígenas. Antes, desde la propuesta criolla y el mundo oficial, el mestizaje era concebido como un proceso acabado, pues, supuestamente, ya se habría cristalizado una mezcla definitiva que hacía que la nación peruana fuera criolla y mestiza.El aporte de Edgardo Rivera Martínez debe entenderse como superación de esta mutiladora perspectiva oficial. Edgardo Rivera baja el mestizaje de las nubes ideológicas para mostrarlo como una realidad efectiva y cotidiana. Y el fundamento de esta nueva visión es la convicción democrática sobre la igualdad de los peruanos, convicción que lleva a valorar las tradiciones indígenas de la misma manera en que podemos considerar otros logros culturales.Este es el ?País de Jauja?, la utopía posible que Edgardo Rivera Martínez...

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