Nuevas caras en el banquillo de los acusados

AutorAlfonso García Figueroa
Páginas115-122
- 115 -
IV.
Nuevas caras en el banquillo
de los acusados
A
pesar del “tufillo triunfalista”158 que despiden las vías
tomistas, en nuestra primera instancia no ha quedado
probado de manera concluyente que Dios exista o al menos
no ha quedado probado que exista como un agente a quien
imputar responsabilidades. Más bien, los informes periciales
ontológicos y cosmológicos sobre la existencia de Dios sugieren
que no existen razones sólidas para afirmar que Dios exista y
de hecho resulta significativo que las explicaciones científicas
de nuestro tiempo puedan mantenerse en pie sin necesidad de
aludir a intervención alguna por parte de un Creador omnipo-
tente, omnisciente y omnibenevolente.
¿Podemos entonces suspender el juicio chambersiano y
archivar la causa sin más? Me temo que las cosas no son tan
sencillas. Actuar de ese modo sería cerrar el debate en falso
porque finalmente el creyente en Dios no suele atender a razones
como las que discuten los peritos ontológicos y cosmológicos
158 La sinestésica expresión es de M. fraijó, “Filosofía de la religión: una
azarosa búsqueda de identidad”, cit., p. 19.

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