No solo de pan vive el hombre

Por Profesor de la Escuela de Posgrado de la Universidad del PacíficoDurante las últimas semanas el gran tema de discusión ha sido la alimentación de la ciudadanía. La leche dejó de ser leche por unos días para luego volver a serlo y la carragenina ?elemento natural aceptado por autoridades sanitarias internacionales para su utilización en la industria alimentaria? se convirtió en la posible causa de extinción de los peruanos si no se tomaban medidas inmediatas. Toda esta situación fue originada por ciertos políticos ávidos de popularidad y a los que poco les importa investigar técnicamente una materia antes de generar pánico en la población, así como de un sector de la prensa que encuentra en el sensacionalismo una irresponsable manera de incrementar sus ventas.En el 2013 fue publicada la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable para Niños, Niñas y Adolescentes (30021), cuya vigencia estaba supeditada a la generación de su reglamento y que esperamos durante cuatro años hasta que vio la luz en el delicado contexto actual. Nadie discute la apreciable intención del Estado de contar con una legislación que promueva la alimentación saludable.El problema, sin embargo, es que esta contenga un facilista y políticamente correcto prejuicio de regular únicamente a la industria alimentaria, cuyos productos representan un porcentaje menor dentro de los alimentos que consumimos. Todo por el hecho de que se trata de trasladar el grueso de la carga regulatoria a aquellos sujetos o empresas que son más formales y escrupulosos en el cumplimiento de sus obligaciones, dando la impresión de una opulencia que los condena a exigencias de rigurosidad extrema.A menudo escuchamos comentarios de personas que dicen que un determinado alimento o bebida no son los mismos de antes porque tienen un sabor diferente pensando que ese fenómeno se debe a que la empresa fabricante está ahorrando dinero haciendo el producto más artificial. No obstante, son las grandes empresas alimentarias quienes efectúan importantes inversiones en investigación nutricional para adecuarse a...

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