Para no perder el tren

Aorta. Así podríamos llamar a la Carretera Central, al menos si tenemos en cuenta el papel que juega para un importante número de ciudades de nuestro país, transportando toneladas de carga y cientos de miles de pasajeros. El problema, sin embargo, es que esta arteria está cada vez más bloqueada.Efectivamente, en una nota publicada ayer este Diario dio cuenta de cómo 15 mil vehículos (en feriados largos la cifra sube a 20 mil) pasan por esta vía diariamente, a pesar de que fue diseñada solo para 5 mil. Se suma a esto que, como dijo Pedro Pablo Kuczynski en estas mismas páginas, anualmente transitan por ella 10 millones de toneladas de carga en camiones, cuando está hecha para soportar la mitad. Muchos de los vehículos que pasan por esta carretera son además ultrapesados, por lo que logran con dificultad ?y tremenda lentitud? subir por empinadas pendientes. Así, comenzamos a entender por qué un viaje a Huancayo, que hace dos años demoraba seis horas, puede requerir hoy de 12. Y también por qué, entre el 2011 y el 2013, los accidentes en esta zona han causado la muerte de casi 1.900 personas.Una manera de ir ?limpiando? esta arteria es con la ayuda del ferrocarril. De hecho, esto ya viene sucediendo en alguna medida, pues este transporta anualmente la carga de 300 mil camiones. Trescientos mil camiones, esto es, que de otra forma estarían circulando por la Carretera Central, Lima y el Callao. Sin embargo, el ferrocarril opera a menos de 20% de su potencial, revelándose como una alternativa subexplotada.Si se usara a su total capacidad, sería posible sacar provecho de las ventajas que tiene el ferrocarril frente a las carreteras. La más evidente tal vez se refiere al precio; actualmente es entre 20% y 25% más barato transportar carga por el ferrocarril. Agreguemos a esto la eficiencia ?una vía férrea es capaz de transportar cada año diez veces más carga y personas que una carretera de dos carriles? y la seguridad ?según el Gobierno Francés, esta es 60 veces mayor en las vías férreas que en las asfaltadas?. Ni qué decir del costo de mantenimiento: las carreteras se tienen que reasfaltar cada siete años, los trenes necesitan cambiar sus rieles cada 150.Siendo esto así, ¿por qué entonces no hay más empresas que prefieran transportar su carga en el ferrocarril? La culpa está en el Estado. Es este el que, a través de exoneraciones y...

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