¿Por qué no funciona y cómo debería funcionar la justicia ambiental en madre de dios?

AutorRodolfo Mancilla
CargoAbogado del consultorio jurídico gratuito. SPDA Madre de dios

Los delitos ambientales en nuestro país datan de 1991. En ese entonces el Código Penal nos hablaba de “delitos contra la ecología”. Años después se reorganizaron y fueron creados nuevos tipos penales ambientales mediante la Ley N° 29263, ante la llegada de la tercera fiebre del oro, la más devastadora comparada con las dos anteriores. Tiempo después se promulgaron adecuaciones y modificaciones mediante los Decretos Legislativos 1100, 1102 y 1237, incrementándose las penas para estos delitos. La criminalidad ambiental merecía ser combatida severamente porque se descontrolaba la tala ilegal, pero más la minería ilegal, catalogada actualmente como crimen organizado (D.L. 1244).

En el 2008 se crearon las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental con la misión de combatir los delitos ambientales. Esto significó un hito y un gran avance en la lucha contra los ilícitos ambientales en nuestro país. En el ámbito administrativo también hubo importantes avances: se fortaleció la institucionalidad ambiental con la creación del Ministerio del Ambiente y de importantes organismos como el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental – OEFA, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado – Sernanp y el Servicio Nacional para la Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles – Senace.

Para entonces, en Madre de Dios se desencadenaban los primeros problemas socioambientales. No se sospechaba que estos tendrían un desenlace trágico para todo el país. Por el grado de sus impactos ambientales, resultó siendo la región donde ocurrirían con mayor incidencia los delitos ambientales, siendo la minería ilegal y tala ilegal los causantes de la mayor deforestación que ahora aqueja a la Capital de la Biodiversidad.

En el 2008, la deforestación en Madre de Dios llegó a 10 503 hectáreas, prácticamente duplicando la cifra del 2001 (5 603 hectáreas).

En el 2016, la deforestación anual fue de 17 055 hectáreas.

El largo camino para conseguir justicia ambiental en Madre de Dios

Hablando concretamente sobre el desarrollo de procesos penales ambientales, su éxito está sujeto a muchas variables que dependen del nivel de operatividad de los distintos actores que intervienen en un proceso: los denunciantes de un lado, que en Madre de Dios en su mayoría son agricultores o concesionarios forestales; los fiscales ambientales como titulares de la acción penal y que laboran con apoyo de la Policía Ecológica; la Procuraduría del Ministerio del...

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