Kurdos: la barrera contra los terroristas

Por Francisco Carrión. Desde ErbilIraq no volverá a ser lo que fue. La frase se repite en boca de analistas y políticos desde que el 9 de junio el Estado Islámico de Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) capturara Mosul, la segunda ciudad del país árabe. En las últimas dos semanas, los yihadistas ?curtidos en la cruenta guerra civil de la vecina Siria? han avanzado hacia Bagdad ante la parálisis del primer ministro chiita, Nuri al Malaki, y el colapso de su Ejército, que abandonó sus posiciones sin ni siquiera ofrecer resistencia. ?Nos obligaron a retirarnos. ¿Qué podíamos hacer si fueron los comandantes los primeros que huyeron??, declara a El Comercio el cabo Shaalan Abdulwahad, que vestido de civil huyó hacia el Kurdistán iraquí la misma noche que los insurgentes sunitas se hicieron con el control de la villa, asaltaron sus entidades bancarias y tomaron el arsenal dejado por los soldados.Desde entonces, los extremistas han enfilado el camino hacia el sur del país. Una de las refriegas se libra en Baquba, a tan solo 60 kilómetros al norte de la capital. Para detener la ofensiva y mitigar la inoperancia de las Fuerzas Armadas, el Gobierno Central ha abierto centros de reclutamiento de voluntarios y ha prometido salarios a quienes viajen hasta el frente para luchar contra el ISIS agravando las tensiones sectarias.Pero la verdadera barrera contra la expansión de los yihadistas se levanta en la frontera con la región autónoma de Kurdistán, en el noreste del país. En su borde se han desplegado miles de peshmergas (tropas kurdas) ocupando las plazas de las que desertó el Ejército iraquí. ?Estoy aún sorprendido por el colapso del Ejército. Deberían preguntar a Bagdad las razones. Nuestras fuerzas son leales y están comprometidas con lo que hacen. No somos empleados de un ejército a quienes solo les preocupa recibir su salario?, explica a este diario el general kurdo Sharko Fateh, comandante de la primera brigada de la ciudad de Kirkuk, cuyo control se han disputado históricamente el Gobierno Central y autonómico. Desde la ofensiva del ISIS, Kurdistán se ha anexionado de facto este enclave, lo que ha provocado el deterioro de las relaciones entre Bagdad y Erbil.?Nuestro despliegue es un muro de protección contra el ISIS. Si no hubiéramos tomado las posiciones del Ejército iraquí, habría caído en manos de los terroristas y hubiera resultado desastroso?, explica Fateh en el puesto de control que marca la frontera entre los batallones kurdos...

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