De la guerra fratricida a la alianza estratégica

Por Carmen MCevoy. HistoriadoraEl 17 de setiembre de 1884 y anticipando la celebración de las Fiestas Patrias, los santiaguinos recibieron con júbilo al último contingente de expedicionarios que regresaban del Perú. En el histórico evento, Isidoro Errázuriz analizó las consecuencias de la guerra sobre el Estado y el ser nacional. El engrandecimiento territorial y la entrada de la República a ?la edad viril? eran, según el renombrado político liberal, los efectos concretos de esa apuesta iniciada en 1879. Así, lo ocurrido en Chile fue ?una transformación profunda y de consecuencias incalculables?. En esta hazaña, el antiguo satélite colonial del otrora poderoso virreinato peruano no solo maduró sino que abandonó su tradicional aislamiento. Esto determinó la plena incorporación de la República de Chile a la comunidad internacional ?con sus pasiones e intereses, sus zozobras y grandezas, sus solidaridades y antagonismos?. No describiré lo que acontecía en Bolivia y el Perú mientras miles de banderas flameaban en Santiago. Lo que quiero plantear es que las palabras de Errázuriz celebrando la transición política y económica de Chile, a partir de su victoria militar, son aún relevantes. Considerando que el fallo de La Haya emitido el lunes pasado ha definido la última frontera que le faltaba delimitar al Perú, permitiéndole además recuperar decenas de miles de kilómetros cuadrados de mar, el triunfo de su diplomacia marca un antes y un después en su historia republicana. Resulta absurdo utilizar el concepto del ingreso del Perú a su ?edad viril?, utilizado por Errázuriz para exaltar a Chile. Ello porque los tiempos no están para conceptos indudablemente sexistas. Sin embargo, el logro peruano, sustentado en una política de Estado, muestra una profunda transformación que rectifica la afirmación que sobre el Perú hizo alguna vez Benjamín Vicuña Mackenna. Para el antiguo defensor del americanismo, el país que alguna vez le otorgó asilo era ?un conglomerado de tribus, sin Estado y sin sentido de nación?. Estas palabras, obviamente, buscaban relevar la fortaleza política y la superioridad cultural de ese Chile decimonónico que él defendió con ardor.Además de permitirle sellar su última frontera con sus vecinos, el fallo de La Haya ayuda a que el Perú revierta, al menos de manera simbólica, un ciclo de subordinación frente al antiguo enemigo. Un renovado encuentro con los límites claros y una soberanía refrendada por una corte de justicia internacional...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR