Por la grandeza de un país unido

Por Alberto j.vermePor el 28 de julio, pensé oportuno compartir con nuestros lectores una reciente tertulia en Bruselas sobre la actualidad del Perú y las simpáticas observaciones de varios representantes de países de la Unión Europea.Aludí al empezar mi presentación a la valentía de nuestros antepasados que llevaron hasta las cimas piedras de tonelaje inimaginable sin contar con rueda ni caballos. Me interpeló entonces el representante de Alemania: ?Comprendo su entusiasmo, pero prefiero que nos dé cifras?.Respondí que el Perú es, junto a China y Vietnam, el país de mayor crecimiento durante las dos últimas décadas. No tenemos problemas de endeudamiento, contamos con un sistema bancario saludable, nuestra calificación crediticia es de las mejores del continente. Además el desempleo se mantiene bajo y somos autosuficientes en materia energética.Insatisfecho, el alto funcionario teutón insistió: ?¿En qué sobresalen??. Respondí: ?En minerales, en productos agroindustriales y en nuestra oferta turística?.Cortés y muy atento, el representante belga me interrumpió: ?¿No le parece que sus ventajas son del siglo pasado? ¿Qué están haciendo en materia de comercio electrónico, ciudades inteligentes y energía renovable??.Sin ofenderme, le respondí que considerábamos prudente ahondar en las ventajas mencionadas para más adelante diversificarnos hacia nuevos sectores sobre una base sólida. Tenemos buen alcance en nuestras redes de banda ancha para fomentar el comercio electrónico, nuestra energía depende de los ríos y del gas natural, y se están expandiendo los parques eólicos y los paneles solares en el desierto costeño. Y antes de pensar en ciudades inteligentes, debemos priorizar, como hace el actual gobierno, el acceso al agua para toda la población.Lo único constante en la vida es el cambio, me recordó el representante de Polonia, quien luego preguntó sobre la sostenibilidad de nuestro crecimiento: ?¿Cómo piensan mejorar su competitividad??. ?A través de inversiones en infraestructura y educación?, le respondí sin dudar. A lo que el polaco, cuya insignia en el ojal sobresalía por sus colores rojiblancos, replicó: ?Nosotros estamos haciendo lo mismo. Pero, a pesar de tener una base educativa amplia y moderna, en Europa nos hemos quedado rezagados. Tenemos que mostrar servicios aeroportuarios tan sofisticados como los del Medio Oriente y los asiáticos, pero no lo hacemos?.Pensaba que solo un español, un italiano o un...

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