Goodbye, Lula

Por Periodista y politóloga brasileña?Yo no pararé, porque no soy un ser humano, soy una idea, una idea mezclada con la idea de ustedes?, asevera con su voz ronca quien fue ?y sigue siendo? el líder político más importante de Brasil, tanto para quienes lo odian como para quienes lo aman. Desde la sede del Sindicato de los Metalúrgicos, Lula habla para una masa militante, antes de ser arrestado. En el escenario hay partidarios, herederos políticos, miembros de la clase artística y de la Iglesia Católica. Podría ser la descripción de aquel 19 de abril de 1980, su primer encarcelamiento bajo dictadura, pero es 2018. Y mucho ha cambiado. En los últimos días los brasileños hemos vivido con más intensidad dos narrativas que dividen al país. La primera, que hay un golpe institucional que sacó a Dilma Rousseff del poder y cuyo objetivo final se habría cumplido: que Lula no sea candidato a la presidencia. En la otra, se cree vehementemente que estamos viviendo nuestro mejor momento democrático, en el que las instituciones funcionan, se combate ?el mecanismo? de la corrupción y la ?ley es para todos?. Como se dice en Brasil, ni 8 ni 80. Lula, a diferencia de lo que vivió en los sombríos años dictatoriales, enfrentó un proceso criminal que respetó las normas institucionales y tuvo derecho a defensa. La discusión, por lo tanto, no es si existen pruebas para condenar al ex presidente, sino si estas son consistentes y suficientes. Un cuestionamiento común es sobre una posible arbitrariedad en las condenas fruto de operaciones anticorrupción de la Policía Federal. La clásica pregunta ¿por qué Aécio Neves (PSDB, ex candidato presidencial) sigue en libertad? tiene más relación con un desequilibrio generado por el fuero privilegiado que por una conspiración de los tres poderes con el afán de sacar al Partido de los Trabajadores del gobierno. Incluso, los tiempos de la Operación Lava Jato corren mucho más rápido en primera instancia (en la cual Lula fue enjuiciado) que en el Supremo Tribunal Federal (donde Aécio fue absuelto). Asimismo, se puede observar un declive en el nivel de democracia en los últimos años. De acuerdo con V-Dem, un termómetro de la democracia, en una ponderación de 0-1, donde 1 ejemplifica un régimen democrático, Brasil cae a partir del 2015 de lo que venía siendo una constante de aproximadamente...

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