Un Gobierno que perjudica al pueblo

Por Jaimede Althaus

La democracia liberal o representativa se diferencia de la democracia directa en que está diseñada para poner límites al poder a fin de proteger las libertades y derechos individuales. La democracia directa puede ser muy abusiva y convertirse en la dictadura de la mayoría. Se presta al protagonismo de demagogos. Por eso, Aristóteles explicaba que la democracia (directa) inevitablemente degenera en demagogia.La utilización del ?pueblo? como fuente de autoridad para tomar decisiones políticas es aún más peligrosa porque ni siquiera hay una votación de por medio, sino la interpretación de dicha voluntad realizada por un partido que se autodefine como vanguardia iluminada del pueblo. Y lo que ocurre es que el partido proyecta su ideología sobre la población y ve demandas que no existen.Así, mientras, según las encuestas, la gente demanda reactivación económica, la bancada gubernamental presenta un proyecto para la asamblea constituyente y el partido recoge activamente firmas para el referéndum. Esto socava toda reactivación económica porque siembra profunda incertidumbre, pues la constituyente será un medio para concentrar poder político y económico. La consecuencia es el alza del dólar y, por lo tanto, de los alimentos y otros bienes, perjudicando la economía popular.El Gobierno actúa entonces contra el pueblo que dice encarnar. Pero es más grave porque anuncia medidas diseñadas para excluir al pueblo en beneficio de la nomenklatura partidaria y sindical. El ministro de Trabajo ?el exsenderista Iber Maraví? promete un conjunto de políticas que no harán sino encarecer el costo de la formalidad laboral, de modo que la barrera para acceder a derechos laborales se volverá aún más difícil de superar. Se condena así al 75% de los peruanos a la informalidad, que constituye la mayor desigualdad estructural de nuestro país y una de las más escandalosas del mundo, y que el ?premier? Bellido calificó hipócritamente de ?indignante? en su discurso al Congreso.¿Y en beneficio de quién? Pues del status quo sindical y...

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