Explotación sexual de niñas y adolescentes y narcotráfico en el VRAE y el trapecio amazónico.

Autordel Pilar Mej
CargoTIERRA ADENTRO

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

El 12 de febrero de 2012 fue capturado el "camarada Artemio", último cuadro del Comité Central de Sendero Luminoso y cabecilla del Comité Regional del Huallaga. Después de este importante suceso, se habló que el siguiente objetivo en la lucha contra el terror sería el "camarada José", asentado en el convulsionado valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), primer productor de hoja de coca en el mundo y de refinamiento de cocaína en el Perú.

Es muy común que en los debates sobre la subversión y el narcotráfico se omita hablar de la infancia. El lector se preguntará qué tienen que ver los niños en este asunto. Pues mucho.

Para nadie ya es un secreto que Sendero Luminoso recluta niños en la zona del Vizcatán y los adoctrina política y militarmente, y que en esta y otras zonas cocaleras los niños son explotados por el narcotráfico. (1)

A estos dos problemas se suma la explotación sexual de niñas y adolescentes, práctica bastante extendida en valles cocaleros como el del VRAE y el trapecio amazónico. En estas zonas, los escenarios comunes de explotación sexual de niñas son principalmente los bares y los campos en donde se transforma la hoja de coca en droga.

En todo el Apurímac Ene, desde Pichari hasta Santa Rosa, pasando por Llochegua, San Francisco, Kimbiri y Sivia, funcionan cantinas donde las niñas son explotadas sexualmente. Aestos lugares se les conoce con el nombre de prostibares.

Los prostibares han aumentado considerablemente conforme ha ido cobrando mayor importancia la actividad económica derivada del narcotráfico y del lavado de dinero.

La mayoría de estos locales son pequeños, tienen pisos de tierra y techo de paja del que pende un solitario foco rojo. Las paredes, generalmente de carrizo, están cubiertas con afiches de mujeres que visten diminutas ropas interiores y de artistas de fama internacional.

Al fondo de estos locales cuelga una cortina roja detrás de la cual, en el mejor de los casos, hay cuartos, y la mayoría de veces, solo colchones que sirven para los intercambios sexuales.

Estos "negocios" son atendidos por niñas y adolescentes provenientes de Cusco, Ayacucho y Junín que han sido captadas con engaños por varones que les ofrecen trabajo en el negocio de la coca y un futuro mejor.

Ellas se encargan de despachar la cerveza y de estar prestas a los requerimientos de los clientes, pues cuando estos quieren "algo más" están obligadas a atenderlos. Trabajan bajo la atenta mirada de sus patronas, con quienes...

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