Érase una tableta llena de promesas de triunfos

Cuando los futuristas aún no soñaban con el todopoderoso multiusos del Smartphone, el uso de una “tabla cibernética” en donde apuntar o captar información mientras te movías de un lado a otro era algo presente. Los fanáticos de la serie sesentera Star Trek lo saben. La ciencia ficción y el espacio exterior de aquel entonces ligaban bien en el cine con esas libretas portátiles que hasta video llamadas permitían. Y es quizá por eso que este siglo, cuando finalmente se volvieron una realidad palpable, fueron recibidas con mucho entusiasmo.

Si bien la madre de las tabletas actuales, con intuitiva pantalla interactiva, fue lanzada por Apple en el 2010, los primeros modelos salieron de la mano de su archirrival comercial Microsoft una década antes. Eso sucedió en el 2001, poco después de que Nokia, otro líder del mercado de celulares, diseñara un prototipo de tableta que era una evolución del PDA, una especie de libreta o agenda electrónica pequeña, en donde se podía tomar nota con un lapicero electrónico.

En el camino –entre esos primeros modelos no tan intuitivos ni funcionales y la coqueta iPad– hubo en la industria varios intentos de crear un dispositivo intermedio entre la notebook y la PC. El usuario necesitaba acceder a la data de su computadora y ejecutar determinados programas, sobre todo el ámbito corporativo, en un dispositivo ligero. Así surgieron las netbook, que era como las laptops, pero más chiquitas y con menor capacidad de procesamiento. No triunfaron.

Apple marcó la disrupción de la industria de aquellos años con ese iPhone de pantalla táctil que permitía hacer mucho de lo que haces en una PC en la palma de la mano y lo completó con el iPad, tan amigable y funcional como su teléfono. Ambos, sin embargo, no eran baratos y la verdadera manifestación vino con Android, de Google, que llevó ese mismo estilo amigable a precios más accesibles vía Samsung y otros fabricantes de PC y teléfonos.

Entre el 2012 y 2013, el entusiasmo por esta nueva categoría intermedia entre el PC y el teléfono cobró fuerza por todo el mundo. Todas las marcas importantes tenían su propia versión de tableta y la ofrecían como un posible reemplazo de la PC.

EL teléfono era cada vez más inteligente, pero no tenía todas las peculiaridades ni el tamaño de pantalla de las tabletas y fue ganando popularidad.

En nuestro país, según Velarde, analista de Domingo Consultores, se empezó a importar poco más de tres mil tabletas en el 2010. Para el 2012 ya ingresaban al...

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