Entender los conflictos.

AutorBedoya G., C
CargoTIERRA ADENTRO

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Es necesario saber de qué se tratan los conflictos sociales y ambientales para, en consecuencia, poder desplegar acciones que los prevengan y, en la medida que hayan escalado, distinguir qué mecanismos son los más adecuados para su abordaje y transformación. Es importante tener un enfoque que dé sustento a las estrategias, metodologías y protocolos para hacer frente a este tipo de conflictos. Más ciencia y menos improvisación es el aprendizaje que debemos derivar de estos últimos años.

Cerrado el ciclo de la violencia desatada durante los años del conflicto armado interno que vivió el Perú entre las décadas de los ochenta e inicios de los noventa, se abrió una nueva etapa de disminución ostensible de la conflictividad en el país, pero por poco tiempo. Si bien durante el gobierno de Alberto Fujimori los conflictos sociales no fueron necesariamente la orden del día por razones de diversa índole, es cuando se sientan las bases estructurales sobre las que se configuraría una nueva etapa en la conflictividad social en el país, donde poco a poco, de acuerdo a la evidencia empírica, serán los de carácter socio-ambiental los que prevalezcan hasta nuestros días.

Siguiendo con el apretado análisis, durante el gobierno de Alejandro Toledo la tendencia empieza a configurarse y adquirir un poco el perfil que ahora mantiene sin muchas variaciones. Una primera oleada de conflictos sociales básicamente de carácter laboral, referidos a las características del modelo económico (privatizaciones), asuntos territoriales y de disputas alrededor de la gestión local. A estos se irían sumando con mayor presencia los conflictos desplegados en torno a las actividades extractivas, sobre todo la minería, en donde los actores de la disputa son las empresas y las comunidades vecinas. Durante el segundo gobierno de Alan García la tendencia se acentúa, pasando a comandar las estadísticas sobre conflictos--trabajadas escrupulosamente por la Defensoría del Pueblo desde el año 2004--los denominados conflictos socio-ambientales, característica que se mantiene a la fecha. Según la Defensoría, del total de conflictos sociales registrados al año más o menos la mitad son los de carácter socio-ambiental. En la mayoría de ellos, aproximadamente el 70%, están involucrados como actores primarios las empresas mineras, las comunidades y agentes públicos y, de ese total, casi un 85% se despliega en zonas rurales andinas que muestran los más altos índices de pobreza y exclusión.

La conflictividad de la que damos cuenta no se dio en un vacío. Hubo un contexto determinante que coincide con la instauración de un modelo de crecimiento que pone el acento en la exportación de materias primas, una fase expansiva de la economía nacional que hoy se muestra en una serie de indicadores como son la inversión, las exportaciones, el producto bruto interno. En general, una economía en franco crecimiento, pero con una marcada característica: su segmentación. Sectores que crecen más que otros, grupos sociales que se benefician más que otros, y unos que se mantienen casi en las mismas condiciones de...

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