Eficiencia de la corrupción: Sistemas burocráticos corruptibles e implementación de soluciones gubernamentales

AutorGuillermo Flores, Alejandro Mendighetti, Romina Necochea
Páginas155-165
Eficiencia
de
la corrupción: sistemas
burocráticos corruptibles e
implementación
de
soluciones
gubernamentales
<
nunca entenderán
las
burocracias
hasta
que
hayan
comprendido
que,
para
los
burócratas,
el
procedimiento
lo
es
todo
y
los
resultados
son
nada.>)
Thomas So\vell-economista americano
Nota:
El
presente
artículo
pretende
que
el lector
sea
introducido
al análisis
de
problemáticas
de
índole
legal
mediante
la aplicación
de
teoría
de
juego. Siendo así, este artículo
desarrolla
el
esquema
básico
para
implementar
el
indicado
análisis, el cual consiste
en
definir el
juego
y
sus
sub-juegos,
determinar
quiénes
son los
jugadores
implicados,
establecer
todas
las variables aplicables y
desarrollar
una
solución
con
la
combinación
de
estas
últimas.
Al
ser
un
artículo
introductorio,
no
se
han
desarrollado
los
diversos
teoremas
afines a teoría
de
juego, los cuales se
desarrollarán
en
artículos posteriores.
GAME
THEORY
THINK
TANK
gtcenter@pucp.edu.pe
Flores,
Guillermo
Mendighetti,
Alejandro
Necochea, Romina
El
Estado
suele
proveer
servicws
a
los
usuarios
a bajos precios (cercanos o
iguales
al
costo
de
producción)
y
en
una
base
first-come-
first1,
por
razones
de
igualdad
entre
éstos. En
ciertos casos, los
funcionarios
que
distribuyen
los servicios
provistos
por
el
Estado
requieren
algún
tipo
de
pago
indebido
por
parte
de
los
usuarios
para
otorgarles
el servicio
según
las
características
que
éstos
desean,
lo
que
configura
un
acto
de
corrupción.
Ciertas
veces,
un
acto
de
corrupción
puede
considerarse
eficiente, si
permite
una
mejor
distribución
del servicio
que
el
procedimiento
regular,
satisface
las
reales
necesidades
del
usuario
y
no
quebranta
la
ley
ni
genera
externalidades
negativas
en
la
sociedad.
Asimismo,
el
acto
de
corrupción
eficiente
podría
generar
una
mayor
eficiencia del sistema
en
conjunto.
El
presente
trabajo
es
una
aplicación
de
teoría
de
juego
que
pretende
lograr
convencer
al lector
de
que
la
comisión
de
ciertos actos
de
corrupción
eficiente
podría
ser
sólo
el reflejo
de
una
falla
de
mercado,
provocada
por
la
desidia
en
la
actuación
del
Estado.
Asimismo,
planteamos
dos
(2)
soluciones
al
problema
en
cuestión,
las
cuales
podrían
ser
fácilmente
implementadas
por
el Estado,
reduciendo
los
niveles
de
corrupcwn
existentes
considerablemente.
l.
La
creación
de
la
corrupción:
la
corrupción
como
falla
en
el
mercado
Al
hablar
de
corrupción
nuestras
mentes
parecieran
llevar
a
cabo
un
acto-reflejo,
asumiendo
que
la
comisión
de
un
acto
de
este
tipo
es
siempre
una
cuestión
de
decisión
personal
y
netamente
moral.
Siendo
así,
hemos
asumido
que
cada
una
de
las
personas
presenta
una
predeterminación
a
ser
corrupta
u
honrada.
Pero,
siendo
sinceros,
¿usted
nunca
se
ha
visto
envuelto
en
un
acto
que
se
considere
socialmente
poco
ético?
Es decir,
¿usted
nunca
ha
copiado,
o
dejado
que
copien,
en
un
examen?,
¿nunca
ha
pagado
a
un
policía
para
evitar
una
multa?,
¿nunca
se
ha
«colado»
en
la fila
de
algún
evento?
Si
usted
nunca
ha
cometido
uno
de
los
anteriores
u
otro
acto similar,
déjeme
decirle
que
lo
admiramos.
Firsf··mnlc}irst
basis
implica
que
el
funcionario
atiende
a
los
usuarios
según
el
orden
de
llegada
de
sus
solicitudes,
lo
cual
genera
una
supuesta
igualdad
entre
los
mismos,
ya
que
acceden
al
servicio
según
el
orden
de
arribo,
y
no
según
su
capacidad
económica.
EFICIENCIA DE
lA
CORRUPCIÓN
Si,
en
cambio,
usted
ha
cometido
uno
de
los
arriba
mencionados,
queremos
decirle
que
no
lo
juzgamos.
Nosotros
entendemos
que
la
comisión
de
un
acto
de
corrupción
no
siempre
es
cuestión
de
buenos
valores,
sino
que
suele
responder
a factores
de
índole
económico.
Asimismo, la decisión
de
cada
individuo
de
ser
corrupto
no
bastaría
para
la creación
de
un
aparato
de
corrupción,
aun
cuando
la
decisión
fuera
adoptada
mayoritariamente.
Para
que
tal
aparato
exista es
necesario
que
el
sistema actual
incentivos
positivos
para
su
existencia.
En ese sentido, cabe
mencionar
que
existen
servicios
que
el
Estado
viene
proveyendo,
pero
no
según
las características
que
los
usuarios
desean
que
éstos
tengan.
Ciertamente,
muchas
de
esas
modalidades
deseadas
por
los
usuarios
implicarán
el
quebrantamiento
de
la ley,
por
lo
cual
no
podrán
ser
provistas
por
el
Estado.
Sin
embargo,
el
problema
nace
cuando
tales
servicios
podrían
ser
provistos
de
la
manera
deseada
por
éstos
sin
quebrantar
la ley,
pero
el
Estado
decide
no
hacerlo.
En
tales
casos,
aunque
el
usuario
haya
decidido
ser
honesto,
sólo le
quedará
recurrir
a
algún
funcionario
corrupto
para
que
éste le
provea
el
servicio,
adaptándolo
según
las
características
deseadas.
Asimismo,
si
el
funcionario
corrupto
puede
otorgar
el servicio
adaptado
sin
quebrantar
la ley (el cual
debería
proveer
el Estado) se
nos
está
dando
luces
de
que
la
infraestructura
puede
ser
mejor
aprovechada,
pero
que
el
gobierno
ha
establecido
una
política
inadecuada
o,
cuando
menos, protectivista.
La política
sería
inadecuada
dado
que
el
Estado
podría
establecer
una
en
que
se optimice
el
uso
de
la
infraestructura
y el
servicio
adaptado
sea
provisto,
con
lo
que
la
corrupción
desaparecería,
pero
decide
no
hacerlo.
Por
otro
lado,
la política sería
también
protectivista,
dado
que
el
Estado
es consciente
que,
de
establecer
una
política
adecuada,
corre
el riesgo
de
sobrecargar
la
infraestructura,
por
lo
que
prefiere
no
implementarla
para
no
asumir
el
potencial
costo político.
En estos casos el
Estado
sería el
responsable
de
la existencia
de
la corrupción,
dado
que,
en
su
desidia,
ha
decidido
no
proveer
el servicio
adaptado
para
el
nuevo
mercado,
con lo
que
se
ha
generado
una
falla
en
el
mercado
y los
usuarios
no
tienen
otra
salida
que
acceder
al
sistema
de
corrupción.
Así, el
Estado
habría
generado
y
vendría
permitiendo
la existencia
de
cierta corrupción
eficiente.
En
ese
sentido,
denominaremos
corrupción eficiente
sólo
a
aquellos
actos
de
corrupción
provenientes
de
la
prestación
del
servicio
adaptado
por
parte
del
funcionario
al
usuario,
según
las características
deseadas
por
éste,
sin
quebrantar
la
ley
ni
generar
externalidades
negativas
hacia la
sociedad.
Cabe
señalar
aquí
que
los
autores
del
presente
artículo
no
desean
promover
la
denominada
corrupción eficiente al
interior
del
aparato
burocrático
estatal.
La
corrupción
debe
desaparecer,
pero
de
tal
forma
que
la
mayor
eficiencia
generada
no
sea
eliminada.
Esto
puede
lograrse
mediante
la decisión
política
del
Estado
de
empezar
a
proveer
los
servicios
adaptados
que
los
funcionarios
vienen
distribuyendo,
pero
únicamente
aquellos
que
encajen
en
el
concepto
de
corrupción
eficiente
arriba
definido.
De
esta
manera
el
Estado
«formalizarÍa>> el
mercado
de
corrupción
eficiente existente.
Pero,
en
tanto
esto
no
ocurra,
como
dijera
un
amigo
nuestro,
más
vale
una
mafia
organizada
que
un
Estado
desorganizado.
11.
La
corrupción
sin
robo
En esta sección,
creemos
necesario
delimitar
la
corrupción
a ser
analizada
como
parte
del
juego
que
desarrollaremos.
Como
ya
hemos
señalado,
nuestro
análisis
estará
dirigido
a
aquellos
actos
de
corrupción
por
los
cuales
los
funcionarios
públicos
distribuyen
servicios
que
han
adaptado
respecto
de
la
forma
original
establecida
para
éstos
por
el Estado,
pero
que
no
quebrantan
la
ley
ni
generan
externalidades
negativas.
Un
ejemplo
sería
aquel
acto
por
el cual
un
funcionario
otorga
una
licencia a
un
usuario
en
un
menor
tiempo
al establecido,
pero
sin
darle
una
licencia
que
no
merezca.
A
esto
hemos
denominado
corrupción
eficiente.
Así,
nosotros
sólo
desarrollaremos
aquella
corrupción
eficiente
que
se genere bajo el siguiente
modelo:
El
Estado
provee
servicios a los
usuarios
a bajos
precios
y
en
una
base
first-come-
first.
Al
ser
que
el
servicio
original
provisto
por
el
Estado
no
satisface las
necesidades
del
usuario,
el
funcionario
adapta
el
servicio
originJl
según
los
requerimientos
del
usuario,
pero
sin
otorgarle
un
derecho
que
no
le
corresponda
y
sin
quebrantar
la ley. Los
requerimientos
del
usuario
consistirán
en
que
el
servicio
sea
prestado
en
un
lapso
de
tiempo
menor
que
el establecido
para
este trámite.
El
modelo
descrito
encajaría,
con
algunos
cambios,
dentro
del
concepto
denominado
por
DRUGOV
como
corrupción sin
robd:
«( ... )
permítannos
definir
dos
tipos
de
corrupción.
Si
un
burócrata
requiere
un
soborno
por
un
servicio
o
acción
considerados
legales,
esto
es
corrupción
sin
robo. Este es el caso,
por
ejemplo,
de
una
compañía
con
una
tecnología
limpia
(una
firma
calificada)
que
es
extorsionada
por
un
burócrata
para
obtener
la certificación
de
esa tecnología
que
es
claramente
adecuada.
El
segundo
tipo es
corrupción
con robo: el
burócrata
pide
dinero
para
llevar
a cabo
una
acción
o
servicio
ilegal.
Este
el
caso
de
una
compaí1ía
contaminante
(una
firma
no
calificada)
que
<>
un
certificado
del
burócrata.
( ... ) La diferencia crucial
entre
los
dos
tipos
de
corrupción
es
que
la
corrupción
con
robo
impone
una
externalidad
negativa
sobre
el
resto
de
la
sociedad
en
la
forma
de
polución,
impuestos
no
pagados,
etc.
De
hecho,
un
burócrata
y
una
firma
se
coluden
contra
el
gobierno
(la sociedad); ellos «le
roban>>.
En
cambio,
la
corrupción
sin
robo es inocua,
dado
que
los
sobornos
pagados
son
simplemente
transferencias
entre
las firmas y los burócrataS.>>
Es decir, la corrupción
con
robo
implica
la
adquisición
de
un
derecho
que
no
le
corresponde
legalmente
al
usuario,
por
lo
que
no
hubiera
podido
ser
adquirido
por
éste sin
el
pago
de
un
soborno. En cambio, la
corrupción
sin
robo
es
el
pago
por
un
derecho
que
legalmente
le
corresponde
al
usuario,
por
lo
que
puede
ser
obtenido
sin
el
pago
de
un
soborno.
En ese
sentido,
el
concepto
de
cormpción
eficiente es
similar
al
concepto
de
corrupción
sin
ro/Jo
desarrollado
por
Drugov,
dado
que
en
ambos
casos se habla del
pago
realizado
por
el
GAME THEORYTHINK TANK
usuario
para
obtener
un
derecho
que
le
corresponde
legalmente
y
no
se
generan
externalidades
negativas
para
la
sociedad
por
su
realización,
dado
que
el
pago
hecho
por
el
usuario
al
funcionario
es
simplemente
una
transferencia
entre
éstos, sin
burlar
al Estado,
que
también
recibe el costo
del
servicio
que
provee.
Sin
embargo,
la diferencia
radicaría
en
que
en
la
corrupción
eficiente
arriba
propuesta
se
paga
por
la
obtención
de
un
derecho
que
corresponde
al
usuario,
pero
realizando
ciertos
cambios
al servicio original,
mientras
que
en
la
corrupción
sin
robo
no
se realiza cambio
alguno
a tal servicio.
Asimismo,
los actos
de
corrupción eficiente
podrían
generar
una
percepción
de
mayor
eficiencia
del
sistema,
la
cual
no
podría
generarse
en
la corrupción
sin
robo.
En la
realización
de
un
acto
de
corrupcic!n
eficiente, el
funcionario
tiene
en
claro
que
debe
prestar
el
servicio
eficientemente,
pero
sin
disminuir
su eficiencia respecto
de
los servicios
prestados
dentro
de
su
trabajo
ordinario,
ya
que
esto
podría
ocasionarle
el
despido
y la
consiguiente
pérdida
de
ambos
ingresos.
Siendo
así,
la
mayor
eficiencia
requerida
respecto
de
los actos
de
corrupción eficiente será
percibida
como
un
mayor
nivel
de
productividad
del
funcionario
y
un
mayor
nivel
de
eficiencia del sistema.
III.
Juego básico
El
sistema
de
corrupción
eficiente
es
demasiado
complejo
como
para
ser
explicado
en
un
solo
juego,
debido
a
que
confluyen
cuando
menos
tres
(3)
jugadores
(el Estado, el
funcionario
y
el
usuario)
que
se
interrelacionan
en
dos
(2)
niveles distintos.
Siendo
así,
consideramos
que
existirían,
cuando
menos,
dos
(2)
sub-juegos, a los
que
hemos
denominado:
(i)
juego
micro;
y (ii)
juego
macro.
111.1
Juego Micro
El
juego micro
comprende
la relación
que
nace
cuando
el
usuario
requiere
el
servicio
adaptado
(el
otorgamiento
de
una
licencia
en
un
menor
tiempo
que
el
establecido
por
el
Estado)
al
funcionario,
y
éste
decide
proveérselo
a
cambio
de
un
soborno.
2 [)RUCOV, Mikh,1il, «Competition in Bureaucracy
and
Corruption»
(éste es
un
proyecto
de
papcr,
de
Nuffield College,
Univcrsity
oi
Oxford,
por
lo
que
aún
no
ha
sido
publicado),
Diciembre
2006,
página
3.
EFICIENCIA DE LA CORRUPCION
En
ese
sentido,
el
usuario
tendría
inicialmente
que
elegir
entre
dos
(2)
procedimientos:
(i)
El
procedimiento regular.
En el procedimiento
regular,
la licencia
tiene
un
costo
de
50,
dado
que
sólo
se
pagará
al
Estado
por
el servicio.
La
licencia
bajo
este
procedimiento
será
entregada
en
la
fecha
establecida
por
el
Estado
(plazo
regular),
con
lo
que
la
utilidad
para
el
usuario
será
de
20.
(i)
El
procedimiento corrupto.
En el procedimiento corrupto, la licencia
tiene
un
costo
de
100,
dado
que
se
pagará
tanto
al
Estado
por
el
servicio
prestado,
como
al
funcionario
por
la
modificación
realizada
respecto
de
la fecha
de
entrega
establecida
por
el Estado. La licencia bajo este
procedimiento
será
entregada
en
un
plazo
menor
al
plazo
regular
(plazo
adaptado),
lo
cual
le
genera
al
usuario
una
utilidad
mayor
a
la
del
procedimiento
regular,
que
será
de
100.
Evidentemente,
cuando
el
usuario
realmente necesite la licencia
en
el
plazo
adaptado
valorará
la
mayor
utilidad
generada
por
el
procedimiento corrupto
sobre
el
menor
costo
del
procedimiento
regular,
por
lo
que
preferirá acceder
al
procedimiento
corrupto.
Por
otro
lado,
la
utilidad
del
funcionario
se
encontrará
directamente
relacionada
al
pago
recibido,
por
lo
que
siempre
tendrá
incentivos
positivos
para
llevar
a
cabo
el procedimiento
corrupto
antes
que
el procedimiento
regular.
Siendo
así,
cumplir
su
trabajo
en
el
procedimiento
regular
(y
entregar
la licencia
en
el
plazo
regular) le
generará
una
utilidad
de
10
por
cada
trámite
realizado.
Asimismo,
llevar
a
cabo
un
servicio
dentro
del
procedimiento
corrupto
(y
otorgar
la licencia
en
el
plazo
adaptado) le
generará
una
utilidad
de
100,
pero
le
demandará
un
esfuerzo
mayor
al
del
procedimiento regular, al
que
denominaremos
esfuerzo mayor.
De
esta
manera,
desarrollamos
el
siguiente
cuadro
a
partir
de
la confluencia
de
las opciones
(y
sus
respectivas
utilidades)
disponibles
tanto
para
el
usuario
como
para
el funcionario:
FUNCIONARIO
Regular
Corrupto
(Esfuerzo
(Esfuerzo
regular)
mayor)
Usuario
Corrupto
20/10
100/100
(plazo
adaptado)
Regular
20/10
00/00
(plazo
regular)
Cuando
el
usuario
solicite el procedimiento
corrupto
pero
el
funcionario
sólo esté
dispuesto
a
proporcionarle
el procedimiento regular, las
utilidades
para
el
usuario
y
para
el
funcionario
serán
las
mismas
que
las
señaladas
para
un
procedimiento
regular
mutuamente
elegido
(20/10),
dado
que
:.~1
usuario
no
le
quedará
más
que
aceptar
el procedimiento regular ofrecido
por
el
funcionario
con
tal
de
recibir la licencia.
Por
otro
lado,
cuando
el
usuario
requiera
el procedimiento regular
pero
el
funcionario
esté
dispuesto
únicamente
a
otorgar
el procedimiento
corrupto,
ningún
servicio
será
prestado,
debido
a
que
el
funcionario
prefiere
siempre
obtener
una
ganancia
extra
y
el
usuario
no
está
dispuesto
a
pagarla
(00/00).
Así, la
estrategia
dominante
tanto
para
el
usuario
como
para
el
funcionario
es
decidirse
por
el procedimiento corrupto (100/100),
ya
que
es
el
único
que
maximiza
las
utilidades
de
ambos
jugadores.
Cabe
señalar
que
la
capacidad
de
decisión
que
presenta
el
funcionario
guarda
relación
con
el nivel
de
esfuerzo
de
control
que
ejerce
el
Estado
sobre
éste.
Cuando
el
nivel
de
esfuerzo
de
control
sea
mínimo,
el
funcionario
se
encontrará
en
la
capacidad
de
decidir
libremente
entre
ambos
procedimientos.
Por
el contrario,
esta
situación
cambiaría
si el nivel
de
control
por
parte
del
Estado
sobre
el
funcionario
fuera
el
óptimo,
ya
que
el riesgo
sería
evidentemente
mayor,
y la
sanción
sería
dramática,
pues
no
sólo
se
perdería
la
utilidad
proveniente del
procedimiento
corrupto
realizado,
sino
también
el
puesto
de
trabajo.
Bajo
un
nivel
de
esfuerzo
de
control
óptimo,
probablemente
el
funcionario
decida
no
corromperse
frecuentemente
o
elevar
el costo
del
procedimiento
corrupto,
lo cual necesariamente
incrementaría
los costos
de
transacción
para
el
usuario.
En
ese
sentido,
el
usuario
tendría
que
asumir
costos
de
información
exorbitantes
en
averiguar
qué
funcionarios
se
corrompen
actualmente,
así
como,
una
vez
ubicado
el
funcionario,
caer
en
cuenta
que
el servicio se
ha
encarecido,
por
lo
que
preferiría
conformarse
con
acceder al procedimiento
regular
y
obtener
la licencia
en
la
fecha
regular.
Sin
embargo,
el
incremento
en
el nivel
de
control
por
parte
del
Estado
demanda
una
mayor
inversión
de
recursos
por
parte
de
éste,
los
cuales
normalmente
no
se
encuentran
disponibles,
por
lo
que,
en
la
actualidad,
ni
funcionarios
ni
usuarios
enfrentan
el
dilema
indicado.
III.2 Juego Macro
II
1.2.1.
Descripción.
En el
juego
macro se
desarrolla
la relación
existente
entre
el
Estado,
que
decide
y
adopta
las
políticas
a
implementar
al
interior
del
sistema,
en
su
búsqueda
por
reducir
los niveles
de
corrupción, y el
funcionario.
Así, el interés
del
Estado
es
mantener
una
imagen
de
eficiencia e
incorruptibilidad
ante
los
usuarios,
por
lo
cual
deberá
implementar
una
política
adecuada
mediante
la utilización
de
diversas
variables,
para
evitar
la existencia
de
corrupción
al
interior
del
sistema.
La
utilización
de
estas
variables
implicará
asumir
ciertos
costos,
los
cuales
luego
intentará
trasladar
a los
usuarios.
III.2.2.
Elementos
básicos
En base al
modelo
descrito, el
juego
macro
comprendería
los
siguientes
elementos:
(i)
Dos
(2)
jugadores:
(a)
un
funcionario
que
puede
proveer
el
servicio
adaptado
requerido
por
el
usuario;
y,
(b) el Estado,
que
GAME THEORYTHINK TANK
determina
las políticas a
ser
aplicadas
con la
finalidad
de
combatir
la
corrupción.
Asimismo,
debe
indicarse
que
existirían 3
tipos
de
comportamiento
posibles
para
un
funcionario
al
interior
de
una
organización,
según
Villena3:
<
comportamiento honesto,
que
implica
que
un
burócrata
no
recibe
sobornos
por
una actividad ilícita; (ii)
comportamiento
corrupto,
en
el
que
un
burócrata
recibe
sobornos
bajo una relación
de
corrupción;
y,
(iii)
comportamiento de soplo,
en
el
que
un
burócrata
no
sólo
actúa honestamente, sino que también
monitorea
a
otros
individuos
en
la
organización
y
los
reporta
si actúan corruptamente.»
(ii)
Un
continuo
de
intercambiantes:
Aumann
4
señala
que
es
posible
sostener
la
existencia
de
un
equilibrio
competitivo
en
un
continuo
de
intercambiantes,
a diferencia
de
cuando
existen
intercambiantes
finitos. Pero,
¿qué
es el
continuo
de
intercambiantes?
En sencillo, el
continuo
de
intercambiantes
implica
la
existencia
de
un
número
indeterminado
de
jugadores
que
realizan
transacciones
entre
diariamente,
en
un
mercado
determinado.
La
importancia
del
continuo
de
intercambiantes
es la siguiente:
cuando
existe
un
número
de
intercambiantes
finito
en
un
mercado,
lo
lógico
es
presumir
que
éstos
llegarán
a
satisfacerse
del
servicio
en
algún
momento,
por
lo
que
el servicio se dejará
de
brindar.
5
Sin
embargo,
en
un
continuo,
el
servicio
nunca
deja
de
ser ofrecido,
dado
que
el
servicio
siempre
es
requerido
por
algún
intercambiante.
Asimismo,
al
ser
que
tanto
la
oferta
como
la
demanda
se
mantienen
estables,
el costo
del
servicio
también.
La
utilidad
del
continuo
para
nuestro
análisis
radica
en
que
nos
permite
asumir
que
los
sobornos
suelen
mantenerse
en
un
costo
promedio,
además
de
dejar
establecido
que
siempre
habrá
un
usuario
que
requiera
un
servicio
de
corrupción
eficiente
y
un
funcionario
que
esté
dispuesto
a
brindarlo.
3
VI
LLENA,
Mauricio
y VILLENA, Marcelo,
«Corruption,
whistle
blowing
and
social
normsn,
Escuela
de
Negocios
Universidad
Adolfo
lbáñez,
Santiago
de
Chile, Julio 2007,
página
3
4
ACMANN,
Robert
J.,
«Existence
of
Competitive
Equilibria in
Markets
with
a
continuum
of
traders»
en
Classics in
Canw
Theory,
Princeton
University
Press,
New
Jersey, 1997,
página
170.
5
La
prueba
más
clara
de
que
debe
hablarse
de
un
continuo
de
intercambiantes
(antes
que
de
un
número
finito
de
los
mismos)
es
el
de
la
Coca
Cola: este
bien
viene
siendo
vendido
por
décadas
y a
un
precio estable,
porque
siempre
hay
nuevos
compradores
dispuestos
a adquirirlo.
EFICIENCIA DE LA CORRUPCION
ll1.2.3
Variables
A continuación,
adaptaremos
las
variables
utilizadas
por
Dabla-Norris
6
en
su
análisis
de
corrupción
burocrática.
Las
variables
que
determinan
la existencia
de
la
corrupción
son las siguientes:
(a) El
nivel
de
a e ti
vi
dad
empresarial
(es
decir, la
cantidad
de
usuarios
que
requieren
certificados
de
registros
públicos)
es
representado
por
x.
7
(b) El
salario
pagado
por
el
Estado
a
los
funcionarios
es
representado
por
w.
(e)
El
esfuerzo
de
control
de
la
corrupción
por
parte
del
Estado
es
representado
por
e8
( d) La
infraestructura
de
la
entidad
en
que
laboran
los
funcionarios,
la
cual
es
proporcionada
por
el
Estado,
estará
representada
por
h.
Siendo
así, el
Estado
controla
tres
(3)
de
las
variables
descritas: salario (w),
esfuerzo
de
control (e) e
infraestructura
(h).
Asimismo,
lo
ideal sería
que
el Estado
pueda
proveer
un
nivel
óptimo
respecto
de
cada
una
de
estas
tres
(3)
variables,
pero
esto es casi
imposible
por
los
costos
en
que
tendría
que
incurrir.
Así,
el
Estado
prefiere
combinar
las
variables y
buscar
una
fórmula
realista
pero
útil
para
disminuir
los niveles
de
corrupción,
pudiendo
ofrecer
un
nivel
mínimo
(-x) u
óptimo
( +x)
respecto
de
cada
una
de
las
mismas.
III.2.4
Las
políticas
del
Estado.
Consideramos
que
el
Estado
tendría
cuatro
(4)
posibilidades
respecto
de
cómo
combinar
las variables,
en
busca
de
establecer
la política
más
adecuada
para
combatir
la
corrupción:
(a)
Primera
combinación:
se
proveen
un
nivel
óptimo
de
salarios
( +w),
pero
niveles
mínimos
de
esfuerzo
de
control
(-e) y
de
infraestructura
( -h).
Esta
fórmula
no
generaría
resultados
favorables
en
la
lucha
contra
la
corrupción,
dado
que
ni
los niveles
de
corrupción
serán
reducidos
ni
se
generará
una
mayor
eficiencia
en
el sistema. Esto
debido
a
que,
ante
el
nivel
mínimo
de
esfuerzo (-e), el
funcionario
buscará
incrementar
aún
más
sus
ingresos.
Asimismo,
dado
el nivel
mínimo
en
infraestructura
( -h),
el
funcionario
no
estará
en
capacidad
de
ofrecer
un
servicio
de
corrupción
eficiente.
(b)Segunda
combinación:
se
proveen
un
nivel
óptimo
de
esfuerzo
de
control
(+e),
pero
niveles
mmrmos
de
salarios
(
-w)
e
infraestructura
( -h).
Esta formula permitiría reducir la corrupción
de
manera
considerable,
pero
el
sistema
se
percibiría como ineficiente,
dada
la baja inversión
realizada
en
infraestructura ( -h).
Naturalmente,
los
funcionarios
no
tienen
incentivos
positivos
para
aprovechar
la
infraestructura
(h)
adecuadamente
y
con
esto
hacer
el
sistema
más
eficiente. Los
incentivos
para
la
utilización
adecuada
de
la
infraestructura
(h)
provienen
de
la
implementación
de: (i)
acciones
afirmativas,
tales
como
el
otorgamiento
de
bonos
por
rendimiento;
y,
(ii)
acciones
negativas,
tales
como
un
nivel
de
salarios
mínimo.
Así,
ambas
logran
que
el
funcionario
utilice
mejor
la
infraestructura
(h),
dado
que:
(i)
las
primeras
logran
que
el
funcionario
la
emplee
mejor
para
obtener
el
premio;
y (ii) las
segundas
generan
que
el
funcionario
la
emplee
mejor
para
usar
el
tiempo
restante
en
buscar
otras
formas
de
obtener
recursos,
ya
sea
dentro
o
fuera
de
su
puesto
de
trabajo.
Así,
las
acciones
negativas
también
generarían,
indirectamente,
la
generación
de
eficiencia,
dado
que
el funcionario se ve forzado
a
aprovechar
mejor
la
infraestructura
(h),
para
concluir
rápidamente
con
su
trabajo
ordinario
y
utilizar
el
tiempo
restante
en
generarse
los
recursos
necesarios
para
cubrir
el bajo salario
(w)
suministrado
por
el Estado.
Sin
embargo,
tanto
la
generación
de
eficiencia
mediante
acciones
afirmativas
y
acciones
negativas
es sólo
posible
cuando
se
ha
provisto
a
los
funcionarios
de
una
adecuada
infraestructura
( +h).
En
esta
combinación,
si
bien
el
Estado
ha
establecido
una
acción
negativa
(queriéndolo
o no),
ésta
no
tendrá
efectos
dado
que
el nivel
de
infraestructura
( -h) es
mínimo.
(e)
Tercera
combinación:
se
proveen
un
nivel
de
salarios
mínimo
(-w),
pero
niveles
de
esfuerzo
de
control
(+e) e
infraestructura
óptimos
(+h).
6 DABLA-NORRIS, Era, «A
Carne-
Theoretic
Analysis
of
Corruption
in
Bureaucracies»,
International
Monetary
Fund,
Junio
2000,
página
6.
7
Habiendo
indicado
en
el
numeral
(ii)
de
la sub-sección Ill.2.2
anterior
que
se
presumirá
la existencia del
continuo
de
intercambian
tes,
asumiremos
que
esta variable
se
mantiene
siempre
estable.
8 Respecto
del
esfuerzo
de
control,
asumiremos
que
éste afecta a
todos
los
funcionarios
por
igual.
Esta
fórmula
eliminaría
la
corrupción,
pero
no
haría
al
sistema
eficiente
dado
que
la
infraestructura
óptima
(+h)
no
garantiza
que
los
funcionarios
realicen
adecuadamente
la
distribución
del
servicio.
El
aprovechamiento
de
la
infraestructura
óptima
(+h)
será
imposible,
dado
que:
(i) el
Estado
no
ha
establecido
una
acción
afirmativa;
y,
(ii)
el
Estado,
si
bien
ha
establecido
una
accwn
negativa,
ha
implementado
un
nivel
de
esfuerzo
de
control
óptimo
(+e)
que
impide
a los
funcionarios
la
realización
de
actos
de
corrupción.
En
ese
sentido,
esta
combinación
sólo
genera
funcionarios
descontentos,
dado
que
no
reciben
un
salario
adecuado
(-w),
no
obtienen
beneficios
por
su
rendimiento,
ni
pueden
acceder
a la
comisión
de
actos
de
corrupción
eficiente
que
les
permitan
compensar
las
pocas
ganancias.
El
descontento
se
agravará
cuando
los
funcionarios
se
percaten
y
hagan
comparación
de
los
costos
en
que
ha
incurrido
el
Estado
para
implementar
infraestructura
(+h) y
ejercer
un
adecuado
control
(+e),
frente
a
aquél
asumido
respecto
de
sus
salarios
(-w); lo
cual
podría
hacerles
sentir
que
no
son
valorados.
(d)Cuarta
combinación:
se
proveen
un
nivel
de
salarios
(-w) y
de
esfuerzo
de
control
(-e)
mínimos,
pero
una
infraestructura
óptima
(+h).
Como
habíamos
indicado,
es
imposible
que
el
Estado
provea
todas
las
variables
de
manera
óptima
y
deberá
apuntar
a
una
combinación
realista
que
genere
el
mayor
nivel
de
eficiencia
posible.
El
establecimiento
de
la
acción
negativa
incentivará
a los
funcionarios
a
hacer
un
mejor
uso
de
la
infraestructura
disponible,
la
cual
es
óptima
(+h)
para
el
presente
caso.
Asimismo,
el
nivel
de
esfuerzo
de
control
mínimo
(-e)
permitirá
que
los
funcionarios
puedan
aprovechar
la
infraestructura
óptima
para
compensar
el nivel
de
salarios
mínimo
( -w).
Por
otro
lado,
la
existencia
de
infraestructura
óptima
(+h)
permitirá
que
tanto
los
procedimientos
regulares
como
los
procedimientos
corruptos
sean
eficientemente
distribuidos.
De
esta
forma, los
funcionarios,
al
buscar
hacerse
de
mayores
recursos,
estarían
generando
la eficiencia
del
sistema.
GAME THEORYTHINK TANK
IV.Limitaciones
en
el
análisis
de
la
corrupción
Cabe
resaltar
que
nosotros
no
estamos
de
acuerdo
con
la
existencia
de
la
corrupción,
aún
cuando
ésta
genere
eficiencia y
no
produzca
extemalidades
negativas
hacia
la
sociedad.
La
corrupción
debe
desaparecer
y
puede
ser
eliminada
mediante
la
decisión
política
del
Estado
de
empezar
a
proveer
los
servicios
adaptados
de
corrupción eficiente
que
los
funcionarios
vienen
distribuyendo,
de
tal
manera
que
la
corrupción
eficiente se «formalice>>.
Sin
embargo,
esto
requiere
que
el
Estado
se
encuentre
en
la
capacidad
de
identificar
la
corrupción
eficiente.
En
ese
sentido,
el
análisis
de
la corrupción
eficiente
implica
ciertas limitaciones.
Un
ejemplo
vendría
a
ser
el
hecho
de
que,
como
bien
señala
ABBINK9, «naturalmente,
la
corrupción
es
difícil
de
observar
en
el
campo,
dado
que
todos
los
relacionados
tienen
buenas
razones
para
permanecer
en
silencio.»
Así, la corrupción eficiente
no
suele
llegar
a
ser
conocida,
debido
a
que
los
jugadores
permanecen
en
silencio
puesto
que
no
desean
perder
el
mercado
de
corrupción
eficiente
existente,
en
que
el
funcionario
recibe
un
plus
respecto
de
su
sueldo
estándar
y el
usuario
obtiene
un
servicio
más
prontamente
que
mediante
el
procedimiento
regular.
Asimismo,
la
corrupción eficiente
suele
presentar
un
efecto narcótico: los
usuarios
que
han
accedido a
un
servicio
de
corrupción
eficiente
anteriormente
terminan
por
preferirlo
para
operaciones
futuras,
ya
que
así
logran
eludir
los
costos
de
transacción
provenientes
de
la
burocracia
habitual
y
satisfacer
sus
reales
necesidades.
Siendo
así,
las
estadísticas
tomadas
en
el
campo
son
de
alguna
ayuda,
mas
no
completamente
fiables.
Más
aún
cuando
la
corrupción
en
general
es
una
suerte
de
contrato
subrepticio.
En
esta
línea,
menciona
Jacquemet
10
que
«debido
a
su
ilegalidad,
la
corrupción
no
puede
ser
exigida
por
terceras
partes.
La
reciprocidad
entre
el
corruptor
(el
usuario) y
la
persona
que
recibe
el
soborno
se
espera
ayude a
los
contratos
de
corrupción
a
que
queden prevenidos
de
una
renegociacíón
ex
post>>.
9 ABBINK,
Kbus,
"An
Experimental Bribery Game», SFB Discussion
paper
B-459,
página
2
10 JACQUEMET, Nicolas,
«Corruption
as betrayal:
experimental
evidence
on
corruption
under
delegation»,
CATE-
Groupe
d'analyse
et
de
théorie
économique,
Working
paper
05-06,
página
3.
EFICIENCIA DE LA CORRUPCIÓN
En
consecuencia,
la
reciprocidad
en
los
términos
pactados
y el silencio
respecto
del
servicio
de
corrupción
es lo
que
mantiene
la
relación
de
corrupción eficiente
estable
y
los
términos
del «contrato» inmodificables.
En
este
sentido,
si
uno
de
los
jugadores
falla
en
el
cumplimiento
de
su
contrato,
evidentemente
este
incumplimiento
no
podrá
ser
llevado
a los
tribunales,
pero
podrá
ser
denunciado,
ya
que
la
reciprocidad
será,
a
partir
de
ese
momento,
inexistente.
Igualmente,
menciona
Abbink
11
que
<
...
)primero,
está
la
figura
de
la
reciprocidad:
tanto
la
entidad como
el
oficial pueden
intercambiar
beneficios
el
uno
con
el
otro.
Sin
embargo,
como
la
corrupción
es
ilegal,
no
pueden
ser
realizados
contratos vinculantes
sobre
actos
de
corrupción.
El
intercambio
de
favores
debe
basarse
en
la
confianza y reciprocidad entre
sobornan
te
y sobornado( ... )
La
corrupción
es
inherentemente
riesgosa.»
Es decir, sólo la
reciprocidad
entre
ambos
jugadores
permite
que
el
negocio
exista y el
mercado
se
mantenga.
Cuando
el
acto
de
corrupción
se
hace
ineficiente, al
ser
que
el
funcionario
no
realiza el servicio, es
probable
que
el
usuario
denuncie
el acto,
como
una
estrategia
de
retaliación.
Igualmente,
si
el
usuario
no
cumple
con
pagar
lo
acordado,
el
funcionario
puede
jugar
una
estrategia
similar
y
amenazar
con
denunciarlo
por
corrupción
de
funcionarios.
Esto
nos
lleva a concluir
que
las
estadísticas
existentes
sobre
actos
de
corrupción
provienen
mayoritariamente
de
la
«Corrupcwn
ineficiente>> (aquella
en
que
la
reciprocidad
se
ha
roto),
ya
que
en
la corrupción eficiente
los
jugadores
no
presentan
incentivos
para
denunciar
el
acto
de
corrupción,
ya
que
perderían
el
mercado.
Siendo
ello así, el
Estado
se
encuentra
en
imposibilidad
de
eliminar
la corrupción eficiente
por
solo,
dado
que
no
cuenta
con
información
completa.
En
ese
sentido,
consideramos
que
se
requerirá
de
la
participación
de
los
propios
funcionarios
(tanto
honestos
como
corruptos)
para
su
erradicación,
por
lo
que
hemos
elaborado
dos
(2)
potenciales soluciones: (i)
la
formalización
de
la
corrupción
eficiente
mediante
un
sistema de «doble ventanilla»,
por
el
cual
11
Op.
Cit. ABBINK, Klaus,
página
2 .
el
Estado
provea
el servicio
tanto
en
el
plazo
regular
como
en
el plazo adaptado a
dos
(2)
precios
distintos;
y,
(ii)
la
promoción
de
comportamiento de soplo,
por
la cual se realice
pagos
a
aquellos
funcionarios
que
delaten
los
comportamientos
corruptos
de
sus
pares.
V.
Potenciales soluciones
V.l
Las
pírricas victorias
del
Estado
Como
hemos
observado
anteriormente,
el
Estado
puede
hacer
uso
de
cuando
menos
tres
(3)
variables
al
elaborar
una
política
dirigida
a
disminuir
los
niveles
de
corrupción
existentes. Sin
embargo,
el
Estado
pareciera
considerar
que
la
disminución
de
los niveles
de
corrupción
puede
lograrse
con
sólo
realizar
aumentos
salariales
o
implementar
mayores
mecanismos
de
control.
Respecto
de
Jos
aumentos
salariales,
es
evidente
que
un
salario
mayor
no
garantiza
la
honestidad
de
los
funcionarios,
dado
que
no
conocemos
a ciencia cierta
sus
expectativas
salariales.
Por
ejemplo,
si el
salario
subiera
de
1 O a
100,
pero
las
expectativas
salariales
de
los
funcionarios
fueran
de
200,
éstos
aún
serían
potencialmente
corruptibles
por
Jos 100
restantes.
Asimismo,
aún
cuando
las
expectativas
salariales
pudieran
ser
conocidas,
éstas
podrían
ser
mucho
más
altas
que
los
costos
que
el
Estado
esté
dispuesto
a
asumir
con tal
de
colmarlas.
Por
otro
lado,
respecto
de
los
mayores
mecanismos
de
control,
el
Estado
pareciera
estar
convencido
de
que
la
contratación
de
un
funcionario
monitor
(que
controle
al
resto
de
funcionarios)
ayuda
a
disminuir
los
niveles
de
corrupción.
Tal
razonamiento
pareciera
tener
algo
de
sentido,
inicialmente:
Un
funcionario
que
gana
10
estaría
dispuesto
a
corromperse
por
un
monto
menor
que
aquel
funcionario
monitor
que
percibe 200,
dado
que
este
último
asume
un
mayor
riesgo
de
pérdida
si
llega
a
ser
descubierto.
Asimismo,
los
funcionarios
empezarían
a
cobrar
un
monto
mayor
al
que
cobraban
anteriormente
por
cada
procedimiento corrupto,
dado
que,
con
la
llegada
del
funcionario
monitor,
su
riesgo
de
ser
detectados
se
ha
incrementado.
En
ese
sentido,
pues
pareciera
que
la
contratación
de
un
funcionario
monitor
ayudaría
a
disminuir
los niveles
de
corrupción,
dado
que
genera
una
corrupción
más
cara
que
podría
disuadir
al
usuario
de
hacer
uso
del
procedimiento
corrupto.
Sin
embargo,
trano.currido
un
tiempo,
las
reglas
de
la oferta y la
demanda
empezarían
a
operar
en
ambos
jugadores.
Los
usuarios
estarán
dispuestos
a
pagar
un
poco
más
y el
funcionario
monitor
y los
demás
funcionarios
a
cobrar
un
poco
menos,
con
tal
de
no
perder
los
primeros
el
servicio
y
los
segundos
el
ingreso
extra.
Asimismo,
los
mayores
mecanismos
de
control
podrían
implementarse
bajo
otras
muchas
modalidades
12
,
pero
todas
tendrían
los
mismos
efectos:
(i)
Una
corrupción
más
cara,
dado
que
el
funcionario
buscará
trasladar
el costo
del
riesgo
en
que
incurre
al
usuario,
al
momento
de
cobrarle
por
el procedimiento
corrupto.
(ii)
Mayor
burocracia,
debido
a
que
alguien
deberá
ser
contratado
como
funcionario
monitor
o
llevar
a
cabo
el
mecanismo
de
control.
Por
lo
expuesto,
entendemos
que
los
aumentos
salariales y los
mayores
mecanismos
de
control
por
solos
no
son
medios
idóneos
en
la
lucha
contra
la
corrupción.
La
disminución
de
los
niveles
de
corrupción
requiere
de
una
política
de
Estado
que
implique
incentivos
positivos
dirigidos
a
que
sus
propios
actores
sean
quienes
se
involucren
en
combatirla.
En
ese
sentido,
desarrollamos
a
continuación
dos
(2)
modelos
de
lucha
contra
la
corrupción.
V.II
Sistema
de
«doble
ventanilla»
Mucho
se
ha
hablado
de
la
formalización
de
la
economía
mediante
su
bancarización,
con
tal
de
evitar
la
evasión
de
impuestos
que
perjudica al Estado.
En
ese
sentido,
nosotros
promovemos
una
solución
similar
en
la
lucha
contra
la
corrupción
eficiente,
mediante
su
formalización.
Pero, ¿cómo se
formalizaría
la corrupción
eficiente?
GAME
THEORY
THINK TANK
En principio,
debemos
entender
que
los
usuarios
que
recurren
y los
funcionarios
que
proveen
el
procedimiento
corrupto
no
lo hacen
por
el
placer
de
corromper
y
ser
corrompidos.
Es
más,
estamos
seguros
que
su
función
de
utilidad
(emocionalmente)
sería
mayor
si
no
tuvieran
que
realizar
este
acto
para
satisfacer
sus
necesidades.
Si
los
usuarios
y los
funcionarios
incurren
en
el procedimiento corrupto es
porque
tienen
incentivos
positivos
para
ello: (i) los
usuarios
necesitan
que
el servicio
sea
entregado
en
un
menor
tiempo
(plazo adaptado)
que
el
establecido
por
el
Estado
para
el procedimiento
regular;
y,
(ii) los
funcionarios
desean
el
mayor
ingreso
que
les
proporciona
el procedimiento
corrupto
respecto del
procedimiento
regular.
Pero, ¿es acaso el
Estado
incapaz
de
otorgar
los
mismos
incentivos
mediante
un
procedimiento
regular?
Nosotros
consideramos
que
no.
El
Estado
es
capaz
de
generar
tales incentivos positivos
bajo
el
siguiente
modelo
de
procedimiento
regular,
al
que
denominamos
nuevo
procedimiento:
El
nuevo procedimiento
implicaría
que
el
servicio sea
otorgado
a los
usuarios
en
un
menor
plazo
al
establecido
para
el
procedimiento regular (el
nuevo
plazo
sería
igual
al
plazo adaptado
del
procedimiento
corrupto).
El
usuario
pagaría
un
precio
mayor
al
precio del
procedimiento
regular
por
este
nuevo
procedimiento,
dado
que
se
requerirá
un
mayor
esfuerzo
por
parte
de
los
funcionarios
que
lo
presten,
el
cual
deberá
ser
remunerado
(el
nuevo
precio sería
igual
al precio del procedimiento
corrupto).
Los
funcionarios
que
presten
el
nuevo
procedimiento recibirían
un
salario
mayor
al
de
aquellos
que
prestan
el servicio
mediante
el
procedimiento
regular.
(el
nuevo
salario sería
igual
al salario
pagado
bajo el procedimiento
regular
más
la diferencia
entre
el precio del
procedimiento regular y
el
procedimiento
corrupto).
Bajo el nuevo procedimiento el
Estado
estaría
otorgando
los
mismos
incentivos positivos
que
llevaban
al
usuario
y al
funcionario
a realizar
el procedimiento corrupto,
pero
sin la comisión
de
un
acto
de
corrupción.
Los
antes
funcionarios
12
Algunas
modalidades
de
mecanismos
de
control
podrían
ser la realización
de
auditorÍils periódicas o
la
colocación
de
cámaras
de
video,
entre
otros.
EFICIENCIA DE
LA
CORRUPCIÓN
corruptos
se
trasladarán
del
procedimiento
corrupto al nuevo procedimiento,
ya
que
prestar
este
último
tiene incluso
una
mayor
utilidad
(emocional,
ya
que
no
tendrán
que
corromperse
más
para
obtener
los
mayores
ingresos
deseados)
que
el
primero.
De
esta
manera, el Estado lograría eliminar la
corrupción
eficiente
sin eliminar la
mayor
eficiencia
que
ésta
proporcionaba respecto del
procedimiento
regular.
Sin
embargo,
habrá
usuarios
que
no
requerirán
que
el servicio les
sea
prestado
en
el
plazo
adaptado,
así
como
habrá
usuarios
que,
a
pesar
de
requerirlo,
no
podrán
pagar
el nuevo
procedimiento.
Debido
a esto, el procedimiento regular
no
deberá
ser
erradicado,
sino
que
ambos
procedimientos
deberán
ser
otorgados
por
el
Estado,
para
satisfacer
tanto
el
mercado
del
procedimiento regular
como
aquel
del
nuevo
procedimiento,
que
antes
pertenecía
al
procedimiento corrupto. A
esto
denominamos
sistema de
doble
ventanilla.
Sin
embargo,
aquí
podrían
surgir
cuestionamientos
de
carácter
«filosófico>>
antes
que
económico:
Ciertos
usuarios
podrían
entender
que
un
sistema
de
doble ventanilla
promueve
la
discriminación
por
capacidad
económica, al
ser
que
sólo
algunos
podrán
acceder
al nuevo
procedimiento,
por
ser
más
caro
que
el
procedimiento
regular.
Debemos
señalar
que
a
nuestro
entender
no
existiría
tal
discriminación,
dado
que
no
se
restringe
el acceso al servicio,
sino
que
se
crea
un
nuevo procedimiento
de
acceso al
mismo.
Así,
lo
que
se
pretende
no
es
limitar
un
mercado,
sino
formalizar
otro
que
antes
se
encontraba
en
el
ámbito
de
lo
subrepticio.
Por
otro
lado,
el
usuario
debe
ser
visto
como
cualquier
consumidor,
quien
tiene
derecho
a
adquirir
el
producto
que
desee,
siempre
que
pueda
pagar
el
precio
del
mismo,
el cual
dependerá
de
su
calidad.
En
conclusión,
el
Estado
debería
promulgar
leyes
que
promuevan
la
formalización
de
los procedimientos corruptos
de
corrupción eficiente
existentes
en
los
diversos
sistemas
burocráticos
corruptibles.
V.III
La
promoción de «comportamientos
de
soplo»
Como
indicamos
anteriormente,
el
Estado
se
enfrenta
a
una
serie
de
limitaciones
en
la
identificación
de
la
corrupczon eficiente,
provenientes
de
los altos costos
de
esfuerzo
de
control
en
los
que
tendría
que
incurrir
y
de
la
inexistencia
de
incentivos
positivos
para
que
los
usuarios
y
funcionarios
denuncien
los
actos
de
corrupción
mencionados.
Debido
a
esta
incapacidad
del
Estado
para
detectar
tales actos
de
corrupción eficiente
por
mismo,
casi
siempre
es
requerida
la
aparición
de
un
funcionario
soplón
que
reporte
estas
actividades.
Sin
embargo,
el comportamiento
de
soplo
no
suele
generarse
por
solo,
dado
que
existen
incentivos
negativos
para
su
realización,
por
lo
que
el Estado
debe
necesariamente
establecer
incentivos
positivos
13
:
«Una
primera
cuestión
a
observar
es la
reacción
común
ante
el soplo,
mientras
alguna
gente
ve
a
los
soplones
como
mártires
del
interés
público
y
la
contabilidad
organizacional;
otros
los
ven
como
<>,
las
cuales
sólo
persiguen
gloria
personal
y fama. Los
incentivos
para
el
comportamiento
de
soplo
deben
comenzar
con
el
reconocimiento
público
del
gobierno
de
que
reportar
la
corrupción
es
positivo
y
esto
debe
ser
promovido
en
todos
los
niveles
( ... )
Además
de
esto,
los
incentivos
económicos
deben
jugar
un
papel
en
la
promocwn
del
comportamiento
de
soplo.>>
Sin
embargo,
el
Estado
podría
mostrarse
adverso
a
incurrir
en
costos
para
la
implementación
de
incentivos
positivos
que
favorezcan los
comportamientos
de
soplo.
Respecto
a esto,
debemos
tener
en
cuenta
lo siguiente:
(i)
«En
particular,
si
un funcionario
soplón
puede
detectar
un
funcionario
corrupto
con
una
mayor probabilidad
que
la
probabilidad
de
detección
de
un
agente externo
del
Estado,
el
efecto del soplo
en
la
estabilidad
de
la
corrupción puede ser significativo.
Especialmente considerando que los
instrumentos
de
control
más
tradicionales a
disposición
de
los
gobiernos
para
combatir
la
corrupción
son
extremadamente
dependientes
de
la
habilidad
del
gobierno
para
detectar a
los
funcionarías corruptos. Claramente,
un
miembro
desde
adentro
de
la
organización
es
más
capaz
de
detectar
la
corrupción y
de
!él
Op.
Cit., VILLENA, Mauricio y VILLENA, Marcelo,
página
10
.
hacerlo
en
una
etapa
más
temprana
que
una
agencia
externa
del
Estado.»
14
(ii) La
promoción
de
comportamientos
de
soplo
es
más
eficiente
que
nombrar
un
funcionario
monitor,
dado
que
éste
puede
ser
fácilmente
identificado
por
los
funcionarios
corruptos.
Una
vez
identificado, los
funcionarios
corruptos
pueden
aproximarse
al
mismo,
para
corromperlo
por
una
parte
de
las
ganancias
de
la
corrupción
o
extorsionarlo.
Aún
cuando
el
funcionario
monitor
no
sea
corruptible,
el
conocer
su
identidad
permite
a los
funcionarios
incurrir
en
menores
costos
de
transacción
para
no
ser
detectados.
En
cambio, al
no
nombrar
un
funcionario
monitor
sino
más
bien
promover
comportamientos
de
soplo
en
todos
los
funcionarios, los costos
de
información
de
los
funcionarios
corruptos
son
mayores,
dado
que
todos
son
un
potencial
funcionario soplón,
por
lo
que
tendrán
que
incurrir
en
altos costos
de
transacción
para
no
ser
detectados.
Asimismo,
«(/a
promoción
de
comportamientos
de)
soplo
puede ciertamente ser
más
barato
que
discizar
un
mecanismo
de
control
y
monitoreo
exitoso
o pagar salarios eficientes.
De
hecho, si
las
penalidades
cobradas
a
los
funcionarios corruptos
son
pagadas
como
incentivos a
los
funcionarios
soplones
que
los
detectan,
un
sistema
de
monitoreo
basado
en
soplo
puede
ser
tanto efectivo
como
de
bajo
costo
para
el
Estado.
»
15
Sin
embargo,
debe
evaluarse
la
posibilidad
de
estar
otorgando
incentivos
perversos
a los
funcionarios
soplones,
ya
que
podría
generarse
una
oleada
de
denuncias
de
actos
de
corrupción
GAME THEORYTHINK TANK
con
tal
de
cobrar
las
recompensas.
En
ese
sentido,
deberán
establecerse
medidas
punitivas
radicales
para
aquellos
que
denuncien
actos
que
no
puedan
ser
probados
fehacientemente.
Finalmente,
concluimos
que
la
promoción
de
comportamientos
de
soplo
es
una
medida
adecuada
en
la
lucha
contra
la
corrupción,
por
lo
que
el
Estado
debería
establecer
normativa
que
promueva
tales
conductas.
VI.
Conclusiones
Como
señaláramos,
la
corrupción,
eficiente
o
no,
debe
ser
eliminada
de
los
sistemas
burocráticos
existentes.
Sin
embargo,
tal
eliminación
debe
realizarse
sin
deshacerse
de
la
mayor
eficiencia
que
podrían
haber
generado
los actos
de
corrupción
en
el sistema.
Asimismo,
dado
que
el
Estado
enfrenta
ciertas
limitaciones
en
la identificación
de
la
corrupción,
será
necesaria
promover
la
participación
de
los
funcionarios
del
propio
sistema
mediante
incentivos
positivos
que
los
lleven
a
renunciar
a la
comisión
de
actos
de
corrupción
o a
denunciarlos.
En tal sentido, creemos
que
la eliminación
definitiva
de
la corrupción se logrará
cuando
el
Estado
establezca políticas
permanentes
(como
la
promoción
de
«Comportamientos
de
soplo>>)
dirigidas
a
incrementar
los costos relacionados
con
la
comisión
de
todo
tipo
de
acto
de
corrupción,
tanto
para
funcionarios como
para
usuarios. Así,
somos
de
la
opinión
de
que
tales
actos
son
servicios
como
cualquiera otros,
que
desaparecerán
cuando
aparezcan
otros
mucho
más
baratos
y
de
igual
calidad
o
cuando
se
encarezcan
enormemente.~
Game Theory
THINK TANK
14 lbid., páginJ
13.
15 Ibíd., página
10.
Centro de Investigación de Teoría del Juego
Contacto:
gtcenter@pucp.edu.pe
Lima-
Perú

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