Editorial
| Autor | Andrea Pérez Valdez |
| Cargo | Directora General |
| Páginas | 15-16 |
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Han trans currid o casi ve inticu atro años desde la prim era pu blicac ión de ADV OCAT US y desde
ento nces asumimo s el desafío y co mpromis o de realizar pub licacion es de calid ad, para inc en
tiva r el desa rrollo de la doc trina de nuestro país, pr ocuran do ademá s no pe rmanec er inertes ante
los cambi os p olíticos y sociales que ha atrav esado el Perú a lo largo de este p eríodo. Desd e aquella
prime ra publicac ión, el panoram a naciona l ha var iado constante me nte y en cada op ortun idad nos
enc ontr amos ante nue vas circunst ancia s q ue enfr ent amo s com o nación .
En estos últ imo s meses hemos sido te stigo s de cómo se desar rolló en la ciu dad de Lima, un pr oceso
de c onsulta pop ular q ue di vid ió prá cticam ent e en partes iguales a los limeños. Como resultado,
la alcaldesa d e Lima Susana Villará n se"s alvó"d e ser revocada, no sin ser blanc o de innum erables
críticas a su ges tión.
El a rtículo 20° de la Ley de los Derech os d e Parti cipación y Con trol C iudadano s - Ley No. 2630 0,
pub licada el 3 de m ayo de 1994, in trod ujo la figu ra de la rev ocatoria, según la cual los ciu dadanos
tien en el derech o de d estit uir de sus cargos a: (i) alcaldes y regidore s; (ii) p residentes regionales,
vicep residente s regionale s y consejeros re gionales; y, (iii) juec es de paz que pr ovenga n de elección
popu lar. Es en v irtud a esta norma que Lima vivió un p roceso ele ctoral ciertam ente inu sual.
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No cabe dud a que la revocator ia puede ser su mamen te út il en ta nto con stituye una h erramie nta
de co ntrol, así com o una suerte de m ecanism o de presió n para q ue las au torid ades cum plan sus
promes as electorale s. Sin embar go, en una democra cia frágil e in cipie nte co mo la nuestra, p uede
ter mina r siendo abso lutame nte peligrosa . Diverso s analistas políticos y técn icos especializado s
expres aron su to tal apoyo o rechazo a la figu ra de la revocat oria, aducie ndo, en nuestra opini ón,
arg ument os vá lidos en ambos lados de la conti end a.
Una vez t ermin ada la cam paña en to rno a la r evocatori a, es mom ento de analizar esta fig ura, su
perm anencia o no en el orde namien to jurí dico, pero con argu mento s vá lidos y c ohere ntes. Lo
únic o que q ueda claro es qu e urge una refo rma en los mecanis mos de partic ipa ción c iudadan a y
con trol de las autorid ades, lo que de sde este pequ eño espacio apoyam os en terame nte.
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En A DV O C AT U S co nsideram os que la ciudad anía debe te ner una partic ipació n activa en la polí
tica, c ontan do con v erda dero s me canis mos d e co ntro l que manten gan co nstan temente vigiladas ™
a nuestras autoridades. El po der del pueb lo hace la real demo cracia. §
La partic ipación c iudadana debe cons truirse desde los cim ientos, y nosotros, como jóv enes q ue o
inicia mos nuestra vida en el D erecho, preten demo s realizar un aport e no sólo en los asp ectos q
sus tancial mente ju rídicos; sino tam bié n, conside ramos de vital im portan cia abri r espacios de
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