Editorial
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Cuando supe que deseaba postular a Foro Académico, jamás imaginé la magnitud de haber elegido este deber.
Estoy segura que muchos aquellos que tomamos la iniciativa de formar parte de este grupo humano también lo
pensamos así. En efecto, el solo hecho de postular a una Asociación Civil de estudiantes implica más un hacer
que un recibir. Es, como lo oí en alguno de nuestros eventos, “un poder que implica una gran responsabilidad”. No es
fácil vivir experiencias al límite, tal como sucede con Foro, pero ello es inmensamente enriquecedor, porque es justo
con esas experiencias cuando se toma para sí el provecho de las enseñanzas, y de la vida misma.
De eso y más se trata Foro Académico. Es una responsabilidad que une a más de 50 personas, entre aso-
ciados, ex asociados, profesores, y otros actores imprescindibles en su desarrollo. Es como una motiva-
ción inocente, una ilusión de justicia, un constante acto de sana rebeldía que se transmite año a año y que no
decae a pesar de la juventud, los errores y las dificultades. Es ir siempre contra la corriente y demostrar lo mu-
cho que se puede hacer con algo más que motivación económica.
Deseo rescatar también el mensaje que en algún momento nos dejó uno de nuestros fundadores, y que dejo a vuestra
disposición en las siguientes líneas: “El fin del derecho es buscar justicia; entonces, el derecho tiene un fin social. Si
partimos de esta premisa, Foro Académico -en sus diversas conjunciones- contiene ese fin social. Este fin no puede
buscarse desde una sola óptica, es necesario que se manifiesten entre sí una serie de posturas, para que de esta ma-
nera, en el contexto de una sana crítica, se formule la búsqueda hacia la justicia. Es por ello que nuestra finalidad,
desde los inicios, ha sido lograr la mezcolanza de todos los temas y visiones, y condensar estos en cada uno de nues-
tros proyectos, logrando así un resultado de tolerancia y comprensión”, elementos claves de los ideales de democra-
cia y del Estado Constitucional de Derecho, que con ansias perseguimos.
No quiero terminar estas líneas sin antes agradecer a toda la familia de Foro Académico por mantener este sueño
vivo y por trabajar de manera constante y tenaz este año; a todos los miembros de la Comisión de Publicaciones que
he tenido el honor de dirigir este año, por hacer suyos nuestros proyectos y por aportar tremendamente al desarrollo
de la Revista Foro Jurídico 14; al Consejo Directivo 2014, ese grupo tan plural en personalidades pero tan uniforme en
responsabilidad y compromiso, gracias a ustedes por demostrar lo mucho que se puede hacer trabajando en equipo; a
los veintiún autores que de manera desinteresada y generosa confiaron en nosotros para enviarnos sus artículos; a la
Pontificia Universidad Católica del Perú, por enseñarnos desde muy jóvenes el valor de una educación de excelencia;
a la Facultad de Derecho por aperturar campos de trabajo extracurricular que permiten a sus alumnos seguir crecien-
do académicamente; y finalmente, gracias a todas las familias de los miembros de Foro Académico, por apoyarnos y
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