Al doctor Guillermo Figallo Adrianzen.

CargoEntrevista

Reproducimos a continuación la última entrevista que concedió el doctor Figallo a La Revista Agraria semanas antes de su fallecimiento, la cual fue publicada en la edición de junio de 2009. Ampliamente conocido y reconocido internacionalmente, el maestro Figallo fue el primer presidente del Tribunal Agrario peruano, vocal supremo, autor de varios libros y numerosos artículos, profesor universitario y gran amigo de esta casa.

¿Qué reflexiones tiene sobre la reforma agraria que se realizó en la primera fase del gobierno militar?

Logró algo muy importante: fue una especie de Revolución Francesa pacífica, gracias a la cual los campesinos de la sierra obtuvieron igualdad. sin esta reforma hubiera surgido una especie de guerra civil. A mediados de los sesenta, el ejército fue a reprimir a los movimientos guerrilleros; ahí fue cuando los militares conocieron a los colonos del Cusco y vieron todo el sistema feudal que había en la sierra. Muchos militares habían vivido esta situación o tenían familiares que pasaban por eso; entonces la inquietud se apoderó de los coroneles. Por este motivo se realizó el golpe de Estado en 1968 y, también por esta razón, los militares no creían en reformas agrarias a medias tintas.

¿Las reformas agrarias que surgieron en la región fueron por influencia de Estados Unidos?

Claro, esa era la idea de John Kennedy. Pero su idea era tan radical, que lo liquidaron. Ahora, ¿cómo habría sido la reforma agraria de Kennedy? Eso no lo sabemos.

¿Por qué hubo tan poca oposición de los hacendados a la reforma?

Porque se confiaron. Los hacendados conocían a los generales, ya que estos habían estado en las provincias cuando eran subalternos y habían comido con ellos. Los habían tratado a cuerpo de rey y algunos se habían casado con hijas de los propietarios de las haciendas. Por eso no creyeron que se iba a aplicar la reforma agraria tal como se hizo.

¿Cuáles fueron los defectos de la reforma?

No se trataba solamente de redistribuir la propiedad: quitársela a uno y dársela a otros. Entre los militares no había la organización suficiente para un proceso de esta magnitud. En el orden militar, cada uno es jefe de una división; entonces, cada ministerio era una división bajo el mando de un general. Así, los señores de Economía mandaban en su división y no se pudo conseguir que el Banco Agrario trabajara al ritmo de la...

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