Desintegración o reintegración en América del sur

AutorSergio Bitar Chacra
Páginas284-287
Desintegración o reintegración
en
América del sur*
Sergio Bitar Chacra { * *)
Presidente
del
P
por
la Democraci(PPD)
de
Ch1le.
] .
América
Latina
está
viviendo
un
acelerado,
variado y disperso proceso
de
apertura
externa.
En
unos
casos
ocurre
a
través
de
acuerdos
de
libre
comercio
con
países
fuera
del
área,
en
otros
mediante
convenios
de
integración
en
la región, a
veces
mediante
entendimientos
bilaterales
y
también
progresos
por
bloque,
a
plazos
largos
o
cortos.
Ante
tal
diversidad,
se
ha
extendido
la
percepción
de
<
debido
al
debilitamiento
de
los
principales
tratados
latinoamericanos
(MERCOSUR
y
CAN).
Esta
situación
de
dispersión
es
atribuida
a veces a
una
desviación
populista
o al
ideologismo
de
algunos
gobiernos.
¿A
qué
obedece
esta
diversidad?
¿Cuál
es la
tendencia
futura?
¿Cómo
actuar
para
fortalecer la
integración
de
América
Latina
y,
en
particular,
de
América del Sur?
¿Desviación
Populista
o
Profundización
Democrática?
2.
Lejos
de
deslizarse al
populismo,
en
América
Latina se
han
reafirmado los procesos democráticos.
Mientras
en
la
década
de
los
70
proliferaban
las
dictaduras,
en
2006
se
realizan
13 elecciones. Y
ninguna
crisis
ha
sido
resuelta
con
intervención
militar
en
la
última
década.
Es
un
gran
avance.
Elecciones
competitivas
y
resultados
a
veces
inesperados
no
son consecuencia del
populismo
ni
acarrean
pérdida
de
gobernabilidad,
sino
son
la
expresión
de
más
participación
ciudadana
e
inclusión
social.
A
pesar
de
ello,
las
democracias
son
aún
endebles.
3.
En esta
nueva
etapa, el reto
no
es solo realizar
elecciones o
contener
el
golpismo,
sino
acometer
reformas
institucionales.
Las
más
importantes,
a
mi juicio, son:
a)
Fortalecimiento
de
la
estructura
y eficiencia
del
aparato
estatal,
en
particular,
el
poder
Ejecutivo. Los
estados
latinoamericanos
deben
modernizarse
para
enfrentar
dos
demandas
simultáneas:
primero,
mejorar
su
capacidad
de
ejecutar políticas sociales
poderosas
y,
segundo,
participar
en
la
globalización,
protegiendo
el
potencial
de
desarrollo
nacional
y
compensando
a los
grupos
afectados.
b)
Perfeccionamiento
de
los
sistemas
electorales,
garantías,
padrones,
tribunales
legítimados.
e)
Afianzamiento
de
los
partidos
políticos,
leyes
de
partido
que,
junto
a
sistemas
electorales
corregidos,
promuevan
la
constitución
de
coaliciones
más
estables,
transparentes
y
abiertas.
d)
Expansión
del
poder
local y la descentralización.
4.
Los
países
latinoamericanos
también
han
progresado
en
su
gestión
macroeconómica
y
afianzamiento
de
sus
sistemas
financieros.
Asoladas
por
la
deuda
externa,
en
la
década
de
los 80, las
economías
se
estancaron
y el
desempleo
y la
miseria
se
extendieron.
Las crisis
financieras
de
los 90's
también
impactaron.
Hoy
la
situación
es
mucho
mejor.
5.
Sin
embargo,
la
buena
gestión
macroeconómica
no
ha
ido
acompañada
de
políticas
sociales
persistentes
para
reducir
la
pobreza
y
disminuir
la
desigualdad.
Estas
han
sido
débiles e
ineficaces.
La democracia
desencanta
cuando
la
economía
se
estanca.
El
desafío
ahora
es
combinar
políticas
macroeconómicas
responsables
con
políticas
sociales eficaces y
lograr
crecimiento
con
equidad,
inclusión
social
y
política.
Así
se
gana
gobernabilidad
para
realizar
una
apertura
externa
que
sea
valorada
por
la
ciudadanía.
El
apoyo
político es imprescindible
para
neutralizar
las élites
poderosas
que
obstruyen
los
cambios
sociales.
Las
prioridades
son
la
educación
(de
pobre
calidad y
aún
baja cobertura), los servicios básicos
(salud,
agua,
vivienda,
ciencia,
tecnología,
innovación)
y el
empleo
(decente,
en
los
términos
de
la OIT). Los recursos necesarios
para
sustentarlas
requieren
crecimiento
rápido,
innovacwn,
promoción
de
pequeñas
y
medianas
empresas,
modernización
del
Estado
y
capital
humano
avanzado.
¿Desintegración
o
Reintegración?
6.-
Los
rezagos
mencionados-
democracias
endebles,
capacidad
productiva
débil
y
políticas
sociales
magras-
han
constre1l.ido
las
iniciativas
económicas
internacionales
de
varios
gobiernos
latinoamericanos.
Cuando
los
pueblos
no
perciben
las ventajas
de
los
acuerdos
de
libre comercio, o los
Exposición
del
autor
en:
CAf
e
Inter
American
Dialogue,
Washington,
septiembre
de
2006.
Se dcsemper1ó
como
Ministro
de
Minería
de
su
país
durante
el
gobierno
de
Salvador
Allende
(1973).
Fue
también
Senador
(1994-2002) y Ministro
de
Educación (2003-2005) .
beneficios
favorecen
solo
a
minorías,
surgen
reticencias y resistencias y
merma
el
apoyo
político.
Los
gobernantes
preferirán
adoptar
medidas
que
encaucen
parte
del
progreso
económico a los
más
desprotegidos
(empleo,
capacitación,
distribución
regional,
mejoramiento
de
servicios).
En
Argentina,
después
de
tan
grave
crisis
financiera,
las
personas
buscan
estabilidad
y
recuperar
confianza,
y
los
gobiernos
tienden
a
responder
a esa
sensibilidad.
En Venezuela, los
copiosos ingresos del petróleo hacen poco atractiva
una
apertura
cuando
más
del
80%
de
sus
exportaciones van a EEUU, sin ALCA. Bolivia, con
una
magra
base
productiva
e
industrial
y
escasa
participación
fiscal
en
la
renta
del
gas
natural,
preferirá
captar
más
excedente
e
incluso
nacionalizar
sus
hidrocarburos
antes
que
embarcarse
en
una
apertura
de
incierto rédito.
En
suma,
algunos
países
se
integran
y
buscan
acuerdos
de
libre
comercio
para
acelerar
el paso,
mientras
otros
optan
por
una
apertura
más
pausada
o
priorizan
políticas
sociales,
proyectos
industriales y el control
de
sus
recursos naturales.
7.
Además
de
estrategias
y
velocidades
de
apertura
distintas,
se
han
aplicado
políticas
económicas divergentes.
El
efecto
ha
sido:
a)
El
ALCA dejó
de
ser aquel proyecto
común
que
proclamara
la
Administración
Reagan
en
los
80's.
EEUU
ha
mudado
radicalmente
sus
prioridades
durante
la
Administración
Bush,
privilegiando
la
supremacía
militar
en
desmedro
de
los
acuerdos
económicos
internacionales
(Doha,
OMC,
subsidios
agrícolas, incluso el
acuerdo
con Centroamérica
fue
aprobado
apenas.)
b)
El
MERCOSUR
ya
no
es la base
de
un
proyecto
para
América
del Sur.
El
propio
Brasil
parece
haberlo
abandonado.
Creció la
desconfianza
luego
de
la violenta devaluación argentina. Las
disputas
entre
Uruguay
y
Argentina
por
las
plantas
de
celulosa
han
acrecentado
ese
descrédito.
e)
México privilegia NAFTA y el
Acuerdo
Puebla-
Panamá.
d)
CAN
flaquea
con
la
salida
de
Venezuela,
las
negociaciones unilaterales
de
Acuerdos
de
Libre
Comercio
de
Perú,
Colombia
y
Ecuador,
con
EEUU, el cambio
de
estrategia
en
Bolivia hacia
la
recuperación
de
sus
recursos
de
gas
para
el
Estado.
8.
Este
cuadro
induce
a
pensar
que
estamos
ante
una
dispersión
y fracaso
de
la
integración
económica
en
la región, e incluso
de
su
inserción
global.
Las
iniciativas
integracionistas
no
han
funcionado
como
fueron
concebidas,
más
aún
cuando
se
contrastan
con
el
avance
de
la
Unión
Europea,
punto
de
referencia
de
los
latinoamericanos.
IIRSA y el
proyecto
de
anillo
energético
evolucionan
con excesiva lentitud.
SERGIO
BITAR
CHACRA
Pero
no
todo
es decepcionante. Paralelamente a
estas
falencias, se
han
firmado
un
sinnúmero
de
acuerdos
entre
países
latinoamericanos
y
con
naciones
de
fuera
del
área.
Centroamérica
es
un
buen
ejemplo.
El
CAFTA,
las
conversaciones
en
curso
con la UE, los
propósitos
de
configurar
una
Unión
Aduanera,
la libre circulación
de
bienes
y
servicios
son
todas
sei'iales auspiciosas.
9.
Esta
dinámica
proseguirá.
Lo
atestiguan
el
TLC
de
Centro
América
con
Estados
Unidos,
la
expansión
del
acuerdo
de
complementación
económica entre Chile y
Perú
y el compromiso
de
un
TLC
entre
Chile
y
Colombia,
así
como
los
posibles
acuerdos
de
Libre
Comercio
de
Perú,
Colombia
y tal vez
Ecuador
con
Estados Unidos.
También
CAN
avanza
a
un
entendimiento
con la
Unión
Europea, CARlCOM con
Canadá
y la Unión
Europea,
MERCOSUR
explora
entendimientos
parciales
con
India.
Simultáneamente
se
ha
progresado
en
solución
de
controversias,
normas
de
origen, servicios.
10.
Podemos
afirmar entonces
que
a la apariencia
de
<se
contrapone
un
potencial
de
«reintegración», contenido
en
los casi 100 acuerdos
vigentes (bilaterales, multilaterales,
de
un
país con
un
grupo,
por
sectores, etc.) y
en
gestación.
Esta
red
de
acuerdos se
enmarca
en
la
normativa
de
ALA DI
que
estima
que
gracias a ellos el
85'X)
del
intercambio
intraregional
tendrá
arancel
cero
en
2007. La
tarea
política
de
nuestros
países
consiste
en
multiplicarlos y hacerlos confluir.
11.
Los
procesos
de
integración
regional
e
inserción global
son
distintos y
avanzan
a diferente
velocidad. La globalización se despliega ahora más
rápido
y
tiene
mayor
impacto.
Hace
décadas
se
pensaba
que
la integración era
un
requisito previo
para
alcanzar
una
inserción
global
exitosa.
Hoy
acontece
lo
inverso,
es
la
inserción,
a
través
de
acuerdos
con
naciones
desarrolladas
o
economías
emergentes,
la
que
dinamiza
la
integración.
Esta
última
es
más
lenta y restringida. Así lo revelan las
cifras,
pues
si
bien
el
grueso
del
comercio
intraregional estará
pronto
totalmente desgravado,
lo
que
es positivo, ese intercambio
apenas
se acerca
al 17%
del
comercio
exterior
total
de
Jos
países
latinoamericanos
en
2006, lo
que
es
menguado.
Si
se
reconoce
esta
realidad,
corresponde
buscar
las
formas
eficaces
de
acelerar
la
apertura
y
estimular
la
integración.
En
ese
escenario,
las
uniones
aduaneras
no
parecen
viables,
pues
cada
país
prefiere
concentrar
energías
en
acuerdos
beneficiosos
con
grandes
mercados,
en
lugar
de
enfrascarse
en
negociaciones
colectivas
dilatorias
y
engorrosas,
entre
países
de
un
mismo
bloque,
que
aplican
distintas
políticas
económicas,
cuyo
intercambio
comercial
es
poco
relevante
y
cuyas
normas
se
incumplen
con
frecuencia.
12.
Avanzar
entre
los
que
están
de
acuerdo,
y
en
el
marco
de
ALADI
para
sincronizar
las
velocidades, parece ser la lógica aconsejable .
DESINTEGRACIÓN O REINTEGRACIÓN
EN
AMERICA DEL SUR
Una
iniciativa
principal
es
la
convocatoria
a
una
Reunión
ALADI
de
Armonización
y
Convergencia
de
los 100
acuerdos,
para
crear
un
Espacio
de
Libre Comercio
de
América del Sur. Es
importante
efectuar
una
cita
extraordinaria
de
la
Conferencia
de
Evaluación
y
Convergencia,
prevista
en
el
Tratado
de
Montevideo,
que
establezca
una
secuencia
de
desgravaciones
y
homogeneización
de
normas
de
origen,
controversias,
servicios
y
otros.
Incluso,
seria
provechoso
concordar
la
acumulación
de
orígenes
y
así
elevar
el
intercambio
comercial
con
países
extra
regionales.
Además,
si
queremos
alentar la «reintegración»
es
imprescindible
reimpulsar
IIRSA
(que
incluye
Telecomunicaciones,
Energía
e
Infraestructura),
instalando
una
base institucional,
en
lugar
de
una
modesta
secretaría
sin
mayores
recursos.
Es
posible y necesario, asimismo, vincular IIRSA
con el MCCA y
el
Acuerdo
Puebla-Panamá.
13. Las
tareas
descritas
necesitan
fuerte
apoyo
político.
El
diálogo
actual
es
escaso;
debemos
ampliarlo
e
intensificarlo.
En
América
Latina
podemos
progresar
mas
rápido,
pues
todos
los
gobiernos
de
la
región
persiguen
propósitos
similares,
aunque
lo
hagan
a
distinta
velocidad y
con
diversa
secuencia.
La
Perspectiva de Chile
14. Chile tiene
una
mirada
particular
sobre
los
futuros
escenarios
de
convergencia
y
de
eventual
conflicto. Esta visión se explica mejor describiendo
las
prioridades
de
su política exterior.
En el gobierno
de
Michelle Bachelet
proseguirá
la negociación
de
Acuerdos
Económicos. Los
más
recientes
han
sido con China, Corea del Sur,
el
grupo
de
4
(Nueva
Zelanda,
Singapur,
Brunei, Chile) y
Perú. Los próximos
serán
probablemente
con India,
Japón
y Colombia.
Además,
se
profundizará
los
intercambios con China, Estados
Unidos
y la
Unión
Europea,
adiestrando
más
personas
y
preparando
a
más
empresas.
15.
El
énfasis estará
puesto
en
el Pacífico, con la
vista
en
APEC. Chile buscará reforzar los lazos con
Perú
y
desarrollar
proyectos
comunes
hacia
el
Pacífico.
Lo
mismo
con Colombia, país con el cual
se negocia
un
TLC, y al cual Chile
apoyaría
para
ingresar a APEC
en
2007,
cuando
se consideren las
nuevas
postulaciones.
Lo
mismo
respecto
de
Ecuador.
A estas iniciativas con APEC, y a los
acuerdos
de
Libre
Comercio
entre
países
ribereí'tos
del
Pacifico,
debe
integrarse
Bolivia.
Este
diseíl.o
también busca incorporar a
más
países
de
América
del
Sur
hacia
el
Pacífico.
16.
Chile
se
ha
incorporado
como
miembro
asociado a
CA
N y
mantendrá
el
mismo
rango
en
MERCOSUR.
Ambas
posiciones
son
compatibles,
y su afianzamiento,
concomitante
con
el
acuerdo
reciente MERCOSUR-
CAN,
puede
sustentar mejor
el
Proyecto
de
Comunidad
Sudamericana
de
Naciones.
El
despliegue
de
esta
Comunidad
adquiere
creciente
relevancia
para
pesar
mas
ante
las
instancias
mundiales
como OMC,
ONU,
G 20,
en
temas
como
solución
de
controversias
y
normas
de
origen,
en
sectores
como
energía,
medio
ambiente,
derechos
humanos,
o
en
situaciones
complejas
que
requieren
la presencia
de
naciones
latinoamericanas
para
la
paz.
]
7.
Chile
ha
firmado
un
TLC
con
América
Central.
Se
está
considerando
solicitar
la
incorporación como
miembro
asociado al MCCA,
acompaíl.ando a Colombia.
Esta
fórmula
abre
puertas
a
empresas
chilenas
gracias a las superiores ventajas del TLC
de
Centro
América con Estados Unidos, CAFTA, respecto
de
las
negociadas
entre
Chile
y
Estados
Unidos.
Por
ejemplo,
los
plazos
para
reducir
aranceles
a
productos
agroindustriales
son
más
largos
para
Chile
que
para
las
empresas
instaladas
en
América
Central.
Asimismo,
la
incorporación
de
Chile
(y
otros
países)
a los
acuerdos
del
plan
Puebla-Panamá
puede
permitir
otro
avance
integrador
y
la
participación
de
empresas
chilenas
en
proyectos
de
infraestructura.
18. La política chilena incluye la
incorporación
de
Chile a CAF,
de
manera
más
activa, como lo
ha
informado
la
Presidenta
Bachelet.
19. En el sector
energético
el
escenario
es
más
complejo. Las diferencias recientes con
Argentina,
por
incumplimiento
de
programas
de
abastecimiento,
han
creado
la
percepción
de
vulnerabilidad.
Las
inconducentes
conversaciones
con Bolivia, la tesis
<
por
mar» y la posición
de
un
gobierno
boliviano
reciente
(Presidente
Mesa)
seí'talando
<
una
molécula
de
gas
para
Chile»
acentuaron
esta
inquietud.
Igualmente
dificultosas
son
las negociaciones
entre
Brasil y Bolivia
sobre
gas
natural.
La decisión chilena es materializar
un
gran
plan
de
inversiones
para
reducir esta vulnerabilidad y la
dependencia
de
proveedores
inseguros,
garantizando
su
autonomía. Se elevará la generación
eléctrica
con
carbón,
diese!,
hidroelectricidad,
fuentes renovables (eólica), se
imtalarán
dos
plantas
regasificadoras
de
gas nah1ral, y se iniciará el estudio
de
opciones nucleares.
La energía es y será
un
foco
de
eventual
tensión.
Requiere
la
max1ma
atención,
dada
la
incertidumbre
geopolítica
y
estratégica
mundial.
Pero
a
la
vez
abre
importantes
espacios
de
colaboración, si se
crean
bases
de
confianza,
hoy
tenues.
Los Órganos Latinoamericanos
20.
La CAF, la ALADI, con respaldo
de
la
OEA
y
el
BID,
entre
otras,
poseen
prestigio y him realizado
una
labor
significativa .
Los
campos
de
acción
antes
mencionados
pueden
constituir
un
nuevo
espacio
de
cooperación
con los gobiernos:
Realizar
una
Reunión
de
Convergencia
y
colaborar
en
proyectos
que
promuevan
la
creación
del
Espacio
de
Libre
Comercio
de
América del Sur.
Facilitar
la
extensión
de
Acuerdos
entre
América del
Sur
y América Central.
Multiplicar
los
escasos
espacios
de
encuentro
político
entre
dirigentes
y
partidos
para
el
debate de los escenarios futuros
y,
en
particular,
entre
jóvenes
de
distintos
países,
propiciando
intercambios,
becas,
estudios.
Contribuir
más
a la transferencia
de
experiencias
entre
países,
sobre
sus
acuerdos
económicos
externos,
negociaciones, éxitos y fracasos.
Afianzar
con
ello
la
conformación
de
la
Comunidad
Sudamericana
de
Naciones.
Las
nuevas
iniciativas
hacia
el Pacífico. La
incorporacwn
más
activa
del
Perú
y
posiblemente
de
Colombia
a
APEC
abre
la
SERGIO BITAR
CHACRA
posibilidad
de
realizar proyectos
comunes
entre
los países
de
América del Sur,
en
infraestructura,
accesos,
puertos,
turismo,
comercio
También
cabe
dar
nacimiento a
un
Instituto
de
Estudios
del Pacífico, con la participación
de
todos.
En esta fase, la inserción global
avanza
a
más
velocidad
que
la
integración
regional.
Ambos
procesos no se
contraponen
sino
que
se refuerzan.
La red
de
acuerdos,
en
plena expansión, genera
una
plataforma
para
una
convergencia
más
densa.
En
consecuencia,
no
hay
«desintegración».
Si
existe
inoperatividad
de
los
esquemas
actuales
de
integración
de
América
del Sur.
Su
inefectividad
ha
sido
sustituida
por
una
multiplicidad
de
acuerdos
que, al final,
constituyen
una
suerte
de
<>
por
otros
senderos.
La
tarea
es
intensificar
los
acuerdos
políticos
sudamericanos,
latinoamericanos
y
del
Caribe
en
general,
para
concordar
un
plan de convergencia
de
los acuerdos
existentes y venideros, y así acelerar la configuración
de
un
mercado
latinoamericano
más
integrado
y
una
asociación política
mas
poderosa.
[f;jJ

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