Los derechos sociales en el constitucionalismo de emergencia ante las catástrofes naturales y ambientales
| Autor | César Landa Arroyo |
| Páginas | 219-235 |
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Los derechos sociales en el constitucionalismo de
emergencia ante las catástrofes naturales y ambientales
César Landa Arroyo1
I. PRESENTACIÓN
El Perú experimenta cada cierto tiempo crisis humanitarias nacionales o locales
por los desastres naturales provenientes del “Fenómeno del Niño” —lluvias
torrenciales y sequías—, pero también movimientos sísmicos de diferente magnitud
—temblores y terremotos—, así como, heladas, incendios forestales, erupciones
volcánicas y eventuales maremotos. Todo lo cual pone en evidencia que vivimos
en una sociedad en permanente riesgo por los fenómenos naturales, así como, por
los accidentes ambientales —derrames de petróleo, contaminación minera de la
tierra, el aire y los ríos, contaminación pesquera del mar, tala ilegal de bosques,
depredación de especies, entre otros— (Foro Económico Mundial, 2018)2.
Si bien, por un lado, las catástrofes naturales han sido asumidas como irre-
sistibles, por lo imprevisible y ajenas a la voluntad humana; por otro lado, las
calamidades ambientales sí son producto de la acción humana, a través de las in-
dustrias, y, de la inacción del Estado. Sin embargo, a partir del Informe Bruntland
(Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, 1987), se ha concebido
que el Estado y las industrias están en condiciones de mitigar los desastres naturales
y prevenir hasta cierto punto las catástrofes ambientales, a partir de concebir un
crecimiento económico basado en una relación sostenible de los recursos naturales y
el medio ambiente, en función del desarrollo tecnológico que se viene alcanzando.
Así, existen países como Noruega, Nueva Zelanda, Finlandia, Suecia, Suiza,
Dinamarca, Austria, Islandia, Australia y Singapur donde la cultura de la resilien-
cia les permite medir la exposición, sensibilidad y capacidad de adaptación a los
1 Profesor de Derecho Constitucional de la Ponticia Universidad Católica del Perú y de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos. Ex Presidente del Tribunal Constitucional.
2 En la último Foro anual de Davos, se destacó que tres de los cinco riesgos mundiales más probables
para el 2018 eran: el clima extremo ambiental, los desastres naturales y la incapacidad de mitigar
el cambio climático.
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efectos de los desastres naturales y los cambios climáticos; lo que los hace menos
vulnerables y pueden soportar mejor sus efectos, así como, estar mejor preparados
para prevenir y sobreponerse a los desastres naturales, según el ranking mundial de
la Universidad de Notre Dame, que mide a través de 45 indicadores, con informa-
ción registrada de 20 años, a 181 países en base sus niveles de vulnerabilidad y su
preparación para implementar soluciones satisfactorias a los daños de los desastres
naturales y ambientales (University of Notre Dame, s.f.).
Gracias a su capacidad de adaptación sostenible en el tiempo a los fenómenos
naturales, dichos países han reducido los riesgos de desastres: por un lado, en
base al desarrollo de redes seguras de abastecimiento de alimentos y agua potable;
implementación de una cultura de la salud preventiva; desarrollo económico en
función de ecosistemas; establecimiento de asentamientos humanos seguros;
desarrollo de infraestructura de protección de las costas; de transporte, y; de
energía (Ídem).
Por otro lado, la política de resiliencia que implementan supone desarrollar
una conciencia y grado de preparación para hacer frente a los riesgos regulares
y periódicos; primero, a nivel del gobierno, mediante el fortalecimiento de la
economía, promoviendo el ujo de recursos de las empresas hacia los sectores
vulnerables, mediante negocios transparentes y justos en términos de la sociedad,
la gobernanza y los factores económicos; fomentando las inversiones del gobierno
a través de políticas estables y seguras, particularmente de las empresas internacio-
nales, sin corrupción gubernamental, y; segundo, a nivel de la sociedad, asegurando
un Estado de Derecho que funcione, con un sólido sistema educativo, así como,
adecuada información y tecnología para las comunicaciones (Ídem).
En el ranking de los países 181 países mejor preparados para los desastres na-
turales el Perú se encuentra en el puesto 80, en el último puesto de los países con
un nivel medio alto de preparación. Lo que pone en evidencia en el Perú, que para
enfrentar eciente y adecuadamente a los fenómenos naturales no son sucientes
las acciones administrativas que afronten coyunturalmente las mencionadas crisis,
sino que se debe diseñar un sistema de gestión de riesgos a partir de la reexión
del rol del Estado constitucional frente a los fenómenos de la naturaleza.
Para lo cual, es necesario entender que el universo y la naturaleza hace que la
Tierra sea como un ser viviente con su propia dinámica, que se maniesta a través
de fenómenos naturales; pero, también existen los fenómenos llamados antrópi-
cos, que inciden sobre la naturaleza y sus ciclos en los que interviene la mano del
hombre, como son la contaminación ambiental, el derrame de sustancias tóxicas,
los incendios forestales y urbanos, básicamente (Cienfuegos, 2017).
En la actualidad en el Perú, el Estado cuenta con un Sistema Nacional de De-
fensa Civil de naturaleza administrativo, con un organismo rector como el Instituto
de Defensa Civil (INDECI) y un Centro de Operaciones de Emergencia Nacional
(COEN) como organismo operativo encargado de gestionar la información, la toma
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