Derecho a la vida

Por Pedro Canelo

No quiero escribir sobre si Claudio Pizarro falló el penal o si ese cabezazo no fue gol en el segundo tiempo por una cuestión de mal karma. Tampoco me detendré en el gol de Argentina, y ese desborde de Lavezzi con pase al infalible Higuaín. No, mejor saludo a los soldados desconocidos que ayer ganaron más fama que nunca: Rinaldo Cruzado y Luis Ramírez. O mejor escribo que Carlos Lobatón fue quien le midió los primeros pasos a Lionel Messi para cederle la posta a un eficiente Ballón. La tabla de posiciones aún nos dará una bofetada a la ilusión porque seguimos en el séptimo lugar de las Eliminatorias mundialistas. Ese punto sumado parece ser solo un pequeño paso, pero lo que este grupo de Sergio Markarián ha dado es en realidad un salto más que importante.

Estamos vivos, respirando.

Después de besar el suelo, después de ese KO hace cuatro años cuando quedamos últimos en las Eliminatorias para Sudáfrica 2010, lo más importante era recuperar el paso de los peleadores dignos. Este grupo, a pesar de su posición en la tabla en estas Eliminatorias, ha vuelto a ser competitivo en el plano internacional. Perú jugó, tocó, generó y marcó. Fue un equipo contra otro más trabajado y poderoso. Fuimos dignos en la cancha y eso, hay que rescatarlo.

El rival de anoche se anunciaba como la mejor versión de Argentina de los últimos años. De hecho, es el líder de la tabla. Con Messi en su momento superlativo, como indiscutible mejor jugador del mundo. Amenazaba este once albiceleste con sus megaestrellas a un cuadro que seguía gastando el esfuerzo en recuperar la respiración. Por la medida del rival, es posible afirmar que...

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