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Democracia-capitalismo-totalitarismo

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Vincent

Por Francisco Miró Quesada Rada. DirectorEn su obra ?Secretos, mentiras y democracia?, Noam Chomsky sostiene que las empresas capitalistas son más totalitarias que la mayoría de los estados totalitarios. Ello, menciona el autor, se debe a que no les interesa lograr una vida mejor para los trabajadores, sino mayores utilidades y participación en el mercado.El Estado totalitario tiene un control total sobre la sociedad. Es un Estado policíaco, por lo general de partido único o de partido hegemónico, que controla la economía, la prensa y persigue a los disidentes del sistema a quienes declara enemigos. De alguna manera Chomsky exagera porque todo depende de la forma como está organizada una empresa capitalista, algunas son más verticales que otras en su organización, pero en lo que sí no cabe la menor duda es que el fin de la empresa capitalista, o en plural de las empresas capitalistas, es la ganancia y que sus socios tengan más utilidades. Sin embargo, sucede también que cuando la empresa tiene mayores ingresos estos contribuyen a mejorar el salario de los trabajadores. Lo grave es que se vea a los trabajadores como piezas del proceso productivo y no como personas. En consecuencia, no son totalitarias porque las empresas desarrollan sus actividades en la pluralidad del mercado. No obstante, pluralidad no significa democracia aunque la democracia es plural. Por ejemplo, en la Edad Media hubo pluralidad de feudos y la democracia brilló por su ausencia.Sucede que cuando una empresa transnacional no paga impuestos y destruye empleos, pierde legitimidad y, en parte, credibilidad ante el ciudadano consumidor. Se convierte en parasitaria y disfuncional como advirtiese Joseph Schumpeter. Las empresas no son entidades políticas, pero pueden actuar políticamente cuando empiezan a imponer sus categorías conceptuales en una sociedad, cuando buscan el poder político para beneficiarse o intentan poner el Estado a su servicio, como sucede en muchos casos. Esto es mercantilismo puro y no libre competencia. El Estado liberal debe representar y defender los intereses de todos los ciudadanos y no ponerse al servicio de grupos económicos.Cuando se analiza la relación entre democracia y economía de mercado, sobre todo desde que se inició este nuevo proceso social y no solo económico que conocemos como globalización, advertimos que la economía de mercado ha sido siempre un proyecto muy vinculado a la democracia, aunque con valores diferentes que en muchos casos...

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