Las cuatro horas de Francisco en La Paz

con un pulmón menos y 78 años a cuestas, el papa Francisco tomó un mate de coca y minutos después, a las 5:15 p.m., bajó las escalinatas del avión que lo trasladó de Ecuador a Bolivia. Pausado pero firme, caminó en el aeropuerto de la altiplánica El Alto, a 4.150 intimidantes metros de altura. Con un abrigo blanco para lidiar con el frío, abrazó con efusividad al presidente Evo Morales y a varios niños con trajes típicos que se le acercaron sin ningún protocolo. Un bolsito andino le fue colocado en el cuello y con este dio sus primeras palabras ante el pueblo boliviano. ?La opción preferencial de la Iglesia son los descartados, los excluidos? fue la frase más importante de su discurso a su llegada a Bolivia, la segunda parada de su gira latinoamericana. El Papa recorrió un callejón de adobes hechos con la sal del conocido Salar de Uyuni y adornado por la flor de la quinua. ?Esta es una tierra bendecida en sus gentes, con su variada realidad cultural y étnica, que constituye una gran riqueza y un llamado permanente al respeto mutuo y al diálogo?, afirmó tras abogar por una política ?sin excluir ni rechazar a nadie?.El presidente Morales no perdió la oportunidad para, en su breve mensaje de bienvenida, reclamar la salida al mar de su país. ?Se nos ha mutilado el acceso al mar?, dijo.Francisco no le contestó de inmediato, pero habló del tema más tarde durante su presencia en la catedral: ?Estoy pensando en el mar, y el diálogo es indispensable?.Pasadas las seis de la tarde, el pontífice abordó el papamóvil e inició el descenso hacia La Paz, ubicada a 3.600 metros de altura. Pese al frío, el auto solo estaba protegido con un vidrio delantero. Durante todo el trayecto, recibió el fervoroso y efusivo saludo de miles de bolivianos que formaron una cadena humana para verlo pasar. A mitad del...

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