Crisis alimentaria

Por Juan Velit Granda. Internacionalista

La onda sísmica que está conmoviendo a algunos regímenes árabes tiene múltiples causas. Desde las religiosas, las sociales, políticas y económicas hasta otras más puntuales. Están los factores ligados a las limitadas expectativas de futuro de los jóvenes, está el hartazgo por las dilatadas autocracias, está la indignidad por las libertades recortadas y el oprobio que significa contemplar impávido la corrupción de sus dirigentes políticos.

Pero hay un factor cuya presencia subyace sutilmente en todas ellas y que no es monopolio de los países del Medio Oriente y puede trasladarse a cualquier nación tercermundista. Nos estamos refiriendo a la aguda crisis alimentaria que está sufriendo el planeta.

Estas revueltas deben servir como una clarinada a Latinoamérica para entender el importante papel que juega la seguridad alimentaria en la ira de los pueblos y en la estabilidad de los estados.

Hace muy pocos días, Josette Sheeran, directora del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, manifestó que gran parte de las protestas civiles que se están desarrollando en los variados escenarios mundiales son generados ?por una compleja conjunción de diferentes factores, pero todas tienen un denominador común: la ansiedad cada vez mayor sobre el aumento de los precios de los alimentos y la preocupación sobre su acceso?.

Es importante considerar que la Organización para la Agricultura y Alimentación de la ONU (FAO) anunció el 3 de enero que los precios mundiales de los alimentos habían alcanzado un máximo histórico que superaba a los registrados en la crisis del 2007.

Lo cierto es que las grandes corporaciones de productos alimentarios de los países...

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