Contradicciones de la política migratoria chilena (2018-2022)

AutorMartina Cociña-Cholaky
CargoInvestigadora posdoctoral del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O´Higgins (Chile) y profesora de la Universidad Viña del Mar (Chile). Abogada y diplomada en Derecho por la Universidad de Chile (Chile); máster en Criminología, Política Criminal y Sociología Jurídico Penal; y doctora en Derecho y Ciencia Política por la ...
Páginas229-260
Contradicciones de la política migratoria
chilena (2018-2022)
Contradictions in the Chilean Government’s Immigration
Policy (2018-2022)
MARTINA COCIÑACHOLAKY*
Universidad Estatal de O´Higgins (Chile)
Resumen: Bajo el lema de «ordenar la casa», el gobierno de Sebastián Piñera,
desde su asunción presidencial en 2018, ha impuesto diversos requerimientos
a la movilidad humana, que han dificultado el ingreso y la permanencia
regular a colectivos, como el haitiano y el venezolano. Estas medidas se
han acompañado de una apuesta por la militarización de la frontera norte
y la mediatización de expulsiones, junto con una retórica que dicotomiza los
desplazamientos en positivos/negativos según su situación administrativa,
condicionando así los derechos de los migrantes. Este artículo examina,
desde el paradigma de la gobernabilidad migratoria y mediante un análisis
documental, la política migratoria chilena de 2018 a 2022, indagando desde
un enfoque cualitativo y exploratorio las principales medidas instauradas y
las retóricas esgrimidas. Se concluye que en este periodo presidencial se ha
agudizado una política que, a través de una narrativa de derechos humanos,
restringe ciertos flujos, incrementando la irregularidad y la precarización de las
travesías, consecuencias que contradicen la premisa de «migración ordenada,
segura y regular» en que se sustenta la gestión gubernamental. Esta dinámica
se ha expresado con fuerza en la Región de Tarapacá, un territorio que se ha
transformado en el epicentro de la coyuntura migratoria.
Palabras clave: Migración, Chile, gobernabilidad migratoria, irregularidad
Abstract: Under the slogan of “putting the house in order”, the government
of Sebastián Piñera, since his presidential inauguration in 2018, has imposed
various requirements on human mobility, which have hindered the entry and
regular stay of groups such as Haitians and Venezuelans. These measures
have been accompanied by a commitment to the militarization of the
northern border and the mediatization of expulsions, along with a rhetoric
that dichotomizes displacements into positive/negative, according to their
administrative situation, thus conditioning the rights of migrants. This
paper examines, from the paradigm of migration governance and through
a documentary analysis, the Chilean migration policy from 2018 to 2022,
investigating from a qualitative and exploratory approach the main measures
implemented and the rhetoric used. It is concluded that in this presidential
period a policy has been intensified that, through a human rights narrative,
restricts certain flows, increasing irregularity and the precariousness of the
* Investigadora posdoctoral del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Estatal de O´Higgins
(Chile) y profesora de la Universidad Viña del Mar (Chile). Abogada y diplomada en Derecho por la
Universidad de Chile (Chile); máster en Criminología, Política Criminal y Sociología Jurídico Penal; y
doctora en Derecho y Ciencia Política por la Universidad de Barcelona (España).
Código ORCID: 0000-0002-9239-1373. Correo electrónico: martina.cocina@uoh.cl.
https://doi.org/10.18800/derechopucp.202202.008
N° 89, 2022
diciembre-mayo
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Derecho PUCP, N° 89, 2022 / e-ISSN: 2305-2546
crossings, consequences that contradict the premise of “orderly, safe and
regular migration” on which the government administration is based. This
dynamic has been strongly expressed in the Tarapacá Region, a territory that
has become the epicenter of the migratory situation.
Key words: Migration, Chile, migration gobernability, irregularity
CONTENIDO: I. INTRODUCCIÓN. II. METODOLOGÍA. III. GOBERNABILIDAD
MIGRATORIA DESDE EL SUR GLOBAL. IV. CLAVES DE LA POLÍTICA
MIGRATORIA CHILENA 20182022. IV.1. VISAS QUE HAN INCREMENTADO
LA IRREGULARIDAD. IV.1.1. VISAS EXIGIDAS A PERSONAS VENEZOLANAS.
IV.1.2. VISAS EXIGIDAS A PERSONAS HAITIANAS. IV.1.3. VISAS E INCREMENTO
DE LA IRREGULARIDAD. IV.2. MEDIATIZACIÓN DE LAS EXPULSIONES.
IV.3. APUESTA POR LA FRONTERIZACIÓN. V. EL EPICENTRO DE LA COYUNTURA
MIGRATORIA: LA REGIÓN DE TARAPACÁ. VI. CONCLUSIONES.
I. INTRODUCCIÓN
En septiembre de 2021, se congregaron en Iquique, una ciudad nortina
chilena, más de 5000 personas, quienes marcharon al ritmo de los gritos
de «Chile para los chilenos» y «No más inmigración ilegal». Bajo la
idea de la invasión y la migración como focos de delincuencia, dichos
ciudadanos demandaron la expulsión de los extranjeros en irregularidad.
Algunos migrantes, para evitar ser agredidos, tuvieron que resguardarse
bajo protección policial; sin embargo, un grupo de manifestantes quemó
parte de sus pertenencias, entre las que se encontraban carpas, ropas,
juguetes y un coche de bebé. Uno de los afectados señaló que «nos
tiraron piedras, botellas, de todo. Y la gente, en vez de ayudar, grababa
con sus teléfonos; era como un show para ellos. Nos sentimos humillados,
tratados como animales, como una basura» (Paúl, 2021, s.p.).
Lo acontecido fue condenado unánimemente. Felipe González (2021),
relator especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos
de los migrantes, declaró que fue una «inadmisible humillación contra
migrantes especialmente vulnerables, afectándolos en lo más personal.
El discurso xenófobo, asimilando migración a delincuencia, que por
desgracia se ha ido volviendo cada vez más frecuente en Chile, alimenta
esta clase de barbarismo» (s.p.).
Lo sucedido en la Región de Tarapacá es un aliciente para reflexionar
sobre la política migratoria chilena reciente, los discursos esgrimidos
y sus consecuencias. Constituye, además, un ejemplo que expone los
alcances de vincular irregularidad a criminalidad, una asociación que
no es inofensiva, ya que cuando los desplazamientos se restringen a una
problemática de seguridad, se abordan con un mayor control fronterizo
(Valencia & Ramos, 2021, p. 405). Esta forma de comprender la
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CONTRADICCIONES
DE LA POLÍTICA
MIGRATORIA
CHILENA
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CONTRADICTIONS
IN THE CHILEAN
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IMMIGRATION
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movilidad humana hace caso omiso de los alcances que ha tenido
la política gubernamental en los últimos años; esto es, la imposición de
medidas que han acrecentado la irregularidad y la vulnerabilidad de las
travesías (Thayer, 2021a, p. 7). Precisamente, este trabajo explorará
cómo las medidas decretadas en Chile se articulan con una narrativa
de derechos humanos; es decir, bajo la lógica de la gobernabilidad
migratoria.
Para analizar esta gestión, cabe considerar que Chile ha experimentado
en los últimos años una significativa alza migratoria: de 2017 a 2019 se
duplicaron los extranjeros residentes, pasando de 750 000 a cerca de
1,5 millones. En particular se incrementó el arribo de ciertas
nacionalidades, como la venezolana y la haitiana, observándose una
tendencia de nuevos colectivos que provienen de más allá de las
fronteras inmediatas (INE & DEM, 2021, p. 4).
Ante este escenario, la Administración de Piñera, desde su asunción
en 20181, valiéndose de la expresión «ordenar la casa», ha impuesto
una serie de mecanismos presentados con el objeto de facilitar la
inclusión; sin embargo, como observa la literatura, estos más bien han
obstaculizado el ingreso y la permanencia regular (Dufraix et al., 2020,
p. 172; Stefoni et al., 2021, s.p.). Así, la política chilena reciente ha
estatuido la precarización de los flujos (Thayer, 2021a, p. 7).
En el año 2018 se inició esta nueva etapa en política migratoria,
definida en torno a la restricción, al orden y a la institucionalización
de las condiciones de exclusión (Thayer, 2021a, p. 12). El Gobierno de
Chile, como plantean Stefoni et al. (2022), ha avanzado «hacia políticas
de recrudecimiento del control fronterizo, con una tendencia a la
militarización, y a la selección de quienes pueden ingresar al territorio
a partir de criterios discriminatorios y discrecionales» (p. 151). Este
complejo panorama se agudizó aún más con el cierre de fronteras
terrestres en marzo de 2020, las cuarentenas decretadas y la restricción
de la circulación producto de la pandemia de COVID-19 (Liberona,
2020, p. 49; SJM, 2021, p. 6).
El objetivo de este artículo es analizar la política migratoria chilena
durante los años 2018-2022, en especial las principales medidas
instauradas con la finalidad de gestionar los desplazamientos y los
discursos que las han sustentado, indagando cómo dicha política
se corresponde con el enfoque de la gobernabilidad migratoria,
exponiendo sus implicancias y ejemplificando con lo acontecido en
un determinado territorio. La delimitación temporal obedece a que
en 2018 se instauró la inmigración internacional como prioridad en
1 Sebastián Piñera ha sido presidente de la República de Chile en dos ocasiones: de 2010 a 2014 y de
2018 a 2022.

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