Conflictos trágicos y diseño institucional. Consenso y conflicto. El momento de la creación y aplicación de normas

AutorGuillermo Lariguet
Cargo del AutorProfesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Nacional de Córdoba e Investigador de Conicet, Argentina
Páginas293-318
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CONFLICTOS TRÁGICOS Y DISEÑO INSTITUCIONAL. CONSENSO Y CONFLICTO.
PRIMERA PARTE
CONFLICTOS TRÁGICOS Y DISEÑO INSTITUCIONAL.
CONSENSO Y CONFLICTO. EL MOMENTO DE LA
CREACIÓN Y APLICACIÓN DE NORMAS
1. Conflictos trágicos y diseño institucional
¿Resulta factible afirmar al mismo tiempo la existencia de
conflictos trágicos y la existencia de un diseño institucional
orientado a resolverlos?
Como mostré en el capítulo 3, autores como George
STEINER sostienen una respuesta negativa a esta pregunta.
Sólo en los “dramas” (no en las “tragedias”) hay soluciones
institucionales. En breve: no hay diseño institucional posible
que resuelva estos conflictos.
Recuérdese que STEINER sostiene que “el teatro trágico
nos afirma que las esferas de la razón, el orden y la justicia
son terriblemente limitadas y que ningún progreso científico
o técnico extenderá sus dominios”.325
325 STEINER, 2001, 12-13.
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GUILLERMO LARIGUET
Esta afirmación lleva a otro problema. Si es verdad que las
“esferas de la razón, el orden y la justicia” son “terriblemente
limitadas” ¿ significa esto que las posibilidades de “resolver”
un conflicto trágico, si existiesen, trascenderían las fronteras
humanas?326
Resulta llamativo que una consecuencia de esta “trascen-
dencia” de límites tenga un cierto parecido de familia con la
imagen de “mal radical” difundida por KANT y examinada
por Hannah ARENDT. La idea de estos filósofos es que, ante
el mal radical, pareciera revelarse una impotencia para el
enjuiciamiento y el castigo de los delitos que involucran mal
radical. En Juicio al mal absoluto, NINO ha sostenido respecto
de esta imagen de “impotencia” frente al mal radical –y, en mi
analogía, de impotencia frente a los conflictos trágicos– que
puede parecer a primera vista
“una simple imagen literaria, una forma de expresar la in-
adecuación de la evaluación social, de la justicia humana y
de nuestra capacidad de castigar”.327
La “inadecuación de la evaluación social” y de la “justicia
humana”, a las que se refiere NINO, se manifiestan en las tra-
gedias antiguas. Piénsese en una tragedia como el Filóctetes
de Sófocles. En la versión de Sófocles, el conflicto que se
produce en Neoptólemo –hijo de Aquiles– es tan profundo y
su discrepancia con Odiseo es tan intensa que “trasciende” la
capacidad de éstos para dar una respuesta a cuál es el curso de
acción que debe seguirse: o quitarle las armas con engaños a
Filóctetes y satisfacer así la condición que, según la profecía,
326 En esta línea, Bernard WILLIAMS (1993, 102) sostiene que la peculiaridad de
los conflictos trágicos es que ellos se ubican “más allá” de las trayectorias
del pensamiento moral ordinario.
327 NINO, 1997, 8.

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