El control de las concentraciones empresariales en la perspectiva del Derecho de la Competencia
| Autor | Juan Francisco Rojas Leo |
| Cargo del Autor | Presidente de la Sala de Defensa de la Competencia del Tribunal del INDECOPI. |
| Páginas | 43-63 |
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LOS DISEÑOS I NDUSTRIALES EN LA DECISIÓN 486
EL CONTROL DE LAS CONCENTRACIONES
EMPRESARIALES EN LA PERSPECTIVA DEL
DERECHO DE LA COMPETENCIA
Juan Francisco Rojas Leo
Presidente de la Sala de Defensa de la
Competencia del Tribunal del INDECOPI.
Las concentraciones empresariales son sin duda una expre-
sión de la dinámica y crecimiento deseable de las empresas. En
algunos casos, son la expresión de procesos de crecimiento de
empresas que nacen de gran dimensión y consolidan su fortale-
za económica con la adquisición de otras empresas.
En el caso del mercado peruano, es decir, en el caso que
más se aproxima a la realidad de nuestras empresas nacionales,
se trata por lo general de procesos en los que, de formas de pro-
ducción pequeñas o medianas, se apuesta y se consolida la pro-
ducción a gran escala.
El crecimiento de las empresas es el crecimiento del merca-
do. El crecimiento del mercado es, a su vez, el crecimiento del
bienestar de la población. Resulta muy difícil que alguien pueda
hoy negar estas equivalencias y plantear tesis anacrónicas de vi-
sión contraria1. Si existe un consenso en la clase dirigente nacio-
nal, en el mundo académico y en el mundo empresarial, es aquel
1Por ejemplo, visiones dirigidas a la instauración de un modelo de pla-
nificación central, tal vez, al estilo del vigente en la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas, cuyos resultados son ampliamente
conocidos, bastando referirse al hecho notorio de su desaparición –
junto con el Estado que lo sostenía- a inicios de la década de 1990.
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JUAN FRANCISCO R OJAS LEO
que se manifiesta en el hecho de que el Perú requiere de grandes
dinamismos de mercado para poder identificar sus ventajas com-
petitivas y, desde la innovación y la creación de productos de ca-
lidad, insertarse en los mercados mundiales y dejar la condición
de país del tercer mundo.
Esta legítima expectativa nacional pasa por la necesidad de
que se desarrolle intensamente el mercado interno, crezcan las
empresas nacionales, y éstas sean capaces de competir en un mun-
do globalizado.
En este escenario, el primer grave error que podríamos co-
meter es considerar que el control de las concentraciones empre-
sariales es un instrumento para frenar el crecimiento de las em-
presas.
Nada más alejado de la verdad y, también, nada más aleja-
do de la experiencia empírica, como espero demostrar a conti-
nuación.
La verdadera finalidad del control de las concentraciones
empresariales es la defensa de la inversión privada y la necesidad
de garantizar que la competencia sea la fuerza reguladora del
mercado2.
2La competencia es, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 61
de la Constitución Política del Perú, la fuerza reguladora de la acción
de los agentes económicos en el mercado. La competencia, en su conte-
nido básico, no es otra cosa que un escenario de mercado en el que
existe libertad de elección, los precios se forman libremente por acción
de la ley de la oferta y la demanda, y es imposible que un agente econó-
mico decida su política industrial con independencia de los otros acto-
res del mercado. La valoración positiva de la competencia contenida
en la Constitución Política del Perú implica un mandato de actuación
al Estado a fin de garantizar que ésta gobierne la acción de los agentes
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