La clausula de los contratos en la Constitucion de los Estados Unidos.

AutorFernandez Segado, Francisco
CargoEnsayo

Sumilla 1. Introduccion: la clausula de los contratos (contract clause) y su trascendencia constitucional 2. El diseno constitucional de la clausula de los contratos en la Seccion 10 del Articulo I. Algunas cuestiones problematicas que plantea su interpretacion A) Una clausula operativa frente a los Estados B) Ambito de la clausula: ?contratos privados y contratos publicos? C) ?Impide la clausula tan solo las leyes con efectos retroactivos? D) ?Que se entiende por "obligacion>> de un contrato, y cuando ha de considerarse que hay un > (impairment) de la misma? E) ?Se encuentra la clausula sujeta a ciertos limites implicitos? La limitacion del police power a) Limitaciones jurisprudenciales en la aplicacion de la clausula de los contratos b) El limite del police power y su conexion con la doctrina de la dual sovereignty c) La recepcion jurisprudencial del police power y de otras limitaciones sobre la clausula de los contratos: de la Marshall Court a la guerra civil (1861-1865) d) Clausula de los contratos versus police power: la evolucion jurisprudencial desde el fin de la guerra hasta la Blaisdell opinion (1934) 1. Introduccion: la clausula de los contratos (contract clause) y su trascendencia constitucional

1.1. Los incisos finales del parrafo primero de la Seccion 10 del Articulo I de la Constitucion norteamericana preven que: > (>). Esta ultima disposicion enuncia la famosa clausula de los contratos.

La clausula de los contratos, aunque pueda resultar sorprendente, se convirtio en el siglo XIX, o por lo menos en una buena parte del mismo, en la disposicion constitucional de mayor relevancia, hasta el extremo de que, como escribe Siegel (1), la comprension de esta clausula en el siglo XIX es central para el entendimiento de la historia constitucional americana, y en el marco de la misma, segun otros autores, para el propio desarrollo del federalismo (2). No ha de extranar que asi aconteciere, y en tal sentido se pronuncia gran parte de la doctrina (3), por cuanto la clausula en cuestion pronto iba a devenir en el arma principal con la que la Marshall Court iba a restringir la frecuente interferencia legislativa estatal sobre los derechos de propiedad.

Para comprender la constitucionalizacion de esta clausula hay que tener en cuenta los frecuentes abusos que las legislaturas estatales iban a cometer sobre los derechos de propiedad en el periodo que media entre la Independencia y la aprobacion de la Constitucion en 1787. Para Beard, > constitucionales encarnan las principales demandas de los propietarios de bienes muebles frente al agrarismo (agrarianism): la interdiccion de la emision estatal de papel moneda (recogida en el mismo parrafo que la clausula de los contratos) y la prohibicion de menoscabar los compromisos dimanantes de los contratos. En tales clausulas, Beard no solo visualiza la recepcion de un principio de profundo significado, sino que, mas alla de ello, considera que, > (4).

En el numero 7 de los Federalist Papers, Hamilton se iba a hacer eco de la relevancia de la clausula de los contratos, al identificar las laws in violation of private contracts como una de las posibles causas de disputas entre los Estados de la Union, incluso de la hostilidad entre ellos, por cuanto tales leyes vendrian a equivaler a > (5). Ello anadiria una explicacion adicional a la constitucionalizacion de esta clausula. Por lo demas, aunque desde el punto de vista hamiltoniano, la clausula de los contratos podia servir los mismos fines que otras disposiciones economicas de la Constitucion, y de modo particular que la clausula de comercio (commerce clause), una y otra clausulas operaban de un modo completamente diferente. Mientras la clausula de comercio, por sus propios terminos, se aplica tan solo al comercio interestatal, la clausula de los contratos se aplica a todos los contratos, no solo a aquellos con partes provenientes de diferentes Estados (6).

La paternidad de la vertebracion de esta clausula y de la concrecion de su contenido se ha atribuido a Marshall, y ello es absolutamente cierto. Sin embargo, conviene no olvidar, que incluso con anterioridad a la Constitucion federal, y en mayor medida aun, como es logico, con posterioridad a la misma, hubo autores relevantes que se anticiparon a Marshall en su defensa de una amplia interpretacion de esta clausula o del principio equivalente, tan arraigado en el common law, de la sanctity of contracts, como tambien del que podriamos denominar sanctity of charters. Asi, tras crearse durante la etapa de la Confederacion el Bank of North America, cuyos estatutos (charters) fueron aprobados tanto por el Congreso (el Continental Congress) como por la Legislatura de Pennsylvania, en 1785 se intento en este Estado derogar el estatuto otorgado por el propio Estado. Entre quienes acudieron en defensa del Banco estaban Thomas Paine, figura intelectual harto conocida, y James Wilson, un jurista de primerisima fila que seria nombrado juez de la Corte Suprema en 1789. Wilson defenderia que la ley que aprobaba los estatutos del Banco era un contrato entre el Estado y la corporacion bancaria. Para Wilson, > (7). Paine, a su vez, en sus Dissertations on Government, the Affairs of the Bank, and Paper Money, dejaria inequivocamente claro que, a su juicio, un estatuto era un contrato, y como tal no podia ser derogado unilateralmente. Ambos autores se anticipaban de esta forma a la doctrina de Marshall en unos cuantos lustros, aunque es dudoso que Marshall tuviera conocimiento de estas posiciones, o por lo menos, es algo que no ha podido ser verificado.

Como antes deciamos, Marshall y el Tribunal que presidia iban a prestar una atencion preferente a la clausula que nos ocupa. Para el Chief Justice la clausula encarnaba una Constitucion cuya verdadera naturaleza residia en la limitacion de los poderes estatales y en la subsiguiente concesion de poderes al gobierno federal. De ahi la importancia que adquirira esta norma, que durante los primeros ochenta anos de vida constitucional generara mas casos ante la Corte Suprema que cualquier otra disposicion constitucional (8), y que no solo servira, particularmente durante la Chief Justiceship de Marshall, como el principal vehiculo para la defensa en sede judicial de la propiedad frente a las infracciones estatales, producidas a traves de una gran variedad de actuaciones legislativas (9), sino que, mas alla de ello, durante el siglo XIX, operara como la fuente fundamental de derechos federalmente protegidos (10).

El rampante activismo judicial de la Marshall Court iba efectivamente a hacer devenir la clausula que nos ocupa en la base de una sorprendente expansion de la judicial review. La clausula de los contratos iba a convertirse en el deposito de la doctrina judicial de los derechos adquiridos (vested rights), de las ya referidas limitaciones judicialmente deducidas de la higher law sobre el poder legislativo estatal, e incluso, en terminos de Levy (11), en >. En el corto espacio de una decada, Marshall, con su conocida habilidad y su incontrastable logica, habia extraido la clausula de los contratos de sus oscuros origenes y hecho de ella una de las normas mas vitales de toda la Constitucion. En ello se veria ciertamente favorecido por el principio de la santidad de los contratos (sanctity of contracts) celebrados entre individuos en el ejercicio de los derechos que el common law les reconocia; tal principio, profundamente arraigado en el natural law, conformaria una de las normas centrales del pensamiento liberal a lo largo de todo el siglo XIX. Tras la entrada en vigor de la Constitucion, el principio en cuestion quedo asimismo anclado en la clausula de los contratos. Para los juristas americanos, ese mismo principio se traducia en que los derechos de un individuo adquiridos de conformidad con la ley vigente al tiempo en que se celebraba un contrato eran derechos adquiridos y permanecian inalterables, salvo que mediara el consentimiento en otro sentido del individuo.

La primacia de la clausula de los contratos tambien asumira una deuda inmediata con el Chief Justice, lo que derivara de la enormemente amplia interpretacion que John Marshall, y con el su Tribunal, daran a esta clausula, de modo muy particular, en el caso que constituye el objeto principal de este trabajo, Fletcher v. Peck (1810), en el que la Corte considerara que la clausula en cuestion se extendia a los contratos publicos y no solo a los privados. Marshall iba ademas a extender el significado de la nocion de > para incluir no solo un executory contract, esto es, un contrato con promesa de cumplimiento en una fecha futura, como lo visualiza la doctrina (12), sino tambien un contrato ejecutado (executed contract), que en el Fletcher case incluia concesiones o cesiones legislativas anteriores, que no podian ser revocadas. Mas alla de este caso concreto, la clausula de los contratos iba a desempenar un rol dominante en lo que se refiere a las sentencias constitucionales sustantivas de la era de la Marshall Court.

La trascendencia que todo ello iba a tener en la litigiosidad suscitada por la clausula se capta en cuanto se atiende a algunos datos cuantitativos ofrecidos por Wright (13), autor de la obra clasica sobre la materia. Para el profesor de Harvard, antes de 1889, la clausula de los contratos habia sido considerada por la Corte en casi el 40 por 100 de todos los casos que concernian a la validez de la legislacion estatal. Con tanto exito se invoco su proteccion en sede judicial suprema, que fue la justificacion constitucional para 75 de las decisiones en que leyes estatales fueron consideradas inconstitucionales, casi la mitad de todas aquellas en que tal legislacion fue declarada contradictoria con la Constitucion. Pero como el propio Wright destaca (14), en la medida en que se han visto implicados contratos entre particulares, la clausula de los contratos ha tenido una importancia secundaria. Prueba fehaciente de ello la encontramos en el hecho de que en...

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