Cables bajo tierra

Por ANGUSLaurie

El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.En anteriores columnas he escrito sobre el tema del estorbo urbano, refiriéndome a la cantidad innecesaria de postes, tachos y otros elementos de mobiliario urbano que están colocados en el espacio público. A menudo, en una esquina, uno se encuentra con un poste de semáforo al lado de un poste para cables de luz, al lado de un poste para un farol, al lado de un poste para una cámara de tráfico, al lado de un tacho de basura.Mientras el estorbo urbano es un problema que ocurre en muchas ciudades, hay algunas que son mejores en ordenar sus calles y espacios públicos a través del multiuso de elementos de mobiliario. En Chicago, por ejemplo, los postes para los faroles, en muchos casos, sostienen también semáforos vehiculares y peatonales. En Toronto, los postes que cargan los cables de luz también soportan los faroles, semáforos y la señalética de las calles. En otras ciudades, se cuelgan los tachos de otros postes ya existentes.Cuando se duplican o triplican las funciones de cada poste, se genera un mayor sentido de orden en el espacio público.Lo mismo aplica a la cantidad de cables que hay en las vías públicas. En Lima, junto con las otras ciudades del Perú, la cantidad de cables en las vías públicas genera una imagen de desorden y decadencia.Parece que esto empezará a cambiar. El último viernes, Osinergmin ha ordenado que las empresas de luz retiren los cables aéreos en 67 centros...

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