Bancos centrales globales compiten ahora por fortalecer sus monedas

La inflación desenfrenada está cambiando la definición de las guerras de divisas, convirtiéndolas en una carrera hacia arriba en lugar de hacia abajo.

La forma en que estas batallas funcionan convencionalmente es la siguiente: un país trata de debilitar su moneda, para darle una ventaja en el comercio mundial. Es lo que el presidente Donald Trump amenazó con hacer con China, a la que acusó de devaluar intencionadamente el yuan.

Pero la elevada inflación ha cambiado las prioridades, ya que una moneda más fuerte tiende a ayudar a contener la inflación al abaratar los bienes importados. Los estrategas de TD Securities discutieron el tema en una nota del miércoles titulada “Currency Wars in Reverse Got Markets in a Tizzy” (Las guerras de divisas a la inversa pusieron en jaque a los mercados), argumentando que los encargados de la política monetaria ahora prefieren la fortaleza debido al “impulso inflacionario que se ha apoderado de los mercados en los últimos trimestres”, escribieron.

Los países que dependen de las exportaciones generalmente favorecen las monedas baratas para mantener una ventaja comercial relativa frente a sus pares. Ante el estancamiento del comercio mundial tras la crisis financiera de 2008, algunas economías intentaron devaluar sus monedas para dar un impulso a las exportaciones.

Hoy, una moneda fuerte puede aliviar las presiones sobre los precios a medida que las importaciones se vuelven más atractivas. El aumento de las...

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