Argentina y sus precios

Se dice que Albert Einstein definió la insania como hacer lo mismo una y otra vez, y esperar un resultado diferente. El Gobierno peronista de Argentina parece tan desconcertado con esta simple regla como algunas personas lo están con la teoría de la relatividad. El 19 de octubre, el nuevo secretario de Comercio interno, Roberto Feletti, emitió un decreto que fija, hasta enero, los precios de 1,432 productos que van desde queso crema hasta crema de afeitar.

El anexo del decreto tiene 881 páginas en las que se precisa, hasta la última fracción del peso argentino, el precio máximo para cada producto en cada una de las 24 provincias del país. ¿El motivo? Los precios se incrementaron 3.5% en setiembre, porcentaje inesperadamente alto, con lo que la inflación anualizada llegó a 53%. Las cifras de octubre serán publicadas tres días antes del 14 de noviembre, fecha en que se realizarán unas cruciales elecciones legislativas de mitad de periodo.

En setiembre, la coalición gobernantes quedó en shock tras perder en unas primarias que sirven como un simulacro de dichos comicios. La lección que sacó Cristina Fernández de Kirchner, la poderosa vicepresidenta que fue mandataria del 2007 al 2015, fue que en el Gobierno había intervenido muy poco en la economía. Los controles de Feletti permitirán a la coalición gobernante culpar a las empresas por el alza de precios.

"No hay una lógica económica, todo es comunicacional y político", dice Federico Sturzenegger, expresidente del Banco Central de Argentina.

El propio Gobierno no es razón por que este país tiene la inflación más elevada entres las grandes economías del mundo, con la excepción de Venezuela, cuyo Gobierno es aún más adicto a los controles. Ya en diciembre del 2019 había fijado topes a tarifas de servicios públicos y tasas de interés.

El fracaso del Gobierno en alcanzar un acuerdo con el FMI le impide acceder a fuentes internacionales de crédito. Así que esta financiando el déficit fiscal de este año, de alrededor de 4% del PBI, principalmente con la impresión de billetes. "Ese dinero persigue a otros bienes", lo que empuja la inflación hacia arriba, puntualiza Sturzenegger.

El país ya lo ha vivido antes.

La afición del peronismo por los subsidios y el proteccionismo, y por mantener fijo el tipo de cambio, hace que Argentina padezca déficits fiscales crónicos y escasez de divisas fuertes. A fines del 2013, con el declive del boom de los commodities y una nueva iliquidez en dólares, el Gobierno de...

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