Un ajedrez sangriento.

AutorSánchez León, Abelardo
CargoEntrevista

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¿Se puede definir, a grandes rasgos, la política exterior de Barack Obama en las zonas de conflicto: Iraq, Ucrania y Gaza?

Si uno oía a Obama a inicios de su gobierno, y lo oye ahora, claramente ha habido un cambio. En primer lugar, su primer ministro de Defensa--que además era republicano, fue el último ministro de Bush y siguió con Obama--decía que la próxima persona que dijera que Estados Unidos tenía que hacer un despliegue militar significativo en el Medio Oriente debía pasar por un psiquiatra. Y Obama dijo que había que cambiar el énfasis sobre Medio Oriente por el llamado pivote asiático, la idea de encauzar el crecimiento de China por vías de convivencia, según reglas de juego compartidas, o, en el peor de los casos, tratar de contener las consecuencias de un crecimiento económico y militar de China en términos relativos. Obama comenzó diciendo que iba a sacar a Estados Unidos de Iraq, y lo hizo. Tres años después, está haciendo un despliegue significativo de fuerzas en Iraq, construyendo en el proceso una alianza militar para ese propósito. Digamos que esta es una aventura militar a la que se ve, en buena medida, arrastrado, y que hubiera preferido no tener que afrontar. Algunos dicen que es la naturaleza de la amenaza lo que lo explica. Honestamente, yo no creo que eso sea cierto. Iraq es un caos desde el 2003. Y lo peor de la guerra civil siria se dio el año pasado. La diferencia es que el Estado Islámico sigue en esto a Osama bin Laden, quien dijo que era suficiente que dos de sus militantes agiten un trapo que diga "Al Qaeda" para atraer la atención de Occidente. ¿Qué hizo el Estado Islámico? Decapitó a tres ciudadanos occidentales, dos americanos y un inglés, con lo cual atrajo la atención que quería y Estados Unidos ha terminado entrando sin un plan preconcebido, precisamente porque no tenía la intención de volver a operar militarmente en Iraq.

¿Coinciden la Unión Europea y Estados Unidos en este asunto?

La Unión Europea no habla con una sola voz en temas de defensa. De hecho, la defensa sigue siendo una de las áreas en las que todavía prevalece la voluntad de los Estados nacionales por sobre la normativa común. En materia de defensa hay tres grandes Estados dentro de la Unión Europea: Francia, Gran Bretaña y Alemania. Cuando los tres no se ponen de acuerdo, nada avanza. En lo que la Unión Europea tomó la iniciativa y Estados Unidos la siguió fue en la negociación nuclear con Irán. De hecho, ahí hubo un acuerdo entre Francia, Alemania y Gran Bretaña, que hace un tanteo inicial antes de la negociación en regla entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad. En el tema de Ucrania, la Unión Europea, incluso donde la amenaza pareciera más directa a sus intereses, está dividida sobre la manera de afrontarla. Pero ahí comparte con Estados Unidos el interés en contener lo que perciben como una política expansionista de Putin.

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En el tema de Iraq, no creo que la Unión Europea haya sido la que ha presionado a Estados Unidos. De hecho, creo que ha sido al revés. Pero, a su vez, esa presión surge solo cuando mueren ciudadanos de potencias occidentales en Iraq.

Explícanos la sutura cultural interna de Iraq y su papel geopolítico.

Las fronteras de Iraq son una creación colonial. No había tal cosa como una nación que, en ejercicio del principio de autodeterminación, construyera su propio Estado. Es un Estado construido para los fines de Gran Bretaña. En segundo lugar, se trataba de integrar lo que ahora es el norte de Iraq, de mayoría kurda, que históricamente estaba más vinculado a Anatolia en Turquía y hacerlo parte de Iraq. En alguna medida, porque no quería que el petróleo de Kirkuk y Mosul terminara en poder de Turquía, y prefería que esté en poder de un protectorado británico como era Iraq. A su vez desgaja Kuwait de Iraq, pese a que había sido gobernado históricamente desde lo que ahora es la provincia iraquí de Basora. Por un lado, lo hace para complacer a autoridades locales. Por otro lado, para que Iraq no tuviera reservas tan grandes de petróleo. Iraq y Kuwait tienen reservas más o menos equivalentes. Si fueran un solo país, probablemente serían las segundas reservas mundiales de petróleo. Todas las fronteras son ficticias, pero en el caso de Iraq no corresponden a ninguna realidad demográfica o social. Además, es el tipo de Estado contrahecho del cual se hubiera sentido orgulloso el doctor Frankenstein porque es un país construido a partir de retazos disímiles. Cuando uno revisa la literatura, que exista una división étnica en un país no implica necesariamente que haya conflictos políticos, y si los hay, no significa que se van a tornar violentos. La estadística en cierta medida lo ha probado. Pero cuando un país está dividido étnicamente y la distribución de los cargos en el gobierno y de los recursos como el petróleo depende de la etnia a la que perteneces, ahí sí surge una razón para que haya conflictos políticos entre grupos étnicos. Eso era lo que ocurría en el Iraq independiente. Pero esos conflictos estaban contenidos por la naturaleza represiva del régimen de Sadam Hussein. Cuando estalla el estado iraquí tras la invasión estadounidense, y Estados Unidos no solo derroca al régimen sino que disuelve las fuerzas armadas y despide a la burocracia vinculada al antiguo partido de gobierno, lo que sucede es que, a falta de un Estado que norme la convivencia entre los distintos grupos étnicos, empieza a haber violencia y la gente se refugia en un grupo étnico como fuente de protección. No es que las etnias previamente organizadas entren en conflicto armado, sino que al haber conflictos armados la gente busca refugio en las identidades étnicas. Eso es producto de la invasión estadounidense. La paradoja es que Estados Unidos dice que quiere resolver un problema del que fue el principal creador. Las dos divisiones culturales en Iraq son árabes y no árabes, y musulmanes y no musulmanes. Una tercera, dentro de los musulmanes, serían los sunitas y chiitas. Los árabes musulmanes sunitas, que son el veinte por ciento de la población, habían gobernado desde siempre el Estado desde que es Estado. Eso cambia con el derrocamiento del régimen de Hussein y surge un gobierno chiita. Ese gobierno chiita se vuelve un gobierno sectario y antagoniza a los grupos árabes sunitas...

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