Introducción

AutorCarlos Blancas Bustamante
Páginas311-314

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introducción

Después de haber analizado en la segunda parte de este trabajo la situación de los derechos fundamentales en el Estado social y, en particular, el reconocimiento de los «derechos sociales fundamentales» como uno de los rasgos característicos de aquel, abordaremos en el presente estudio el análisis tópico de los derechos correspondientes a uno de los grupos de derechos que integran el elenco de los «derechos sociales». Este grupo es el que corresponde a los derechos laborales o derechos del trabajo. Lo hemos elegido cuando menos por dos razones: una de carácter histórico, al tratarse del grupo de derechos que en primer lugar logró su reconocimiento en las constituciones, dando con ello inicio al denominado «constitucionalismo social» que se expandió al reconocimiento de otros derechos sociales; y, otra, por su significación como el grupo más relevante de los derechos sociales, la «rama más paradigmática» del Estado social de Derecho (Vida Soria, Monereo & Molina, 2003, p. 49), como lo demuestra el rol que en diversas constituciones —entre ellas la nuestra— se atribuye al trabajo como bien jurídico fundamental para la concepción del Estado y de la economía.

En este sentido, Monereo Pérez sostiene que «[…] a las tareas del Estado social moderno (o Estado del Bienestar) pertenece la regulación del mercado de trabajo y de las condiciones de trabajo mediante medidas de protección dirigidas a los trabajadores. Se trata de un tipo de intervención jurídica y política para mejorar la posición jurídica del ciudadano en su condición de trabajador asalariado» (Monereo Pérez, 1996,
p. 45)1. Esta intervención del Estado en el llamado «mercado de trabajo» alcanza su

1 Señala este autor que «Desde esta perspectiva la “invención” del mercado de trabajo se ha hecho acompañar de una amplia dosis de heteroregulación, que ha evitado la pura circulación del trabajador como una mercancía más racionalizando y limitando los derechos de utilización y todo un sistema de reglas jurídicas (e institucionales) que definen las posiciones respectivas de los agentes económicos implicados y configuran ese mercado cuya naturaleza es muy especial, pero que también ha permitido enmascarar la explotación del hombre por el hombre “bajo velo de ignorancia” formal de los mecanismos de explotación subyacentes» (Monereo Pérez, 1996, p. 46).

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312 La cláusula de Estado social en la Constitución

máxima expresión cuando se incorporan los derechos laborales más significativos a las constituciones, lo cual les otorga la condición de derechos fundamentales. Antes de esto, esos derechos...

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