Vuelva a pensar en su cadena de suministro

Esquel, uno de los líderes mundiales en la producción de camisas de algodón de primera calidad, con casa matriz en Hong Kong, enfrentó un dilema a inicios de los años 2000.

Clientes de los sectores minoristas y de vestuario, como Nike y Marks y Spencer, habían comenzado a preguntarle a la empresa sobre su desempeño ambiental y social.

Los líderes de Esquel anticipaban que también estarían bajo el escrutinio de otros clientes, dado que un número creciente de ellos exigía que una mayor proporción del algodón de sus camisas se cultivara orgánicamente.

Pero el cultivo requería mucha agua y pesticidas, particularmente en países pobres y de rápido desarrollo donde se cultivaba y procesaba el algodón usado por la empresa.

A pesar de que los ejecutivos deseaban reforzar el serio compromiso que ya tenían con la sostenibilidad social y ambiental, se dieron cuenta de que no podían exigir que los granjeros redujeran su uso de agua, fertilizante y pesticidas.

Un mandato como ese podría ser catastrófico para los granjeros y sus aldeas. La mayor parte del algodón provenía de Xinjiang, una árida provincia en China noroccidental que depende principalmente de fuentes subterráneas de agua.

El método tradicional de riego era la inundación periódica de los campos: un método ineficiente que creaba un terreno fértil para la reproducción de insectos y plagas, lo que obligaba al uso de una gran cantidad de pesticidas.

La productividad también era un problema: un cambio al algodón orgánico podría causar una caída en el rendimiento de las cosechas de hasta 50%.

Si bien era probable que el aumento en la demanda del algodón orgánico incrementara los precios, Esquel no podía esperar que aumentaran lo suficiente como para compensar a los granjeros por la disminución en las cosechas.

Para complicar aun más las cosas, la fibra de algodón orgánico es más débil que la de algodón convencional y tiene características físicas distintas.

Entonces, necesitaría un procesamiento adicional, dejaría un porcentaje mayor de desechos de algodón durante la manufactura textil y requeriría tinturas y químicos más costosos y más dañinos para el medio ambiente que los que se utilizaban con el algodón convencional.

Todo esto aumentaría los costos y eliminaría algunos de los beneficios verdes del algodón orgánico.

¿Cómo podría el fabricante de camisas proveer los productos que exigían los clientes, dirigir un negocio ambiental y socialmente responsable en China, y proteger sus propios márgenes...

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