La via Mercedes.

AutorReyna, Carlos
CargoPODER Y SOCIEDAD

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

El APRA es el partido más partidista del Perú. Sus adversarios de antes solían llamarlo "la secta". Algo tuvo que ver el hecho de que Haya y los fundadores no querían ganar solamente. Querían el poder completo. Por eso le dieron al partido un perfil muy demarcado, con mucha identidad y sentido de misión y superioridad sobre el resto de partidos.

Otro factor fue el sentido de comunidad excluida, martirizada, que les hizo vivir la persecución oligárquica, especialmente a la masa aprista y a sus dirigentes sociales. Sus dirigentes políticos, incluido Haya, la vieron dura con la represión pero conseguían sortearla, a veces con ayudas impensables.

TODO ES RELATIVO, JEFE

Con el tiempo, las clases medias y los grandes ámbitos empresariales fueron absorbiendo políticamente al APRA. ESO fue ablandando el sentido partidista. Ya en la campaña de 1985, Alan prescindió de la simbología aprista y persuadió a importantes sectores empresariales de que él era mejor carta que Luis Bedoya para derrotar a la izquierda, temible por entonces.

Este proceso tuvo su interrupción con esa revolución de papel que fue la fallida estatización de la banca, primero, y luego, con el fujimorismo. Pero se retomó con fuerza desde el año 2000 con un Alan que volvió para reconquistar afectos en el mundo de los negocios y hacer olvidar su pasado "populista". Ya en la segunda vuelta de 2001, buena parte de la derecha empresarial lo prefirió a él, no a Toledo. Hicieron frente único con él en el 2006, frente a Humala. Y ya en el gobierno, los afectos se volvieron nupcias incandescentes.

Apenas tres días después de asumir el mando, Alan envió a su premier, Jorge del Castillo, a la CONFIEP. Del Castillo les dijo que el gobierno tenía la satisfacción de anunciarles que la promesa de campaña de restablecer la Constitución de 1979 no se iba a cumplir. ¿No era la Constitución de Haya? Sí pues, pero ya el Jefe dijo que todo es relativo y hace dos meses era otro espacio-tiempo.

Más de cuatro años después de ese obsequio a la CONFIEP, Alan sacrifica otra tradición partidaria. Hasta ahora, todos los candidatos presidenciales que tuvo el aprismo salieron de las filas del Partido. Algunos con posibilidades de ganar como Haya o Alan, pero también los estoicos derrotables como Alva Castro, y hasta mártires electorales como Cabanillas y Abel Salinas.

¿POR QUÉ ELLA?

¿Por qué ahora una candidatura partidaria de alguien de fuera del aprismo? ¿Y por qué ella, Mercedes Aráoz...

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