Un túnel de controversias

Por JUAN PABLO LEÓN ALMENARAEl primer metro subterráneo que tendremos los peruanos en la historia se está construyendo con un reglamento nacional de edificaciones que no contempla obras bajo tierra. La preocupación por este asunto cae por su propio peso: este reglamento es el que define los criterios de construcción para que una obra pueda resistir un sismo de gran magnitud.Este vacío normativo ha generado un complejo debate entre el consorcio ganador de la línea 2 del metro de Lima ?que ya inició los primeros mil metros? y un grupo de entidades relacionadas con el contexto sísmico, como el Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas (Cismid), Sencico, el Colegio de Ingenieros y la propia entidad supervisora del proyecto, llamada Consorcio Supervisor Internacional Línea 2.En días recientes, estas últimas instituciones han denunciado que la constructora no cumple los estándares necesarios para que la obra resista un sismo de gran magnitud.?En detalle?El Reglamento Nacional de Edificaciones califica las obras en cuatro clases: esenciales (aquellas que no deberían interrumpir su funcionamiento luego de un sismo, como hospitales, aeropuertos, cuarteles), importantes (que reúnen una gran cantidad de personas, como coliseos, centros comerciales y terminales de pasajeros), comunes (casas, hoteles) y temporales (depósitos o casetas). Sin embargo, este reglamento no considera obras subterráneas de gran envergadura como un metro subterráneo.Las diferencias son fundamentales: según este reglamento, una obra esencial es aquella capaz de resistir un megaterremoto que acumule 2.500 años de energía, mientras que una obra importante, solo 1.000 años. El consorcio constructor del...

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