El “Rule of Law” y el Derecho de los Precedentes

AutorDaniel A. Farber
CargoSho Sato Professor of Law. University of California, en Berkeley y Director, Environmental Law Program
Páginas77-102

    Originalmente publicado bajo el título “The Rule of Law and the Law of Precedents”. En: Minessotta Law Review 90. pp. 1173-1203. 2006. La traducción y reimpresión del presente artículo se ha realizado bajo la expresa autorización del autor. La traducción ha sido realizada por María José Higueras, alumna de la Facultad de Derecho de la PUCP y miembros de la comisión de contenidos de THEMIS. Las Notas del Editor son de Óscar Súmar, quién, a su vez, ha tenido a su cargo la revisión del texto final de la traducción.

Page 78

“La historia cuenta. La única pregunta que queda es cómo”1

La relación entre el precedente y el rule of lawI es motivo de candente debate.2 Por un lado, se deben considerar las ideas del difunto JusticeII Lewis Powell. Según el Justice Powell “la eliminación de la técnica del stare decisis representaría un apoyo explícito a la idea que la Constitución no es nada más que lo que cinco Justices dicen que es. Esto socavaría al rule of law3. Añadió que la “(...) inevitabilidad del cambio afecta a la ley al igual que lo hace con todos los aspectos de la vida. Pero la estabilidad y la moderación son extremadamente importantes para ésta”4. Powell concluyó que “(...) la restricción en tomar decisiones y el respeto por las ya tomadas son las claves para la preservación de una magistratura independiente y para obtener respeto público por el rol de ésta de salvaguardar derechos”5.

Por el otro lado, el stare decisis también ha sido retratado como una traición al deber del juez de cumplir la ley y, por consiguiente, al rule of law mismo. Aquí, se debe considerar la opinión de un Justice actual, Antonin Scalia. En lugar de aceptar el precedente como importante para el rule of law, lo ve como un obstáculo para la correcta interpretación constitucional: “En cualquier caso, yo lo pensaría como una violación a mi juramento el adherirme a lo que considero una intrusión básicamente injustificada en el proceso democrático para salvar la imagen de la Corte. Con algunas reservas concernientes a las decisiones que ya se han vuelto tan parte de nuestro sistema de gobierno para las que ya no hay vuelta atrás... estoy de acuerdo con el Justice Douglas: “Un juez ante una decisión constitucional podría estar tentado a reverenciar al pasado y aceptar lo que fue escrito alguna vez. Pero se acuerda, antes que todo, que es laPage 79 Constitución que juró apoyar y defender, no el brillo que en ella pusieron sus predecesores”. O como la Corte misma ha dicho: “Cuando está convencida de un error pasado, esta Corte nunca se ha sentido obligada a seguir el precedente. En lo que se refiere a consultas constitucionales, donde la corrección depende de enmiendas y no de acción legal, a lo largo de su historia, esta Corte ha ejercido libremente su poder de reexaminar las base de las decisiones constitucionales””6.

Según Scalia, cuando la Corte está ante una resolución previa errada, “(...) otorgamos mucha más seguridad del rule of law al eliminarla que al quedarnos con una decisión así”7.

Aunque muchos originalistasIII siguen dándole peso al precedente, la tensión entre la doctrina judicial moderna y la original understandingIV puede ser profunda. Como explica Henry Monaghan, “Ninguna concepción satisfactoria del originalismo es capaz de dar cuenta de Brown”8. Añade que “(...) los casos de aborto, los casos de distribución del poder políticoV, y los casos de discriminación de género también son inconsistentes con cualquier concepción cerrada del original understandin g”9. En general, dice “Ninguna versión aceptable de la teoría del original understanding produce una descripción convincente de los hechos más importantes de nuestra “Constitución Bicentenaria”: garantías no textuales de las libertades civiles; un gobierno nacional poderoso centrado en el presidente; un aparato administrativo enorme; y responsabilidad nacional para lo que había sido siempre considerado como responsabilidad local o fuera del ámbito de la responsabilidad del gobierno”10.

Monaghan encuentra en este conflicto un serio problema que los originalistas deben confrontar y resolver; si bien “muchas, sino todas” de estas decisiones de la Corte Suprema son “al-Page 80tamente sospechosas” en las visiones originalistas, parece “(...) casi incuestionable que estas decisiones han pasado ya el momento de ser retraídas judicialmente”11. Algunos originalistas pueden no estar de acuerdo con los datos o creer que hay más oportunidad de llenar los vacíos en el original understanding con los precedentes, pero el impacto potencial de rechazar el precedente por el originalismo es claramente grande12.

Este ensayo explora el terreno discutido. Comenzaré con el caso pragmático para el stare decisis, especialmente dado que los argumentos se aplican a precedentes baseVI. Los originalistas conceden con frecuencia el hecho que invalidar decisiones fundamentales no es deseable. Sin embargo, no se dan cuenta de las implicancias de esta concesión en combinación con el impulso del sistema legal hacia la consistencia y la coherencia. Luego demostraré cómo el originalismo mismo necesita contar con un sistema de precedente para poder lograr el rule of law. Al parecer, los originalistas necesitarían al stare decisis incluso si su método hubiera sido el utilizado para la interpretación desde un comienzo.

Con ese contexto en mente, tocaré el tema del stare decisis y el aborto, lo que ha sido el foco de discusiones sobre el stare decisis recientemente. Aunque la Corte ha errado al ver a sus primeros precedentes del aborto como altamente inmunes a la revocación, sí le dio al precedente un lugar apropiado al formular un estándar que gobierne la constitucionalidad de las restricciones al aborto. Esto me lleva a la pregunta de ¿cómo leer los precedentes: como fuentes de reglas o como fuentes de principios generales y analogías? La decisión es pragmática, pero contradiciendo la opinión de Justice Scalia y otros, la presunción debería ser de no ver a los precedentes como reglas.

El stare decisis busca preservar la estabilidad, pero la doctrina también debe permitir la innovación y la corrección de errores. Llegar al balance exacto no es fácil. Al final, opto por una versión del stare decisis en la cúal las decisiones no son revocadas a menos que existan razones fuertes, y menos aún si se trata de lo que llamo precedentes “base” los que serían revocados sólo bajo casos excepcionales13. Pero esta versión del stare decisis no es rígida pues ve a la doctrina como una evolución a través de diferentes resoluciones en vez de algo “escritoPage 81 en piedra” en resoluciones individuales. Es decir, mi visión del precedente va en contra de la revocación, en especial de los precedentes que se conectan entre sí más que las resoluciones individuales14, sin embargo no es tan cerrada como la visión de Scalia de las reinterpretaciones de buena fe.

I Los fundamentos pragmáticos del stare decisis

El principio de stare decisis no es “nada del otro mundo”15 VII. Muchas de las razones que existen para darle importancia a los precedentes son fáciles de entender, particularmente las de esos precedentes base que muestran con mayor claridad la necesidad del stare decisis. No obstante, aunque podrían parecer conocidas, vale la pena revisar estas razones debido a la crítica reciente al stare decisis.

A Beneficios del stare decisis

Pocos abogados niegan el legítimo rol del precedente en las resoluciones de la Corte Suprema16. Sin embargo, es interesante considerar las razones por las cuales el precedente es tan importante, cómo se utiliza, y cómo la utilización de éste nos enseña acerca de la naturaleza del Derecho constitucional.

Aunque los precedentes parecen tener una fuerza especial para la magistratura, la consideración de éstos es importante también en otros contextos. Podemos dividir la razones por las cuales se debe respetar el precedente en tres grupos: (a) las que se aplican al que toma decisiones diariamente, ya sea judicial o no; (b) aquellas que se aplican particularmente a la corte y (c) las que están vinculadas especialmente a la naturaleza del Derecho constitucional17.

Existen razones obvias que explican por qué cualquier persona que toma una decisión debe considerar lo dicho por sus predecesores. Estas razones se aplican tanto al funcionario menor, comoPage 82 al director del colegio como al Justice o al Presidente18. Una de estas justificaciones universales es la eficiencia, al utilizar decisiones previas uno se ahorra tiempo y problemas19. Reconsiderar todos nuestros compromisos y prácticas diariamente nos aseguraría la parálisis de todo.

Es simplemente imposible dejar todo variable todo el tiempo20. Imaginemos si, en cada caso relacionado a la Primera Enmienda, los abogados tuvieran que argumentar de nuevo las cuestiones básicas tales como si la Primera Enmienda se aplica a los estados o si también protege al discurso no político (ambos temas han sido debatidos por académicos). Cada audiencia sería enorme, argumentándose cada punto de la doctrina de la Primera Enmienda desde cero. Más aún, cada juez diferente adoptaría una teoría de la Primera Enmienda completamente diferente, por lo que un abogado ante la Corte Suprema tendría que escribir nueve informes diferentes basados en teorías constitucionales inconsistentes. De manera semejante, el diálogo entre los Justices mismos sería difícil pues operarían en diferentes marcos conceptuales. A menos que las cuestiones puedan ser vistas como definidas la mayoría del tiempo, la discusión coherente es simplemente imposible. De manera clara “(...) sería incoherente para la Corte y el pueblo, de la misma manera, insistir que todo puede ser cambiado todo el tiempo”21.

...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR