Paradojas capitales

Por JUAN PABLO LEÓN ALMENARALima es la ciudad de las contradicciones. Bajo los balcones republicanos del Centro Histórico camina Vladimir Velásquez, un coleccionista de antigüedades asmático que vive ?y se desvive? de-sempolvando fotos, periódicos, revistas y billetes de la capital para compartirlos en su ?fanpage? Lima Antigua.?Si no he muerto es porque estoy protegido por alguna estrella de Lima. Me siento orgulloso de esta ciudad porque tenemos una rica historia. Y por eso se debe comenzar a trabajar en la sensibilización por el patrimonio?, dice.A 10 kilómetros, en Miraflores, trabaja Angie Quintana, una venezolana que hace dos años vino a Lima huyendo del hambre y la escasez de su país, pero que hoy le da de comer arepas a cientos de personas cada día en su restaurante: ?Lima me ha dado todo. Me devolvió lo que me habían quitado: tranquilidad y estabilidad?, dice.En su casa de Jesús María, una ex alcaldesa de Lima que dejó el cargo con 18% de aprobación y sufrió el embate de un proceso revocatorio, afirma, pese a todo, que está profundamente orgullosa de ser limeña.?Estoy orgullosísima de vivir en Lima. Por su cultura nueva y la vieja. Pero, si tuviera que cambiar algo en la ciudad, sería la desigualdad entre quienes todo lo tienen y entre los que no tienen nada. Lima es enormemente diversa y eso la enriquece, pero al mismo tiempo la fragmenta?, dice Susana Villarán.?Más te quiero? Lima es la ciudad de las contradicciones y ello también se observa en las encuestas. Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, el 30% de limeños cree que Lima está retrocediendo, el 42% piensa que está igual y solo el 28% opina que ha mejorado. Para el 75% de...

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