Cóncavo, no convexo

Por CARLOS MELÉNDEZ. Politólogo?Nuestra clase media se ha convertido en un rombo?, dicen los especialistas como Rolando Arellano. Hemos pasado de una pirámide (una amplia base de pobres) a un rombo sustentado en una ?clase media ancha? y mayoritaria en el país. Efectivamente, si solo abordamos las dimensiones económicas y de consumo de la mesocracia, estamos frente a un polígono convexo. Pero si incluimos la política ?como sugerí en mi columna anterior?, la figura se vuelve cóncava, anómala.¿Cómo convertimos esta sociedad clasemediera de emergentes pero informales ?cóncava e irregular? en una de ciudadanos convexa y funcional? Busquemos (parte de) la respuesta en los partidos (o los que aspiran serlo).Los partidos políticos colapsaron en la década de 1990 porque fueron incapaces de representar a una estructura social ?piramidal?. La sociedad peruana cambió más rápido que las actualizaciones ideológicas de sus manuales. La clase baja dejó de ser exclusivamente proletaria y campesina; creció el sector terciario informal (inserte ?Triciclo Perú?, de Los Mojarras). Mientras la izquierda y el Apra buscaban votos entre ?las clases populares?, Alberto Fujimori ?con su prédica antipolítica y antiinstitucionalista? arrasó electoralmente con el apoyo de las periferias marginales y ambulantes urbanos. Confundida en medio de la crisis, la mesocracia endosó políticamente a quien le diera seguridad y orden.Veinte años después, la sociedad peruana es otra. El desconcierto de los políticos también. La izquierda se quedó buscando votos abajo (pero con las gafas de carey de siempre): campesinos y obreros unidos contra el ?neoliberalismo?. El Apra dio un triple salto mortal hacia los sectores altos y medios consolidados. ¿Quién representa a esa franja gruesa y extensa del ?rombo? en...

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