El negocio de la vida silvestre

Por pamela sandoval del águilaAlberto Sierra Oliván baja la cabeza, encogido e indefenso. La mirada perdida de este sujeto de 52 años podría inspirar lástima. Pero no en los policías del aeropuerto Jorge Chávez que lo rodean: este español se dedica a dopar animales, atarlos de sus patas y envolverlos con trapos negros hasta la asfixia con tal de sacarlos del país. Sentado en la oficina policial donde caen todos los traficantes que intentan embarcar un avión, Sierra confiesa: en lo que va del año, ha realizado el negocio dos veces, la primera en abril con 10 gallitos de las rocas, y la última, el pasado 25 de junio, con 14 tucanes y 19 aves violeta que pretendía llevar de contrabando a Madrid. ?Esa ciudad, y muchas otras de Europa, Asia y Norteamérica son los mercados más caros para los traficantes de animales silvestres. Por eso nuestros esfuerzos se concentran en el aeropuerto, así como en los terminales terrestres de acceso a Lima?, precisa Fabiola Muñoz Dodero, directora del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).Gracias a una alianza con Wildlife Conservation Society, el Serfor determinó que 67.749 animales silvestres fueron extraídos del Perú entre el 2000 y el 2015. De ellos, 29.591 eran aves exóticas y 2.607 mamíferos que, tras burlar los controles del aeropuerto, cuestan hasta US$1.000 según el final que les depara: mascotas, la industria del cuero y las pieles, la caza deportiva o la medicina tradicional.De acuerdo con la Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna al 2021, el 90% del contrabando de animales se realiza en Lima, Tumbes, Loreto y Ucayali. En el caso de la capital, además de la venta callejera en el Cercado, La Victoria, Surquillo, Carabayllo y Comas, el acopio de...

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