Posición adoptada por el Gobierno peruano frente a su obligación internacional de respetar lo consagrado en la Convención Americana sobre Derechos Humanos durante el periodo 1990-2000

AutorFabiola Butrón Solís
Páginas41-83

Page 41

1. Factores que definieron el escenario proclive a la vulneración de la Convención Americana sobre Derechos Humanos

Fueron dos los factores que de manera preponderante condicionaron el escenario en el que se produjo la vulneración de la Convención Americana. En primer lugar, la existencia de un conflicto armado interno que se había iniciado en 1980, pero que continuaba causando estragos dentro del país. El Perú no había sufrido conflictos armados internos significativos antes de 1980. Los momentos de mayor agitación política y convulsión social con estallidos de violencia armada (1930-1934, 1948-1950, 1965, 1977-1980) duraron poco tiempo, tuvieron un carácter local antes que nacional y no registraron un gran número de muertes o desapariciones forzadas. Todos los casos vistos en perspectiva histórica parecieron circunscritos a coyunturas muy específicas, de corta duración y nunca tuvieron un despliegue nacional, como si la violencia no hubiese podido expandirse. Las respuestas estatales fueron muy violentas en ocasiones, pero no se consolidó un modelo de Estado represivo a gran escala, que tuviese extensas áreas del territorio controladas bajo algún régimen nacional de excepción, entre otras razones porque no hubo recursos para sostener un régimen de ese tipo1.

Page 42

Y en segundo lugar, la instauración de un nuevo gobierno que, en muchas ocasiones, lejos de favorecer a los intereses nacionales, buscaría satisfacer objetivos particulares. Un ejemplo claro de esta situación sería la reelección presidencial de Alberto Fujimori por tercera vez consecutiva el año 2000. No sin razón, la Comisión de la Verdad se ha pronunciado señalando:

Lejos de revertirse, el proceso de corrupción normativa continuará el resto de la década, esta vez con un objetivo único: asegurar la perpetuación del régimen. Para ello, el Gobierno utilizará, con fines electorales y de control político, la estructura militar desplegada con pretexto de la contrasubversión, en un contexto en el que la subversión se replegaba. Explotará en los medios de comunicación, con fines de acumulación política, las últimas acciones de gran impacto de la guerra interna que concluyeron en éxitos, al tiempo que manipulaba los miedos de la población con la amenaza del “terrorismo”. Las operaciones contrasubversivas dejaron de ser un medio para capturar líderes subversivos y terminar finalmente con las acciones del PCP-SL y del MRTA, para convertirse en un medio de propaganda para el Gobierno, en el mejor de los casos, y en una cortina de humo, en el peor, tapando los excesos y los delitos que se denunciaban cada vez con más frecuencia.

2

1.1. Las agrupaciones terroristas y su participación en el conflicto armado interno
1.1.1. Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso

La primera acción subversiva que en mayo de 1980 ejecutó el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso3 marcó el inicio del conflicto armado inter-Page 43no en el que se encontraría sumido el país por mucho tiempo. Coincidentemente, durante ese año se iniciaba una etapa clave en la historia política del país; se dejaban atrás largos años de regímenes militares para dar paso a la democracia con la elección de un nuevo Gobierno constitucional que tendría como cabeza a Fernando Belaunde Terry. La respuesta inicial frente a las acciones terroristas se caracterizó por el desconcierto y la subestimación; fueron consideradas como simples hechos aislados de poca trascendencia nacional4. A esta situación se debe añadir que la opinión pública había centrado su atención en la nueva coyuntura política del país, provocando que estas acciones pasaran a un plano de menor importancia. Grave error, tomando en cuenta la verdadera dimensión de los planes de Sendero Luminoso.

La estrategia que aplicó la agrupación subversiva estuvo centrada en impartir extrema violencia y terror, desconociendo todos los principios básicos de los derechos humanos. La prédica senderista señalaba, inequívocamente, que los derechos humanos son construcciones ideológicas al servicio del orden social existente y que, por lo tanto, no tienen ningún valor para orientar sus acciones. El PCP-SL negaba que los individuos tuvieran realmente derechos por el hecho de ser seres humanos y afirmaba que toda consideración humanitaria debía ceder ante la exigencia de tomar el poder para los sectores sociales oprimidos, a quienes decía representar5.

En efecto, las acciones de Sendero Luminoso fueron una muestra clara de la vulneración de los derechos humanos de miles de personas, centrada básicamente en el quebrantamiento del derecho a la vida y a la integridad personal. Situación que se desprende de cada uno de los casos investigados por la Comisión de la Verdad y Reconciliación del Perú, así como de los testimonios que ha recogido en su Informe Final. Ante la imposibilidad de individualizar cada caso, es preciso revelar algunas historias representativas de la violencia subversiva.

María Elena Moyano, mujer dedicada al servicio de las personas más necesitadas, fue víctima de la crueldad de Sendero Luminoso. Su oposición a todoPage 44 tipo de violencia la colocó en una posición antagónica a las ideas radicales de los senderistas. Afirmaba categóricamente:

La revolución es afirmación a la vida, a la dignidad individual y colectiva; es ética nueva. La revolución no es muerte ni imposición ni sometimiento ni fanatismo. La revolución es vida nueva, es convencer y luchar por una sociedad justa, digna, solidaria al lado de las organizaciones creadas por nuestro pueblo, respetando su democracia interna y gestando los nuevos gérmenes de poder del nuevo Perú. Seguiré al lado de mi pueblo, de las mujeres, jóvenes y niños; seguiré luchando por la paz con justicia social.

De esta manera se desenvolvió en calidad de líder, su enfrentamiento a la agrupación subversiva era evidente. Es parte de la historia del Perú la famosa «Marcha por la Paz» convocada por María Elena para protestar contra el paro armado decretado por Sendero Luminoso. Ese día, a pesar de la ínfima cantidad de personas que acompañaron su causa, básicamente por las constantes amenazas terroristas que habían generado zozobra entre los pobladores, encabezó la marcha portando banderas blancas como símbolo de paz.

Lamentablemente la vida de esta líder se apagó de manera trágica. Su sentencia de muerte fue aceptar la invitación que le hicieron para asistir a una actividad social, organizada por uno de los Comités del denominado «Vaso de Leche». Su perseverancia en la lucha por los más pobres la impulsó a participar como muestra de apoyo y de incentivo para que otras mujeres, pese a las circunstancias de violencia reinantes, continuasen siendo parte de ese tipo de actividades. Fue en ese escenario donde una mujer, miembro de Sendero Luminoso, le disparó en el pecho y en la cabeza. No conformes con lo sucedido, le colocaron aproximadamente cinco kilos de explosivos; la detonación destrozó todo su cuerpo.

En la figura de las torturas y penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, esta agrupación terrorista ha vulnerado el derecho a la integridad personal. El Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación es fuente de infinitos testimonios que dan cuenta de la dimensión de las acciones de Sendero Luminoso. A manera de ejemplos ilustrativos:

i) Según la declarante identificada con el Código 201117:

[...] su madre fue asesinada por elementos subversivos del PCP-SL, acusada de haber brindado alimentación en su restaurante a efectivos militares. Los senderistas sacaron a su madre a patadas del restaurante, la llevaron fuera y comenzaron a maltratarla, le rompieron la nariz [...]; luego de maltratarla le dispararon en el estómago y en la cabeza. Dos años después, cincuenta senderistas entraron al lugar yPage 45 mandaron...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR