¿Mercantilismo por seguridad? Tarifas y servicios notariales vuelven a generar controversia.

Por marcela mendoza riofríoPeriodistaEl espanto no fue tanto como cuando vimos a Montesinos sentado en su salita repartiendo cerros de billetes, pero bastante escandalizado quedó el país cuando saltó a la primera plana una nueva red de corrupción, en este caso dedicada a la compra y la venta fraudulenta de propiedades. Un abogado, Rodolfo Orellana, se había apropiado ilícitamente de inmuebles públicos y privados con ayuda de por lo menos 11 notarios, quienes certificaron documentos de compraventa de bienes de ciertos testaferros.Los depositarios de confianza por definición, los notarios, aparecían ahora como parte de una presunta mafia criminal. Y no solo surgió el clamor de sancionarlos, sino también se recordó, en el entorno legal, un viejo debate sobre su forma de operar y la necesidad o no de ir a un estilo más liberal. En el mundo existen tres modelos de organización del mercado de servicios notariales: el anglosajón, el latino y el cubano, los cuales responden a realidades muy distintas, aclara Mario Romero Valdivieso, decano del Colegio de Notarios de Lima (CNL). En Estados Unidos, existe un fedatario, quien certifica firmas y para hacerlo no necesita ser abogado, solo honorable. Su ejercicio es bastante libre de controles porque cuentan con seguros que devuelven el dinero si hubo fraude y la ciudadanía tiene un gran temor a las altas sanciones vigentes, aclara Octavio Chávez, socio legal de Deloitte Perú. En Latinoamérica, la situación es bastante diferente: la suplantación y falsificación son pan común y la cultura del fraude está arraigada (25% de las empresas peruanas pierde US$500 mil al año por sufrir al menos cinco fraudes, según EY). El notario latino, un garante que solo puede ser abogado, opera bajo varias reglas estrictas en aras de que el servicio público que brinda de manera privada no sea corrompido, recalca Chávez. En Cuba la situación es distinta, agrega Romero, porque los notarios son funcionarios estatales por completo y si bien es un modelo obsoleto (Rusia lo dejó hace varios años) hay países latinos como Venezuela y Bolivia que buscan adoptarlo. ¿Nuestro país hace bien en mantenerse bajo el modelo latino? Mientras instituciones como el Indecopi, según consta en diversos de sus estudios de mercado, abogan por liberalizarlo, los abogados más tradicionales claman por dejarlo tal cual está para proteger la seguridad jurídica del país. Un notario es aquel llamado a dar buena fe y seguridad a las transacciones en las...

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