Fiscal investiga a 12 personas en Cusco por minería ilegal

Por Ralph Zapata RuizCusco. Mientras los mineros de Madre de Dios ?confundidos con un grupo de ilegales encargado de inyectar violencia al paro? protestaban contra las interdicciones y normas del Gobierno Central, los mineros de Quincemil, en Camanti, seguían devorando la selva cusqueña. El problema parecía no ser con ellos. Así lo han entendido siempre: la lucha contra la ilegalidad se vive en Madre de Dios, no en Cusco. Sin embargo, la destrucción es igual en ambos lados: un exuberante bosque de producción permanente es devorado, a diario, por retroexcavadoras, chutes y cargadores frontales, mientras que los ríos de la zona son contaminados con el mercurio. Los pobladores y autoridades locales tienen el gran temor de que Quincemil se convierta en una zona tan desolada y contaminada como La Pampa, símbolo de la minería ilegal en Madre de Dios y adyacente a la reserva de Tambopata. El representante de la Defensoría del Pueblo en Cusco, Silvio Campana, asegura que si no se toman las medidas correctivas pronto la amenaza estará más cerca. ?Quincemil es una zona ocupada por la ilegalidad. Hay camionetas, motocicletas y maquinaria pesada sin placa, gente requisitoriada. Quincemil es nido de prontuariados delincuentes y de extranjeros mafiosos: chinos, coreanos, malasios. Todo es una cadena de ilegalidad. Ya hay denuncias de trata de personas, y hasta narcotráfico?, dijo.En Quincemil, capital del distrito cusqueño de Camanti, un grupo importante de mineros está en proceso de formalización, incluso los ilegales, ha advertido el titular de la Dirección Regional de Energía y Minas (DREM) de Cusco, José Huamán. No existe una zona de exclusión minera. El fiscal ambiental de Cusco, Odicio Bueno, asegura que las declaraciones de compromiso son un amparo que les permite destruir la selva.FALTAN RECURSOSLa DREM de Cusco informó que en Camanti solo 620 concesionarios están en proceso de formalización, el resto son ilegales. Estimó que estos últimos son cinco mil aproximadamente, entre peruanos y extranjeros. Las áreas más devastadas son Kitari y Tunkimayo, que forman parte de las 19 mil hectáreas del bosque de producción permanente de la zona, creado en el 2002 por el Ministerio de Agricultura.José Huamán dijo a este Diario que a la fecha se han cancelado 14 declaraciones de compromiso a mineros que entregaron información falsa sobre sus concesiones. Agregó que la depuración de las listas no ha sido más exhaustiva porque carecen de logística y personal.No...

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