'Somos hoy otra nación'

AutorToche, Eduardo
CargoEntrevista

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Sabemos poco sobre los gobiernos del presidente Evo Morales. Empecemos con la economía. Tal vez no se conoce como debiera que uno de los crecimientos económicos más importantes registrados en Latinoamérica durante los últimos años es el de Bolivia, lo que demuestra que la ortodoxia neoliberal no es la única que puede asegurarlo, como señalan sus propagandistas.

La economía boliviana ha crecido sostenidamente en los últimos años: en el 2013 creció 6,5%, un récord histórico. Desde el 2006 el país registró un promedio de 5%, a diferencia de lo que ocurría en anteriores gestiones, que bordeaba el 3%. Se trata de una situación inédita y de la etapa de crecimiento más larga y sostenida de nuestra historia. Somos una economía estable y así lo reconocen los organismos internacionales. Pasamos de una pequeña economía de alrededor de diez mil millones de dólares a una de treinta mil millones. Todos los indicadores son absolutamente positivos. Esto, en gran parte, si bien puede ser atribuido a ciertas condiciones externas--los precios internacionales, las mejores negociaciones de los precios del gas que exportamos a Brasil y Argentina--, tiene que ver con la dinámica interna de la economía y se relaciona estrechamente con un vuelco importante en la perspectiva del gobierno del presidente Evo Morales Ayma, la política económica y el modelo económico, social y productivo del Estado Plurinacional de Bolivia.

El Estado, rompiendo con los paradigmas neoliberales, se ha colocado como centro de la economía pues alrededor de un tercio del PBI es producido por el sector estatal, que es propietario y controla los sectores estratégicos y la explotación y comercialización de los recursos naturales. El presidente Morales Ayma ha nacionalizado los sectores de recursos naturales y estratégicos que estaban en manos de distintos sectores privados desde la política privatizadora de los años 80. Pero, además, un componente muy importante que ha sido mantenido y profundizado por el gobierno de izquierda del presidente Evo Morales, es haber captado la parte más importante de los excedentes que provienen de los hidrocarburos, que antes fugaban al exterior.

¿Qué diferencia hay dentro de una continuidad, que es el patrón extractivista, entre la manera que se relacionaba el Estado y el sector extractivo en el pasado y la manera que se propone hoy? ¿Qué significa esto en términos fiscales? ¿Cómo se puede tener una idea cuantitativa de la mayor captación de renta por el Estado actualmente, a diferencia de lo que se tenía antes?

Estamos hablando de miles de millones de dólares. El 2005, antes de la presidencia de Evo Morales y el MAS, la renta por hidrocarburos alcanzó los 673 millones de dólares, y el 2013, los 5 586 millones de dólares. Entre el 2006 y el 2013 el Estado boliviano recaudó 22 344 millones de dólares, lo que seguramente, de no mediar la política nacionalista implantada desde el 2006, habría quedado en manos de las grandes petroleras trasnacionales y fugado al exterior en una situación clásica de dependencia y explotación.

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La inversión pública ha crecido a una escala que no tiene precedentes en la historia de Bolivia, pues pasó de 629 millones de dólares en el 2005 a 3 807 el 2013 y se proyecta en 4 519 millones para este año. Cifras muy grandes e inéditas en una economía del tamaño de la boliviana, que tienen un impacto multiplicador muy importante. Eso ha beneficiado a los municipios, las gobernaciones regionales o universidades públicas, que reciben cada vez más recursos. Ella está siendo utilizada para mejorar la infraestructura del país, para potenciar la industrialización de los recursos naturales de Bolivia y para disminuir la pobreza y promover la equidad social. Se usa para fortalecer el acceso y la calidad de la educación y la atención de salud, que van a ser las prioridades del nuevo gobierno del presidente Morales. El gasto fiscal está, por otra parte, jalando la demanda interna y está promoviendo un crecimiento de la economía por distintas vías, como la construcción, que es lo más clásico; por la vía del mayor consumo, la importación de automotores y de máquinas, lo que está contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida. Eso también está trayendo efectos positivos sobre los productores campesinos y los pequeños fabricantes de las ciudades.

Esto ha significado renegociaciones, una serie de acuerdos o convenios entre el Estado y el sector privado. ¿Cómo se hizo sin que las empresas hayan salido masivamente del país?

Eso hay que trasladarlo al plano de la política. Cuando el presidente Morales ganó la elección en diciembre del 2005, se posicionó en enero del 2006 y se estableció la Asamblea Constituyente en agosto de ese año, su agenda de reformas de construcción del Estado Plurinacional hizo que los grandes sectores empresariales, la minería, la agroindustria cruceña, los terratenientes de Santa Cruz y los otros sectores empresariales como la banca creyeran que era necesario bloquear el proyecto, incluso de una forma muy agresiva. A ello se sumaron sectores políticos de la derecha que habían sido desplazados del gobierno cuando cayó Sánchez de Lozada en octubre del 2003 y cuando perdieron la elección. Entonces, en2006, 2007 y 2008 realizaron una ofensiva muy grande. Hubo momentos...

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