El adiós al petróleo barato en la globalización

AutorGerardo Honty
CargoAnalista del Centro Latino Americano de Ecología Social

A fines de 2015, el precio del petróleo había caído a valores propios de principios de siglo, luego de haber alcanzado un pico cercano a los US$ 150 por barril en 2008. Los pronósticos indican que los precios seguirán bajos durante 2016, algo que parece difícil de explicar en un mundo en el que cada vez es más costoso producir petróleo. Sin embargo, esta situación viene, paradójicamente, a confirmar el fin de la era del petróleo barato. Vale la pena intentar dar respuesta a lo que está sucediendo.

CRISIS EN PETRÓLEOS CONVENCIONALES Y NO CONVENCIONALES

A principios de este siglo la amenaza del “pico” del petróleo (máximo mundial posible de producción) sobrevolaba los análisis del mercado petrolero. La evidente restricción esperada de la oferta de crudo llevó a los inversores a orientar sus recursos hacia una nueva tecnología: el “shale oil” y “tight oil” (petróleo de esquisto o de formaciones compactas). La expectativa de altos precios provocó una “revolución del shale” en los Estados Unidos. La consecuencia fue que a partir de 2010 la producción de petróleo en ese país pasó de 0,5 a 4,5 millones de barriles diarios en 2014 .

Pero la máquina mató al inventor y la oferta norteamericana inundó el mercado, lo que junto a la desaceleración de la economía provocaron la baja de los precios. Las petroleras norteamericanas comenzaron a recortar gastos, vendieron activos, redujeron a menos de la mitad la cantidad de pozos, pero la mayoría de las empresas lograron sobrevivir. Sin embargo, ya por debajo de los US$ 50 el barril, empresas perforadoras como Samson Resources y Magnum Hunter Resources se han declarado en quiebra y se espera que otras las sigan (como Chesapeake, Southwestern Energy y Ultra Petroleum).

De mantenerse los precios por debajo de los US$ 50 el barril de petróleo, la crisis del shale en Estados Unidos podría arrastrar a las instituciones bancarias y financieras que lo viabilizaron, tal como fuera alertado por varios analistas. Pero la crisis no solo afectó a las petroleras norteamericanas: BP ha anunciado la reducción de su plantilla laboral en 15%, Pemex informó que despedirá a 13.000 trabajadores, Shell ha vendido parte de sus activos, solo por poner algunos ejemplos.

La OPEP entre tanto mantuvo altos sus volúmenes de producción (con menores costos que sus adversarios de esquisto) en un intento por demoler la industria norteamericana, según algunos analistas. Sin embargo esta estrategia resulta peligrosa pues esto afecta a las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR